MURCIA.- Durante tres horas y media los miembros del Consejo Social de la 
Universidad de Murcia debatieron ayer en una tensa reunión sobre la 
posición que su presidente, Javier Ruano, mantuvo hace una semana en el 
Consejo Interuniversitario en el que se votaba la implantación de nuevos
 títulos en la Universidad Católica de Murcia. Los representantes de los
 profesores, alumnos, el PAS y los sindicatos fueron los más 
beligerantes en sus reproches a Ruano por su voto y, en especial, por el
 hecho de no haber convocado un pleno previo para conocer cuál era la 
decisión colegiada del órgano, según la crónica de 'La Opinión'. 
Ruano, que votó que sí a pesar de 
que el rector, José Orihuela, se oponía a los nuevos títulos de la UCAM,
 defendió ante el pleno su decisión y su convicción de «que el voto es 
personal». Los vocales del sector empresarial y económico como Carlos 
Recio, tesorero de la CROEM; José García Balibrea, presidente de la 
Asociación de Fabricantes de Áridos, o Juan Antonio Pedreño, presidente 
de la Unión de Cooperativas, respaldaron la actuación de Ruano y 
manifestaron que comparten su intención de voto. 
Entre las más 
beligerantes con Ruano estuvo Gloria Alarcón, representante de los 
profesores. Su mayor enfado, al margen del voto positivo, era «por no 
haber consultado a quienes representamos al 95% de la UMU; profesores y 
alumnos». 
Esther Clavero, representante del PSOE también tiene claro que
 Ruano «no defendió los intereses de la pública y es lo que debía haber 
hecho». 
El equilibrio de 'fuerzas' prácticamente estuvo igualado. El 
tira y afloja finalizó con el compromiso de pasar página y seguir 
trabajando por mejorar la Universidad de Murcia. Eso sí, se revisarán 
procedimientos y se harán consultas jurídicas sobre cómo debe actuar el 
presidente en situaciones como la del Consejo Interuniversitario y si su
 voto es personal o colegiado. 
El rector, José Orihuela, que según los 
presentes tuvo un papel conciliador, manifestó al salir de la reunión 
que el pleno «ha servido para respaldar la gestión de Ruano al frente 
del Consejo», y para comprometerse a revisar procedimientos. Ruano, que 
agradeció las palabras del rector, considera que «de esta situación el 
Consejo Social ha salido fortalecido, más unido y con la idea de ganar 
en transparencia». 
El Consejo Social parece, por el momento, que 
cierra capítulo, pero en la Universidad comienza a haber movimientos 
para que tanto el Consejo de Gobierno como el Claustro debatan sobre su 
actuación. Porque profesores y personal de la UMU recogen apoyos para obligarle a dar 
explicaciones de su voto a favor de la UCAM ante el Consejo de Gobierno y
 el Claustro, según adelanta hoy 'La Verdad'.
Por otra parte, los alumnos de la Facultad de Medicina de la UMU continuarán una semana más sin iniciar las prácticas clínicas. La Junta de Facultad decidió ayer mantener el plante, que ayer cumplió su segunda semana y que va camino de alargarse.
El órgano de gobierno ha decidido que tienen que dar un paso más para que sus reivindicaciones sean escuchadas «por toda la sociedad y para desmentir muchas de las cosas que se están diciendo», según explicó a 'La Opinión' el decano, Miguel García Salom. La Facultad está especialmente molesta con el diputado del PP Javier Iniesta por su afirmación de que «nadie se cree que noventa alumnos de la UCAM puedan poner en riesgo las prácticas de mil de la UMU».
García Salom recordó que los 90 alumnos son por curso y que si se suman todos los actuales «este año habrá cerca de quinientos, y en los próximos años la cifra crecerá». En los próximos días la Facultad decidirá qué medidas empezará a tomar. Medicina no quiere retomar la actividad hasta que firme un nuevo convenio con el SMS que les garantice exclusividad en la Arrixaca, el Morales Meseguer y el Reina Sofía.
Por otra parte, los alumnos de la Facultad de Medicina de la UMU continuarán una semana más sin iniciar las prácticas clínicas. La Junta de Facultad decidió ayer mantener el plante, que ayer cumplió su segunda semana y que va camino de alargarse.
El órgano de gobierno ha decidido que tienen que dar un paso más para que sus reivindicaciones sean escuchadas «por toda la sociedad y para desmentir muchas de las cosas que se están diciendo», según explicó a 'La Opinión' el decano, Miguel García Salom. La Facultad está especialmente molesta con el diputado del PP Javier Iniesta por su afirmación de que «nadie se cree que noventa alumnos de la UCAM puedan poner en riesgo las prácticas de mil de la UMU».
García Salom recordó que los 90 alumnos son por curso y que si se suman todos los actuales «este año habrá cerca de quinientos, y en los próximos años la cifra crecerá». En los próximos días la Facultad decidirá qué medidas empezará a tomar. Medicina no quiere retomar la actividad hasta que firme un nuevo convenio con el SMS que les garantice exclusividad en la Arrixaca, el Morales Meseguer y el Reina Sofía.
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