MURCIA.- La Comunidad Autónoma ha logrado que la familia Campdera, de Denia,
ceda en depósito durante diez años y para su exposición el belén de las
Agustinas, un conjunto de 31 piezas entre las que se encuentra el
nacimiento y los reyes magos, figuras que los expertos atribuyen a
Francisco Salzillo y a su padre Nicolas, respectivamente.


Las 31 piezas, de las 500 que se supone que en su día llegó a tener
el belén de las Agustinas, fueron cedidas por las monjas tras la Guerra
Civil a la familia alicantina Campdera en agradecimiento al apoyo que
les prestaron durante la contienda, como atestiguan la documentación
que acompaña al conjunto escultórico.
Sobre este belén desconocido para el gran público, han escrito
historiadores y críticos como José María Gómez Toro, Elías Tormo, José
Crisanto López, José Sánchez Moreno, Manuel P.Villamil, Cristóbal Belda,
coincidiendo en la atribución a Francisco Salzillo del nacimiento; así
como a Nicolás Salzillo la de los reyes magos, siendo de autoría anónima
otras figuras como los animales, pastores y danzarines napolitanos.
Las piezas pasarán por el Centro Regional de Restauración para su
tratamiento y posteriormente será exhibido todo el conjunto en el Museo
de Bellas Artes de Murcia, de forma que podrá ser visto después de más
de 75 años por todo el público. Asimismo, se realizará una investigación
para poder determinar la autoría de las piezas y confirmar que el
nacimiento es de Francisco Salzillo y los reyes magos de su padre.
Todo parece indicar que las Agustinas encargaron a Nicolás Salzillo
los reyes magos. De hecho, los técnicos de Cultura apuntan que presentan
la impronta de Nicolás, el maestro de Capua, y son piezas con mucha
influencia napolitana, policromías lisas y un modelado de las figuras
que no tienen la delicadeza y el nivel de expresión que consiguió su
hijo.
Por su parte, se supone que las Agustinas encargaron a Francisco
Salzillo el nacimiento, siendo el modelado de las figuras de la Virgen y
San José, la policromía y las estofas propios del escultor. Asimismo,
como ocurre con el conjunto conservado en el Museo de Salzillo, la
Virgen y San José son de madera, frente a las otras piezas realizadas en
barro.
Belén de las Agustinas
El belén de las Agustinas fue en su época tan afamado como el
conocido como belén de Salzillo, aunque mucho menos accesible que este
último. Era guardado con celo por las monjas, que lo exhibían en una
habitación de 27 metros cuadrados, según las referencias históricas.
A este belén lo rodean numerosas incógnitas. Elías Tormo, en una guía
titulada 'Levante' publicada en 1923, lo atribuye, "en parte
napolitano", a Francisco Salzillo. Por su parte, José Crisanto López de
la Academia de Bellas Artes de San Fernando señalaba en 1964 como autor a
Salzillo padre. El académico recordaba en otro artículo publicado en el
diario 'Línea' en 1970 que el belén se conservó "hasta poco antes del
año 1936" y destacaba la escena de 'La Degollación de Inocentes', grupo
que "no figura en los belenes de Nápoles".
José Sánchez Moreno, en su libro 'Vida y obra de Francisco Salzillo',
dudaba de esta atribución, aunque añadía que "seguramente serían de él
algunas, pocas, pero no todas las que se atribuían".
"Con la cesión a Cultura de estas piezas, será posible contar con
investigaciones que resuelvan estos interrogantes y, sobre todo, brindar
a todos los murcianos y los que nos visitan, la posibilidad de admirar
estas excepcionales obras", concluyó el consejero.
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