MADRID.- Entre 2014 y 2017 las asociaciones de jueces Foro Judicial 
Independiente (FJI), Juezas y Jueces para la Democracia (JJpD) y la 
Asociación de Jueces Francisco de Vitoria (AJFV), junto a la Plataforma 
Cívica por la Independencia Judicial, la Brigada Tuitera y RIS (Rights 
International Spain), organización defensora de los derechos y 
libertades civiles, presentaron un total de 6 denuncias ante el relator 
especial sobre la independencia de magistrados y jueces del Alto 
Comisionado de Naciones Unidas. De ninguna de ellas se tiene noticia hasta ahora, recuerda Confilegal. 
¿Por qué? Según Lydia Vicente, directora ejecutiva 
de RIS, parte de la explicación reside en el hecho de que “el proceso es
 confidencial. La comunicación, que es como se denomina legalmente a lo 
que ustedes -en clave divulgativa- denominan denuncia, porque no es un 
tribunal al uso, se ha presentado. Es verdad que han pasado tres años y 
que no sabemos cómo está el asunto, pero también es cierto que España no
 está en lista de visitas a realizar por el relator, a la vista de lo 
que está ocurriendo en Polonia y en Hungría, donde la independencia 
judicial está en riesgo”.
La primera en interponer una denuncia ante esta instancia fue la 
Plataforma Cívica, en enero de 2014, que denunciaba “la colonización por
 los partidos políticos de las instituciones y organismos” y 
específicamente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el órgano
 de gobierno de los jueces, cuyos miembros son elegidos directamente por
 el Parlamento.
“Nosotros hemos puesto un total de tres denuncias y hemos recibido el 
silencio por respuesta. Nos hemos dirigido a Naciones Unidas formalmente
 y hemos llamado también por teléfono, pero nada”, explica Jesús Villegas,
 secretario general de la PCIJ. “La verdad es que es descorazonador no 
obtener respuesta alguna, a diferencia del Consejo de Europa, que una y 
otra vez han reiterado la necesidad de que la mitad de los vocales del 
Consejo General del Poder Judicial sean elegidos por la carrera judicial
 mediante sufragio universal”.
La PCIJ volvió a presentar otra avanzado ese año, al igual que JpD y 
AJFV, quienes, junto a RIS, presentaron una tercera comunicación, en la 
misma línea.
“Silencio administrativo”
Desde la Francisco de Vitoria, Raimundo Prado, su 
portavoz, explica que ellos tampoco han tenido ninguna respuesta por 
parte del relator de la ONU. Silencio administrativo, pero reitera la 
vigencia de los criterios que empujaron a su asociación a suscribir 
dicha denuncia.
“Es cierto que el Tribunal Constitucional se ha pronunciado ya sobre 
parte de lo denunciado, pero desde nosotros seguimos manteniendo que el 
CGPJ debe ser independiente y eso pasa porque los 12 vocales jueces sean
 elegidos por sus iguales”, señala Prado.
JJpD suscribió otra denuncia, esa en colaboración con FJI, en 
2015. En ese escrito que presentaron señalaron las “diversas iniciativas
 del Gobierno están erosionando el principio de separación de poderes”, 
lo que “tiene como consecuencia un debilitamiento tanto del Poder 
Judicial como del Estado de Derecho”.
Hicieron referencia a dos cosas específicas: la primera, el 
controvertido nombramiento del nuevo presidente de la Sala de lo 
Contencioso-Administrativo, Luis María Díez-Picazo, en detrimento de José Manuel Sieira Míguez,
 que había venido ocupando ese puesto con eficacia durante los últimos 
cinco años y teniendo una experiencia de 22 años como magistrado del 
alto tribunal; muy superior a la del elegido.
De acuerdo con los estándares internacionales en la materia, el 
procedimiento de nombramiento debe ser claro transparente y libre de 
presiones e influencias, como mandan los estándares internacionales, y 
basado en criterios objetivos y en la integridad y capacidad 
profesional.
Las entidades denunciantes nuevamente pusieron en entredicho la 
última reforma aprobada de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) 
porque mermaban el carácter colegiado (y por tanto, la independencia) 
del CGPJ.
En 2016 la Plataforma Cívica volvió a presentar una tercera denuncia 
ante el relator especial por la politización de los miembros del CGPJ y 
el carácter arbitrario de sus nombramientos.
“El GRECO (Grupo de Estados contra la corrupción del Consejo de 
Europa), en su informe de evolución de 2013 (dedicado a España), detecta
 la impresión entre los jueces españoles de que la judicatura está 
politizada en su cúspide, hasta el punto de que a veces se sabe de 
antemano quién vaya a ser elegido para algún cargo de responsabilidad”, 
decía en su misiva.
En la misma línea se pronunció la de la “Brigada Tuitera” que instó 
al relator -junto a RIS, en una última comunicación- a intervenir y 
realizar una visita a España para verificar “in situ” los graves ataques
 que estaba sufriendo la Independencia Judicial.
En el caso de que el nuevo relator especial decidiera 
volar finalmente a España, su presencia daría pie a una serie de 
entrevistas para abordar todo.
El informe que pudiera elaborar, aunque no es coercitivo, sí sería de cumplimiento obligatorio.

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