MURCIA.- Profesores del Departamento de Geografía de la Universidad de Murcia
(UMU) han constatado un aumento de los episodios de inundación y de la
superficie afectada por estos eventos en el litoral mediterráneo en las
últimas décadas.
El investigador y profesor de la institución docente Alfredo Pérez ha
apuntado que entre los motivos principales de esta conclusión se
encuentra el aumento de edificaciones en zonas con un riesgo de
inundabilidad elevado, especialmente en comunidades como la murciana.
Según Pérez, la mayor actividad constructiva en estos espacios tuvo
lugar en la etapa comprendida entre 1950 y 2008, año del estallido de la
burbuja inmobiliaria. Antes de esa fecha, apunta, no existía "una
percepción real" del riesgo de inundaciones, en muchos casos debido a la
ausencia de caudal la mayor parte del tiempo en la red de ramblas, lo
que hizo que "se construyese usurpando progresivamente sus cauces".
"Ya no hace falta que llueva tanto para que se produzca una
inundación al construirse mucho en zona inundable y haberse hecho
transformaciones del territorio", ha comentado, para insistir a renglón
seguido en que, ante una riada, el suelo artificial contribuye de forma
negativa porque "limita la infiltración".
Fue en 2007 cuando
la Unión Europea advirtió al Estado de la necesidad de disponer de un
sistema de cartografía que evidenciase el peligro de inundación. Antes,
en 2003, comunidades como la valenciana desarrollaron sus propios planes
de ordenación sectoriales con el que no cuenta, según ha precisado
Pérez, la Región de Murcia.
"Estos planes y su cartografía,
desarrollados por la administración regional y el Ministerio del ramo,
pusieron de manifiesto, todo lo que se había construido de forma no
adaptada a este medio", esto es, en zonas con un alto riesgo de
inundabilidad, según ha sostenido el investigador.
En este
sentido, Pérez ha hecho referencia a la última actualización del Plan de
Gestión del Riesgo de Inundación (PGRI) de la Confederación
Hidrográfica del Segura (CHS), publicada en noviembre de 2022, que
apunta que 66.712 personas viven en Áreas de Riesgo Potencial
Significativo de Inundación (ARPSI) en la cuenca.
Esto quiere
decir que esos habitantes, que se concentran en 52 municipios, la
mayoría en Murcia, aunque también en otras localidades como Cartagena,
Orihuela, Lorca y Torre Pacheco, tienen una posibilidad elevada de
sufrir una inundación en el lugar en el que residen en un periodo de 10
años.
Pérez ha dejado claro que, si bien "la
naturaleza es incontrolable", las Administraciones Públicas sí pueden
poner en marcha medidas preventivas para evitar daños en los episodios
de inundación, como la apuesta por una planificación sostenible adaptada
al clima y el "fortalecimiento" de la gobernanza del agua.
También con el objetivo de evitar daños personales, el profesor de la
UMU ha defendido la necesidad de educar a la población para que "tenga
interiorizado" cómo actuar ante este tipo de catástrofes, así como
"fortalecer" los sistemas de alerta temprana, "que no son tan caros en
comparación con todas las pérdidas que se podrían cuantificar".
Invertir en investigación y reforestar áreas montañosas y cuencas
altas son otras de las medidas planteadas por Pérez, que ha considerado
"crucial" la "cooperación y coordinación" institucional ante este tipo
de emergencias.
Salvador Gil, también profesor de Geografía
Humana de la UMU, ha añadido a las propuestas la instalación de más
pluviómetros en distintas zonas de la cuenca conectados al Sistema
Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la CHS y la colocación
de sirenas que alerten a la ciudadanía del peligro para que acuda a
resguardarse, porque avisar al teléfono móvil puede no ser suficiente.
Gil ha destacado también la importancia de "respetar a los
científicos" y "repensar el modelo de ciudad que queremos" porque la
ordenación actual está hecha "para un clima que ya no existe".
"Quizás sería más sostenible un modelo de ciudad compacta en lugar
vivir cada uno en una parcela individuales porque se consumiría menos
suelo y recursos, y se ocuparía menos espacio inundable", ha sostenido
al respecto.
Además, ha puesto sobre la mesa la importancia de
tener en cuenta los efectos del cambio climático.
"Hay que pensar en si
donde antes la probabilidad de que cayeran 300 milímetros en 6 horas
era una vez cada 500 años, ahora podría ser cada 100", ha concluido Gil.
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