MADRID.- El PSOE prepara una fuerte subida de impuestos y 
cotizaciones sociales y, además, ha trazado la estrategia para que los 
Gobiernos regionales del PP no puedan frenar su atraco fiscal y 
contraponer otra gestión. Para ello, Pedro Sánchez, 
presidente del Gobierno en funciones, ha ordenado regular una norma que 
permita anular la capacidad de bajar impuestos autonómicos con los que 
contrarrestar las subidas de los socialistas, según publica okDiario.
En concreto, el PSOE posee la pretensión de armonizar los Impuestos de Sucesiones, Donaciones y Patrimonio –más conocido como ‘Impuesto a los muertos’, de forma que, principalmente la Comunidad de Madrid, pierda el liderazgo en rebajas de impuestos que actualmente tiene. La medida, además, también afectaría, por ejemplo, a Andalucía, donde el plan del centro-derecha de demostrar que es posible gestionar bajando impuestos también se ha materializado tras la llegada del PP y C’s a la Junta.
El plan del PSOE pasa, literalmente, por subir todos
 los impuestos de las regiones gobernadas por el PP hasta igualarlos con
 los gravámenes de los territorios liderados por los socialistas. 
Llegado este punto, de momento, la única duda de esta operación es cómo se llevará a cabo, es decir, si se basará en la creación de un suelo mínimo
 exigible en toda España para el Impuesto de Sucesiones, Donaciones y 
Patrimonio o si, por el contrario, se hará por medio de una limitación de las deducciones y bonificaciones aplicables.
No obstante, sea como sea, el PSOE busca la armonización de los tipos tributarios de todos los impuestos regionales de España. Una pretensión que llevaría a subir el conocido ‘Impuesto a los muertos’
 y, a medio plazo, al de Transmisiones Patrimoniales en todas las 
autonomías del PP, una presión fiscal que los populares han bajado en 
anteriores legislaturas.
El PSOE ha analizado este punto a la hora de debatir sobre los fondos que deben ser destinados a cada región. La argumentación técnica de los socialistas pasa por señalar que si una autonomía ha rebajado esos tipos fiscales debería haber tenido una asignación menor del Estado
 porque, según el ideario socialista, ha perdido capacidad de 
recaudación de la que se podría haber beneficiado el esquema nacional y 
de solidaridad en su conjunto.
Con ese argumento en la mano, Sánchez prepara esa armonización 
parcial de los impuestos regionales que, realmente, esconde un plan de 
anulación política de los feudos del PP, que perderían una de sus 
grandes bazas de diferenciación en la gestión: sus bajadas de impuestos 
clásicas. 
La orden ha sido ya trasladada a los equipos técnicos del 
Ministerio de Hacienda y se ha deslizado con argumentos políticos del 
estilo de “es necesario anular la capacidad de políticas liberales de las autonomías”. Un explicación, desde luego, ausente de todo rigor técnico y cargada de contenido político.
Además, hay que recordar que en esta legislatura el PSOE pretende aplicar una brutal subida de impuestos. Pero un ascenso de la presión fiscal
 que, en caso de ser amortiguada en los territorios del PP, dejará en 
evidencia al presidente socialista y alisará el camino a un futuro 
triunfo electoral de los populares.
De hecho, el saqueo fiscal que ha previsto Sánchez para los próximos 
años, según las cuentas presentadas ante la Unión Europea (UE) 
alcanzaría los 95.505 millones de euros en 2022, y, además, afectará especialmente a las familias –sobre todo clase media– y a las empresas. 
De hecho, siete de cada diez de euros recaerán básicamente sobre el conjunto de los pagadores del IRPF, del Impuesto sobre Sociedades y de las cotizaciones sociales. Y, por lo tanto, golpearán al empleo de forma prioritaria.
El PSOE admite que la subida de sus impuestos será, por un lado, de 
5.654 millones de euros y, por el otro, de 3.786 millones a través de 
subidas de las cotizaciones sociales. Es decir, 9.440 millones en total. 
Además, asegura que la práctica totalidad de éstos saldrán de rentas altas y grandes empresas, pero los documentos del ‘Programa de Estabilidad’ remitidos a Bruselas no confirman ese mensaje, más bien todo lo contrario.
Para empezar, al cierre de la legislatura, Sánchez cuenta con extraer
 de los bolsillos de los particulares y empresas españolas un volumen de
 impuestos muy superior, 95.505 millones de euros más que en la actualidad. Y,
 además, las estimaciones trasladadas ya a la Comisión Europea por el 
equipo de Sánchez recogen un alza del pago por impuestos directos 
–principalmente Impuesto de la Renta y de Sociedades– de aquí al cierre 
de la legislatura –2022– de 36.947 millones de euros.
Por impuestos indirectos –donde los principales tributos son el IVA y
 los Impuestos Especiales–, el Gobierno espera lograr un aumento de 
recaudación fiscal de 22.665 millones de euros. Y, por último, por 
cotizaciones sociales –de nuevo, otro impuesto que recae sobre el 
conjunto de los trabajadores, la totalidad de las empresas y el empleo 
en definitiva– Sánchez espera recaudar 31.169 millones de euros más, es decir, prácticamente lo mismo que por la subida de los impuestos sobre la Renta y Sociedades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario