MADRID.- Las autonomías peor financiadas, como Valencia y Murcia, acercan posturas ante la reforma del sistema de financiación, y coinciden en querer recaudar el 70% del IVA (frente al 50% actual) mientras Andalucía pide que se reformule el cálculo del cupo vasco y Castilla y León considera que las cantidades que las forales pagan al Estado son inferiores a las que corresponderían.
Estas 
son algunas de las aportaciones al nuevo modelo de financiación 
autonómica que las comunidades de régimen común, salvo Cataluña, han 
hecho llegar al Ministerio de Hacienda y donde se insiste en que las 
forales (País Vasco y Navarra) deberían hacer una aportación a un fondo 
básico para asegurar la prestación equitativa de los servicios básicos. 
Así lo plantea también la Comunidad de Madrid, cuya 
presidenta, Cristina Cifuentes, ha reclamado más inversión para una 
región "claramente infrafinanciada" y, por ello, ha pedido que las 
forales aporten medios a la solidaridad nacional.
Andalucía,
 otra de las autonomías que se considera peor financiada, ha solicitado 
al Estado su propio "diagnóstico" ya que sin esa valoración "cualquier 
intento de formular un sistema estable está condenado al fracaso y puede
 poner en peligro el Estado del bienestar". Desde la Junta subrayan que 
"no se trata de pedir, sino de participar en mayor medida de lo que se 
recauda a los ciudadanos con sus impuestos", que prefieren que se 
financie la sanidad, la educación, la dependencia, las prestaciones por 
desempleo o las pensiones.
En la misma línea, Castilla-La Mancha
 avala una financiación que garantice los servicios básicos y que, por 
ejemplo, la atención sanitaria sea igual para todos, independientemente 
de donde vivan. Según el último informe de la Fundación de Estudios de 
Economía Aplicada (Fedea), a partir de datos de Hacienda, las 
diferencias entre la región mejor y peor financiada llega a 728 euros 
por habitante.
Cantabria es la comunidad
 con más recursos y una financiación equivalente a 2.906 euros por 
habitante, mientras que en el lado opuesto se sitúa la Comunidad 
Valenciana, con 2.178 euros. 
Y por ser la peor financiada, la Comunidad Valenciana
 plantea a Hacienda asumir el 70 % de la recaudación del IVA y de los 
impuestos especiales (actualmente es el 50 y el 58 %), "en coherencia" 
con su participación en el gasto del Estado del bienestar. 
En el 
documento entregado a Hacienda, la Generalitat plantea este aumento de 
ingresos para garantizar la sanidad, la educación y la protección 
social, pero también insisten en que las forales aporten a un fondo 
básico para asegurar la prestación equitativa en servicios 
fundamentales.
Otras reclamaciones
En el caso de Murcia,
 su presidente, Fernando López Miras, afirma que la región recibe 250 
millones menos que la media de comunidades, 451 menos que la media de 
las uniprovinciales y 1.056 millones menos que la mejor financiada, 
Cantabria. En el documento, Murcia aclara que no quieren incrementar los
 impuestos sino recibir un porcentaje de los mismos mayor del que 
obtiene actualmente, además de la condonación de la deuda que está ya en
 más de 8.000 millones.
Sobre el tema foral y la "discriminación" que supone frente a las de régimen común también se pronuncia Castilla y León.
 Para la Junta, "la discriminación por habitante" no es consustancial al
 régimen foral sino que se produce por una "defectuosa aplicación 
práctica" y porque las cantidades que las forales pagan al Estado son 
inferiores a las que les corresponderían.
Cantabria 
introduce en el documento el asunto del 'status quo', es decir, que la 
reforma no suponga pérdida de recursos para ninguna comunidad y subraya 
que eliminar esta cuestión perjudicaría gravemente a las regiones. Y 
sobre el mantenimiento del 'statu quo' también se pronuncia Aragón
 por entender que con el nuevo modelo ninguna comunidad deberá sufrir un
 descenso del volumen de recursos respecto a los que dispone ahora.
Asturias
 alerta que fijar diferencias según recaudación quebraría la igualdad 
mientras que Baleares propone un sistema de "dos velocidades" en el que 
todas se sientan cómodas. La "doble velocidad", dicen, dependería de los
 territorios que pretenden una mayor descentralización financiera y las 
que precisan más tiempo para sumarse al nuevo sistema.
Extremadura emplaza al Gobierno a dar "el siguiente paso"; La Rioja pide "igualdad, transparencia y armonización", mientras que la Xunta de Galicia
 cuestiona la falta de "claridad e información" sobre el cupo vasco e 
insiste en que haya más explicaciones. A esto, algunos partidos de la 
oposición reprochan a la Xunta que esté más a la expectativa de lo que 
plantee su partido y el Gobierno central, que presentando propuestas en 
defensa de los gallegos.
Por su lado, Canarias
 exige una financiación eficiente y sostenible, adicional al Régimen 
Económico y Fiscal. Y Cataluña, intervenida por el Gobierno en virtud 
del 155, no ha participado hasta ahora en el proceso si bien tras el 21 D
 está por ver si el nuevo Govern se aviene o no a tomar parte en estas 
negociaciones.

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