BULLAS.- El año pasado se recogieron en la Región de Murcia 30.000 toneladas de almendras, lo que supuso un aumento de 4.500 toneladas respecto a 2016, ya que se recogió el fruto de las nuevas plantaciones.
Este
 año, como consecuencia de las heladas que se produjeron en febrero y 
marzo, descendió la producción de las variedades tempranas como largueta
 y marcona y se prevé una disminución en la cosecha del 25%, por lo que se recogerán alrededor de 22.500 toneladas.
El consejero de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, Miguel Ángel del Amor, visitó una finca ecológica de almendros en Bullas,
 que se encuentra en plena campaña de recolección, y destacó que «la 
Región cuenta con una superficie en agricultura ecológica de unas 80.000
 hectáreas, de ellas el 43% es de frutos secos».
Alrededor de 25.000 hectáreas reciben ayudas enmarcadas en el Programa de Desarrollo Rural de la Región de Murcia. El objetivo es conseguir una agricultura sostenible y de calidad, compatible con el medio ambiente en línea con los principios de la Política Agraria Común Europea.
En
 el sector de frutos secos, principalmente en secano, estas ayudas son 
un complemento para hacer viables las explotaciones que apuestan por 
mantener la actividad agraria en zonas de secano y luchar contra el 
despoblamiento rural. Además, del Amor enfatizó «la gran importancia del
 cultivo para evitar la desertificación de la Región y fomentar el 
mantenimiento del paisaje».
Plan de lucha contra la 'avispilla del almendro'
Por
 otra parte, a inicios del mes de agosto se detectaron los primeros 
focos de la avispilla del almendro en diversas plantaciones del 
Altiplano. Este insecto deposita los huevos en el interior de la almendra, lo que conlleva que las larvas se desarrollen por completo alimentándose de la pepita.
La
 Consejería cuenta con un plan de acción sobre esta plaga que ocasiona 
fuertes problemas de rendimientos en las zonas afectadas, con mermas de producción superiores al 60%.
 Al respecto, el titular de Agricultura recomendó a los agricultores que
 estén en plena recolección y detecten la plaga «avisar a los servicios 
de sanidad vegetal».
Dentro de este plan se desarrolla una campaña
 informativa destinada a las cooperativas, almacenes de procesado de 
almendra y agricultores, por la que se explica cómo identificar esta 
plaga y sus efectos adversos.
Además, se mantienen contactos permanentes con representantes de las organizaciones agrarias
 y se continúa con las prospecciones y tomas de muestras para analizar 
el comportamiento del insecto en las condiciones climáticas de la Región
 y estudiar la presencia de posibles depredadores o parásitos.

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