FERROL.- Dos años y medio después de iniciado el Buque de Acción 
Marítima (BAM), Navantia comenzó ayer otro buque militar en la ría 
ferrolana: el primer barco de aprovisionamiento en combate de los dos 
que en mayo del pasado año le encargó la Armada de Australia, según publica La Voz de Galicia. 
La 
ceremonia de cortado de la primera plancha de acero se llevó a cabo en 
la antigua Astano -como ya había sucedido con el BAM- porque Navantia 
tiene previsto repartir la fabricación de los logísticos para las 
antípodas entre ambos astilleros, aunque el mayor peso de la 
construcción del navío y el montaje en la grada se efectuará en Ferrol. 
La chapa cortada -para el bloque 220-3- mide ocho metros de largo y 1,8 
de ancho y supera los mil kilos.
El acto, que contó con la presencia del director de Navantia
 Fene-Ferrol, Julio Martín, y de los responsables del programa 
australiano en el astillero, tuvo un carácter interno.
Dentro de ocho meses se repetirá esta misma ceremonia, ya 
que se iniciará la construcción del segundo buque logístico. Ambos están
 basados en el modelo Cantabria, que fabricó Navantia para la 
Armada española. El contrato de construcción incluye, además de la 
fabricación de los dos barcos, la opción de fabricar un tercero y el 
mantenimiento de los dos por un período inicial de cinco años.
El primero de los barcos tendrá que ser entregado en el 2019 y un año después, el segundo.
La empresa que preside Esteban García Vilasánchez anuncia 
que esta obra supondrá ocupación para 1.800 trabajadores al año, aunque 
solo 330 pertenecerán a la plantilla directa. Otros 530 serán empleados 
de las firmas auxiliares y los 900 restantes de las plantillas de otros 
suministradores.
En total, serán tres millones de horas de trabajo que 
recaerán en la zona, a las que habrá que sumar otras 35.000 derivadas de
 la fabricación y suministro de los motores principales, diésel 
generadores y reductoras que se realizarán en el astillero de Cartagena.
 Otras tantas horas serán las que se consuman en la producción del 
Sistema Integrado de Control de Plataforma.
El cumplimiento de los plazos de entrega es el gran reto al 
que se enfrenta Navantia en esta obra, ya que tendrá que fabricar los 
dos buques en 42 meses, un período solo ligeramente superior al que 
tardó en fabricar el Cantabria para la Marina española.
Aunque los trabajos se inician ahora en los talleres, habrá 
de esperar a finales de año o principios del siguiente para que comience
 a percibirse en la ocupación y el empleo en la ría.
En las próximas semanas tendrá que despejarse también la ceremonia de botadura del BAM, aplazada desde mayo.
Navantia celebrará el próximo miércoles su habitual consejo de administración mensual. Si no se modifican las previsiones, los consejeros abordarán el nuevo organigrama que ha elaborado el equipo que lidera Esteban García Vilasánchez y que traerá cambios de responsabilidades a nivel directivo y también en los métodos de trabajo. Un día después, se refrendará el organigrama en el consejo que celebrará su accionista, la SEPI.
Navantia celebrará el próximo miércoles su habitual consejo de administración mensual. Si no se modifican las previsiones, los consejeros abordarán el nuevo organigrama que ha elaborado el equipo que lidera Esteban García Vilasánchez y que traerá cambios de responsabilidades a nivel directivo y también en los métodos de trabajo. Un día después, se refrendará el organigrama en el consejo que celebrará su accionista, la SEPI.
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