MURCIA.- Las unidades de Seguridad Ciudadana y el Servicio de Protección de la 
Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil han constatado un "leve" 
aumento de los casos de maltrato animal en la Región de Murcia durante 
el pasado año. En este sentido, y debido al reforzamiento de la 
protección de los animales con dicha modificación, ha intensificado sus 
actuaciones.
En concreto, el número de infracciones penales por maltrato y abandono de
 animales domésticos pasa de 25 en 2014 a 30 el pasado año, mientras que
 el número de detenidos, investigados o imputados asciende a 21. La 
mayoría de los casos denunciados son por hechos relacionados con 
maltrato animal.
La colaboración ciudadana es crucial para el 
inicio y, en su caso, el esclarecimiento de muchos delitos de este tipo,
 dado que la información de la sociedad resulta "muy valiosa" para la 
Guardia Civil a la hora de resolver los casos de maltrato animal.
Como
 en otro tipo de investigaciones y tipologías delictivas, la Guardia 
Civil de la Región de Murcia cuenta con una "fluida" colaboración con 
las policías locales de los municipios de la Región en materia de 
protección de la fauna.
Por este motivo, algunas de las 
actuaciones relevantes, así como muchos de los hechos que se investigan 
por maltrato/abandono de animales, efectivos de Policía Local han 
colaborado con la Benemérita.
El 
pasado año el Código Penal fue objeto de modificación para intentar 
solventar la problemática existente con los animales domésticos. Así, se
 agrava el delito de maltrato animal con una nueva tipificación del 
abandono, que pasa de ser una simple falta a constituir un tipo atenuado
 del maltrato animal.
A partir de su entrada en vigor, se puede 
inhabilitar para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga 
relación con los animales, incluso inhabilita para la tenencia.
En
 cuanto al abandono, los agentes han comprobado el agravante de que son 
desamparados en lugares en los que, por sus características y ubicación,
 suponen una grave exposición a ciertas amenazas y peligros para los 
mismos, siendo especialmente vulnerables por atropellos en vías de 
comunicación próximas a los lugares del abandono.
De forma que se 
enumeran los tipos de animales que se consideran protegidos y se 
introduce el sometimiento a explotación sexual como un tipo de maltrato,
 además del agravamiento por utilización de armas peligrosas para la 
vida, por ensañamiento, por pérdida o inutilidad de algún órgano 
principal, o por ejecución de los hechos en presencia de un menor.
En
 julio de 2014, la Guardia Civil esclareció el abandono y muerte de dos 
perros, cuyos cadáveres se encontraron en un paraje de Águilas, 
resultando imputado un vecino de la localidad. Un mes después, en el 
transcurso de otra operación para inspeccionar explotaciones equinas, 
imputó al propietario y el empleado de una explotación en Mula en cuyo 
interior se hallaron 39 caballos, la mayoría de ellos en estado de 
desnutrición extrema.
Posteriormente, en Alhama esclarecieron 
varios episodios de maltrato animal contra unos perros y en Cartagena 
varios casos de envenenamiento de perros mediante el empleo de raticidas
 entre la comida. Presuntamente, el arrestado, colombicultor, colocó 
venenos en espacios protegidos como Lugar de Interés Comunitario (LIC) y
 Zona Especial de Protección de Aves (ZEPA).
La muerte por 
ahorcamiento de un perro y el abandono, sin alimento ni agua, de otro, 
fue otra de las investigaciones del Seprona en 2014 que se saldó con la 
detención de una persona, un pastor.
El empleo de armas de fuego 
contra los animales también llevó a la Benemérita a imputar a un vecino 
de Águilas, que disparó con una escopeta de caza contra el perro, al que
 le quedaron secuelas debido a las heridas causada por impactos de 
perdigones.
En 2015 han sido varias las operaciones de la Guardia 
Civil de la Región de Murcia encaminadas al esclarecimiento de delitos 
contra el maltrato animales, entre ellas la muerte por ahorcamiento de 
un perro en San Javier y el envenenamiento de otro en Ricote o el 
fallecimiento a base de múltiples y severos golpes de otro can en Puerto
 Lumbreras.
Pero 2015 cerraba con una de las actuaciones más 
significativas en este sentido, cuando salió a la luz pública la 
instantánea de un vecino de San Pedro del Pinatar golpeando a un gato en
 plena vía pública, que resultó fallecido.
Ante 
este tipo de situaciones, la Benemérita ofrece una serie de consejos 
prácticos para adquirir una mascota. Así, considera que hay que 
concienciarse a la hora de adquirirla, ya que el animal necesita nuestra
 atención y precisa de unos mínimos cuidados
También aconseja 
adquirir la mascota en un centro autorizado para la venta de animales, 
además de que el comercio tiene que ofrecer la suficiente garantía sobre
 su situación legal y profesionalidad.
A la hora de comprar la 
mascota se debe solicitar información sobre el origen real del animal, 
pidiendo el pasaporte sanitario que corresponde a la mascota para poder 
comprobar que tiene el microchip y que éste coincide con el que figura 
en el documento.
Conviene conocer o, en su caso, que explique el 
vendedor las vacunas que precisa la mascota, las que tiene y donde le 
han sido suministradas y, a la vez, verificar el estado sanitario del 
animal por el informe correspondiente que nos proporcionará el propio 
vendedor, evitando que una posible enfermedad contagiosa pueda 
perjudicar la salud de otras mascotas existentes en el hogar.
Resulta
 muy útil revisar la fecha de nacimiento que figura en el pasaporte o 
cartilla sanitaria de la mascota para saber si ha sido importado desde 
otro país al nuestro, debiendo tener en cuenta que este traslado no se 
puede hacer con cachorros de perro de menos de tres meses de edad.
Además,
 aconseja solicitar información sobre el tiempo de cuarentena que la 
mascota ha estado en el comercio desde que fue importado hasta que ha 
sido vendido, ya que este período asegurará que el animal no desarrolle 
alguna enfermedad a los pocos días de su adquisición.
Y ante la 
oferta de mascotas por Internet, el consumidor debe estar especialmente 
sensibilizado en cuanto a las garantías ofrecidas, documentación 
proporcionada y estado de salud de la mascota. Ante un precio llamativo 
de la misma, debe estarse alerta ante la posibilidad de que el objeto 
del anuncio sea una estafa.
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