
La instalación de la escultura El Zulo de Víctor Ochoa en la explanada principal del puerto al módico precio de 740.000 euros, junto a la bandera española ideada por el cartagenero Federico Trillo en sus tiempos de ministro de Defensa a imitación de la que ondea en la madrileña Plaza de Colón, divide a tirios y troyanos en la ciudad portuaria. Esta vez, sin embargo, la polémica no afecta a californios y marrajos semanasanteros, sino al interior mismo del Partido Popular dominante.
Una escultura y una bandera de proporciones gigantescas (ocho por diez metros) sobre un mástil de 25 metros de altura, inauguradas a bombo y platillo en la plaza portuaria de los Héroes de Cavite el pasado 4 de abril, ha causado una polémica primaveral que ha afectado al seno mismo de la cúpula del PP, además de a la propia ciudad. Los bordesicos cartageneros se han apresurado a rebautizar El Zulo como El Cagón, una estatua que se ha paseado por media España (Salamanca, Madrid, Ávila, Granada, etc) sin que ningún ayuntamiento del PP la comprara.
Mientras algunos cartageneros están mosqueados porque su ayuntamiento se gastara 740.000 euros -Boletín Oficial de la Región de Murcia número 301 del martes 30 de diciembre de 2008, pg. 41191- en tiempos de crisis y en tan polémica pieza, el mismísimo presidente de la Autoridad Portuaria, Adrián Ángel Viudes, que goza del mayor sueldo público de la región desde 1996 y designado por el presidente regional Ramón Luis Valcárcel, ha atizado más fuego a la polémica. Todo porque Pilar Barreiro, alcaldesa desde 1995 y diputada en el Congreso desde hace un año, no ha puesto las decoraciones en el centro de la ciudad sino sobre unas baldosas que están bajo jurisdicción de la Autoridad Portuaria, es decir, de Adrián Angel Viudes y no de la corporación municipal.
Al acto de inauguración de la ‘cosa’ asistieron, además de todos los concejales populares del Consistorio, el cartagenero Federico Trillo, venido expresamente desde Madrid acompañado por su fiel escudero, el diputado también cartagenero Andrés José Ayala, y demás fanfarria uniformada o no al uso. El presidente de la Autoridad Portuaria no asistió. Estaba de viaje -no se sabe si marítimo- ese día 4 de abril y, obviamente, no pudo estar presente.
Los bordesicos cartageneros hicieron correr inmediatamente el rumor de que el autor de la escultura era artista de la cuadra de María Porto, afamada marchante de arte en su día ligada sentimentalmente al socialismo beautiful y ahora esposa de Francisco Álvarez Cascos, compañero de fatigas políticas y ministeriales del cartagenero Trillo.
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