El estudio revela que los días de lluvia se 
han reducido en el período 1987-2021 un 14 por ciento respecto al 
período 1952-1986. Además, el volumen de precipitación (milímetros por 
año) se ha reducido globalmente un 9% en el segundo período respecto al 
primero.
   "Una disminución de las precipitaciones débiles o 
moderadas, como se destaca en este estudio, tiene profundas 
implicaciones ecológicas para el sistema hidrológico y, en consecuencia,
 para el bienestar de las comunidades. Del mismo modo, un aumento de las
 lluvias torrenciales tiene implicaciones tanto para los sistemas 
naturales como para los sociales", ha explicado María José Estrela, 
primera firmante del artículo y profesora del Departamento de Geografía 
de la Universitat de València.
   La investigación -sobre los 
ríos Segura, Guadiana, Guadalquivir y Júcar- también constata que las 
áreas en las que el río se recarga (tramos alto y medio) se ha dado una 
mayor concentración de las precipitaciones en esos 70 años, es decir, 
hay menos días de lluvia con mayor intensidad de la precipitación. 
En 
conjunto, en las cuencas estudiadas, en verano los días de lluvia 
descendieron un 28% de media y en invierno, un 19%, según ha informado 
la institución académica en un comunicado.
   Además, los 
periodos secos aumentaron, lo que constituye un "inconveniente para la 
efectividad de la recarga", ya que los mejores días para ello son 
aquellos con una lluvia moderada o baja (menor de 40 mm de lluvia por 
día), los cuales están disminuyendo con respecto a los días de 
precipitación de alta intensidad (mayor que 40 mm/d).
   El estudio, que también firman David Corell y Juan Javier Miró 
(Departamento de Geografía) y Raquel Niclós (Departamento de Física de 
la Tierra y Termodinámica), constata que estos cambios no fueron 
uniformes a lo largo del año, y que en verano e invierno la disminución 
de días de lluvia y volumen de precipitación fueron más acusados.
    Así, el volumen de precipitación descendió un 20% en verano y un 19%
 en invierno. Además, en primavera, también se redujeron las 
precipitaciones un 10% y solo en otoño, la época de mayor 
torrencialidad, el volumen aumentó un 10%.
   Según la 
investigación, es "crucial" un control de los recursos en el curso de 
los ríos Guadiana y Guadalquivir, ya que constituyen un "importante 
destino turístico que incrementa su población notablemente en verano e 
invierno, con cada vez menos agua". 
El estudio afirma que en estas 
cuencas se ha llegado a reducir entre un 30 y un 40% el volumen de 
precipitaciones.
   La investigación se ha basado en el análisis 
de 348 estaciones pluviómétricas situadas en las cuencas de los ríos 
Segura, Guadiana, Júcar y Guadalquivir, y pertenecientes a la Agencia 
Estatal de Meteorología (Aemet). 

 
 
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