MURCIA.- Alrededor de un millar de buceadores voluntarios, con el apoyo de los
centros y clubes de buceo de la Región de Murcia, han participado en la
red de seguimiento durante dos décadas de las praderas de Posidonia
oceánica en el litoral murciano. Los resultados obtenidos indican, en
términos generales, que las praderas mantienen una evolución estable y
existen todavía áreas extensas en buen estado de conservación.
Precisamente, este año se cumplen dos décadas desde que se puso en
marcha la Red de Seguimiento de praderas de Posidonia oceánica en la
Región de Murcia, un proyecto pionero de ciencia ciudadana liderado por
el IEO-CSIC, que ha contado desde sus inicios con la colaboración de
centros de buceo, buceadores voluntarios y otras entidades científicas,
informa el IEO.
Financiado por el Fondo Europeo Marítimo,
Pesca y Acuicultura (FEMPA) a través del Servicio de Pesca y Acuicultura
de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca de la
Comunidad, el proyecto ha generado series temporales de datos de gran
valor científico, ya que permite conocer la evolución y tendencias a
largo plazo de este hábitat marino y los factores que lo determinan,
incluyendo los impactos locales (vertidos, fondeos) o globales (cambio
climático) de la actividad humana.
Durante este mes de julio,
el Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC), en colaboración con la
Comunidad Autónoma de la Región de Murcia (CARM) y WWF, ha desarrollado
una nueva campaña científica y educativa con el objetivo de evaluar el
estado de conservación de las praderas de Posidonia oceánica en el
litoral murciano, un hábitat exclusivo del Mediterráneo, clave para la
conservación de su biodiversidad y amortiguar los efectos del cambio
climático.
Esta última campaña se ha realizado a bordo del
barco solar de WWF, que ha recorrido enclaves estratégicos del litoral
como Águilas, la bahía de Mazarrón, Cabo Tiñoso, Cabo de Palos e Isla
Grosa.
Además de la labor científica, la campaña incluye
actividades de educación ambiental y voluntariado con el objetivo de
visibilizar la importancia ecológica de estos bosques submarinos.
Las praderas de Posidonia oceanica, endémicas del Mediterráneo,
actúan como auténticos pulmones del mar produciendo oxígeno,
amortiguando los efectos del cambio climático al capturar carbono,
protegiendo las costas frente a la erosión y albergando una gran
biodiversidad comparable a la de los arrecifes de coral o las selvas
tropicales.
Por otra parte,
el equipo científico del Grupo de Ecología de Angiospermas Marinas del
IEO-CSIC ha realizado más de 1.200 inmersiones en estaciones fijas que
se monitorean cada año desde 2004, llevando a cabo mediciones
específicas que permiten evaluar la salud de las praderas.
Los
resultados obtenidos en estas dos décadas indican, en términos
generales, que las praderas mantienen una evolución estable y existen
todavía áreas extensas en buen estado de conservación. Sin embargo, en
zonas sometidas a una mayor presión humana se ha observado un notable
deterioro, así como la aparición de señales de estrés vinculadas al
cambio climático.
Este conocimiento ha sido clave para que la
Comunidad adopte medidas de mitigación como la instalación de fondeos
ecológicos en zonas vulnerables, el distanciamiento de vertidos de aguas
residuales y granjas marinas, o la protección frente a la pesca ilegal
de arrastre.
En concreto, "en áreas donde hace décadas se
instalaron arrecifes artificiales para evitar este tipo de pesca, los
datos muestran que las praderas han logrado recolonizar progresivamente
las zonas dañadas de forma natural, demostrando la eficacia de este tipo
de medidas de restauración", explica Juan Manuel Ruiz, investigador del
Centro Oceanográfico de Murcia (IEO-CSIC) y coordinador de la red.
Los responsables del proyecto destacan la necesidad urgente de
incluir todas las praderas del litoral murciano en la Red Natura 2000 y
de reforzar los controles sobre las actividades humanas que generan
presión sobre estos ecosistemas tan frágiles como fundamentales.
Veinte años de seguimiento
La Red de seguimiento de praderas de posidonia oceánica en la Región de
Murcia, que desarrolla la Comunidad Autónoma en colaboración con el
Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC), ha contado con la
participación de más de 1.000 buceadores voluntarios desde el inicio del
programa, hace 20 años. El Gobierno regional apoya esta Red a través de
Fondo Europeo Marítimo, Pesca y Acuicultura (FEMPA) asignado a la
Comunidad.
A través de ella se han generado series temporales
de datos de gran valor científico, ya que permite conocer la evolución y
tendencias a largo plazo de este hábitat marino y los factores que lo
determinan, incluyendo los impactos locales o globales de la actividad
humana, según informaron fuentes del ejecutivo regional en una nota de
prensa.
Además de la labor científica, la campaña incluye
actividades de educación ambiental y voluntariado, con el objetivo de
visibilizar la importancia ecológica de estos bosques submarinos.
"Se trata de un programa pionero que ofrece datos importantes sobre
el estado de las praderas de posidonia en la Región, por lo que
esperamos que esta colaboración pueda seguir durante muchos años más",
ha afirmado el director general de Producción Agrícola, Ganadera y
Pesquera, Juan Pedro Vera, quien ha hecho balance de los 20 años de
desarrollo del programa junto al investigador del IEO-CSIC Juan Manuel
Ruiz.
Vera ha expresado el agradecimiento del Gobierno regional por su
participación en esta Red a los centros de buceo de la Región que han
colaborado a lo largo de estos años, así como a los buceadores
voluntarios y otras entidades científicas.
Este año se ha
sumado al proyecto la ONG WWF, cuyo barco se ha empleado para realizar
las inmersiones de seguimiento que se han realizado durante el mes de
julio en enclaves estratégicos del litoral de la Región, como Águilas,
la bahía de Mazarrón, Cabo Tiñoso, Cabo de Palos e Isla Grosa.
Los resultados obtenidos en estas dos décadas reflejan, en términos
generales, que las praderas de posidonia oceánica en las costas de la
Región "mantienen una evolución estable, con áreas extensas en buen
estado de conservación", han indicado. Aun así, siguen existiendo zonas
deterioradas por la presión humana, así como la aparición de señales de
estrés vinculadas al cambio climático.
Juan Pedro Vera ha
indicado como una de las actuaciones destacadas para la protección de
los fondos marinos, recomendada desde el programa, la instalación de
fondeos ecológicos en Cala Cerrada, en Mazarrón, "para evitar que las
embarcaciones que quieren fondear en la zona tengan que usar anclas con
las que se pueda perjudicar la pradera de posidonia".