jueves, 31 de julio de 2025

Las praderas de Posidonia oceánica en el litoral murciano mantienen una evolución estable

 MURCIA.- Alrededor de un millar de buceadores voluntarios, con el apoyo de los centros y clubes de buceo de la Región de Murcia, han participado en la red de seguimiento durante dos décadas de las praderas de Posidonia oceánica en el litoral murciano. Los resultados obtenidos indican, en términos generales, que las praderas mantienen una evolución estable y existen todavía áreas extensas en buen estado de conservación.

Precisamente, este año se cumplen dos décadas desde que se puso en marcha la Red de Seguimiento de praderas de Posidonia oceánica en la Región de Murcia, un proyecto pionero de ciencia ciudadana liderado por el IEO-CSIC, que ha contado desde sus inicios con la colaboración de centros de buceo, buceadores voluntarios y otras entidades científicas, informa el IEO.

Financiado por el Fondo Europeo Marítimo, Pesca y Acuicultura (FEMPA) a través del Servicio de Pesca y Acuicultura de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca de la Comunidad, el proyecto ha generado series temporales de datos de gran valor científico, ya que permite conocer la evolución y tendencias a largo plazo de este hábitat marino y los factores que lo determinan, incluyendo los impactos locales (vertidos, fondeos) o globales (cambio climático) de la actividad humana.

Durante este mes de julio, el Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC), en colaboración con la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia (CARM) y WWF, ha desarrollado una nueva campaña científica y educativa con el objetivo de evaluar el estado de conservación de las praderas de Posidonia oceánica en el litoral murciano, un hábitat exclusivo del Mediterráneo, clave para la conservación de su biodiversidad y amortiguar los efectos del cambio climático.

Esta última campaña se ha realizado a bordo del barco solar de WWF, que ha recorrido enclaves estratégicos del litoral como Águilas, la bahía de Mazarrón, Cabo Tiñoso, Cabo de Palos e Isla Grosa.

Además de la labor científica, la campaña incluye actividades de educación ambiental y voluntariado con el objetivo de visibilizar la importancia ecológica de estos bosques submarinos.

Las praderas de Posidonia oceanica, endémicas del Mediterráneo, actúan como auténticos pulmones del mar produciendo oxígeno, amortiguando los efectos del cambio climático al capturar carbono, protegiendo las costas frente a la erosión y albergando una gran biodiversidad comparable a la de los arrecifes de coral o las selvas tropicales.

Por otra parte, el equipo científico del Grupo de Ecología de Angiospermas Marinas del IEO-CSIC ha realizado más de 1.200 inmersiones en estaciones fijas que se monitorean cada año desde 2004, llevando a cabo mediciones específicas que permiten evaluar la salud de las praderas.

Los resultados obtenidos en estas dos décadas indican, en términos generales, que las praderas mantienen una evolución estable y existen todavía áreas extensas en buen estado de conservación. Sin embargo, en zonas sometidas a una mayor presión humana se ha observado un notable deterioro, así como la aparición de señales de estrés vinculadas al cambio climático.

Este conocimiento ha sido clave para que la Comunidad adopte medidas de mitigación como la instalación de fondeos ecológicos en zonas vulnerables, el distanciamiento de vertidos de aguas residuales y granjas marinas, o la protección frente a la pesca ilegal de arrastre.

En concreto, "en áreas donde hace décadas se instalaron arrecifes artificiales para evitar este tipo de pesca, los datos muestran que las praderas han logrado recolonizar progresivamente las zonas dañadas de forma natural, demostrando la eficacia de este tipo de medidas de restauración", explica Juan Manuel Ruiz, investigador del Centro Oceanográfico de Murcia (IEO-CSIC) y coordinador de la red.

Los responsables del proyecto destacan la necesidad urgente de incluir todas las praderas del litoral murciano en la Red Natura 2000 y de reforzar los controles sobre las actividades humanas que generan presión sobre estos ecosistemas tan frágiles como fundamentales. 

Veinte años de seguimiento

La Red de seguimiento de praderas de posidonia oceánica en la Región de Murcia, que desarrolla la Comunidad Autónoma en colaboración con el Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC), ha contado con la participación de más de 1.000 buceadores voluntarios desde el inicio del programa, hace 20 años. El Gobierno regional apoya esta Red a través de Fondo Europeo Marítimo, Pesca y Acuicultura (FEMPA) asignado a la Comunidad.

A través de ella se han generado series temporales de datos de gran valor científico, ya que permite conocer la evolución y tendencias a largo plazo de este hábitat marino y los factores que lo determinan, incluyendo los impactos locales o globales de la actividad humana, según informaron fuentes del ejecutivo regional en una nota de prensa.

Además de la labor científica, la campaña incluye actividades de educación ambiental y voluntariado, con el objetivo de visibilizar la importancia ecológica de estos bosques submarinos.

"Se trata de un programa pionero que ofrece datos importantes sobre el estado de las praderas de posidonia en la Región, por lo que esperamos que esta colaboración pueda seguir durante muchos años más", ha afirmado el director general de Producción Agrícola, Ganadera y Pesquera, Juan Pedro Vera, quien ha hecho balance de los 20 años de desarrollo del programa junto al investigador del IEO-CSIC Juan Manuel Ruiz.

Vera ha expresado el agradecimiento del Gobierno regional por su participación en esta Red a los centros de buceo de la Región que han colaborado a lo largo de estos años, así como a los buceadores voluntarios y otras entidades científicas.

Este año se ha sumado al proyecto la ONG WWF, cuyo barco se ha empleado para realizar las inmersiones de seguimiento que se han realizado durante el mes de julio en enclaves estratégicos del litoral de la Región, como Águilas, la bahía de Mazarrón, Cabo Tiñoso, Cabo de Palos e Isla Grosa.

Los resultados obtenidos en estas dos décadas reflejan, en términos generales, que las praderas de posidonia oceánica en las costas de la Región "mantienen una evolución estable, con áreas extensas en buen estado de conservación", han indicado. Aun así, siguen existiendo zonas deterioradas por la presión humana, así como la aparición de señales de estrés vinculadas al cambio climático.

Juan Pedro Vera ha indicado como una de las actuaciones destacadas para la protección de los fondos marinos, recomendada desde el programa, la instalación de fondeos ecológicos en Cala Cerrada, en Mazarrón, "para evitar que las embarcaciones que quieren fondear en la zona tengan que usar anclas con las que se pueda perjudicar la pradera de posidonia".  

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