En 1965 se 
estrenó en Broadway el premiado musical ‘The Man of la Mancha’, con el 
papel de primer actor en la persona y la voz de Richard Kiley, ya famoso
 por su carrera anterior, que incluía ‘Siete Novias para Siete 
Hermanos’. Unos años después, en 1972, la obra se hizo película, y esta 
vez el protagonista fue Peter O’Toole. Pero la estrella absoluta en 
ambos casos fue y es la canción de Mitch Leigh y Joe Darion ‘The 
Impossible Dream’, el sueño imposible.
La
 letra de la canción se ha versionado varias veces al español, pero
 una traucción directa y simple le da toda la fuera a la primera 
línea: ‘Soñar el sueño imposible’. Es una descripción bastante 
perfecta de lo que está ocurriendo estos días en España, con los 
políticos embarullados y atrancados para la formación de un 
Gobierno en La Moncloa y otro en la Generalitat catalana.
Así lo
 ven los corresponsales y observadores de la prensa 
internacional. El diario financiero francés Les Echos titula así  la crónica de Michel de Grandi: ‘España, la coalición 
imposible’. Y en Le Figaro, la crónica de Mathieu de Taillac va 
encabezada por este otro título: ‘España, el Gobierno imposible’.
 No se han copiado, no. Simplemente, saben sumar. Como atestigua 
Taillac: ‘La aritmética imposible en el Parlamento español tras las
 elecciones del 20-D somete al conjunto de las fuerzas políticas a 
una fuerte presión’.
Estos dos medios y otros repasan las 
condiciones de unos y otros para pactar, la negativa de unos a 
apoyar a otros, la posibilidad de que haya nuevas elecciones en dos 
meses. También se arman de paciencia para contar los detalles y los 
matices de lo que una tercera corresponsal, Isabelle Piquer, cuenta
 en Le Monde: ‘La parálisis del campo independentista’ tres meses 
después de las elecciones autonómicas del 27-S.
Ahora bien, 
hay sus diferencias. Mientras Le Monde subraya que la victoria de 
los soberanistas ‘fue corta’, el corresponsal de Financial Times, 
Tobias Buck, la considera ‘sólida en escaños’, aunque 
evidentemente no en votos. Y la incertidumbre en Cataluña tiene 
sus consecuencias en Madrid, según hacen notar algunos medios: la 
condición que ha puesto Pablo Iglesias para negociar con el PSOE de 
Pedro Sánchez o de quien sea: el referéndum sobre la independencia 
catalana. Una condición que él llama ‘métodos democráticos’. 
Sólo que la democracia no la ha inventado él, ya existe.
Cuiosamente,
 todavía han aparecido muy escasas alusiones al forcejeo en el 
campo socialista y a las implicaciones que parecen avecinarse. 
Una de ellas la hace una crónica de AFP, que deja constancia de que el
 liderazgo de Sánchez ‘es discutido por miembros de la cúpula del 
partido’. Otra: Mathieu de Taillac se detiene a analizar cómo el 
PSOE ‘despliega sus divisiones’.
Pero casi todos le dan vueltas
 a la idea de lo imposible. Entre ellos Angus Berwick en la agencia 
Reuters: ‘Sin el respaldo de los socialistas, o al menos sin su 
apoyo implícito mediante la abstención, sería imposible que el PP
 formara Gobierno con una mayoría parlamentaria’. Otro 
imposible, en versión de la agencia AP: ‘El intento de secesión 
de Cataluña, en el limbo tras la votación de la CUP’.
(*) Periodista
 
 
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