Las elecciones del 24M han dejado 
patente la necesidad de cambio en la gestión de lo público por parte de 
los nuevos Gobiernos surgidos en corporaciones locales y Gobiernos 
autonómicos. Es el signo de los tiempos: es evidente que, frente a 
quienes pretenden frenarla, está surgiendo una sociedad civil viva, 
independiente de los partidos, y con una clara idea de adónde quiere 
llegar. 
Algo está empezando a cambiar, aunque no del todo, pues la vieja
 clase política aún no se ha hecho a la idea y tiene que vencer los 
resortes que aún le ligan a un pasado de poder despótico derivado de 
unas mayorías absolutas que se han roto. Porque está claro que para que 
una democracia funcione se necesita una sociedad civil viva que logre 
que lo básico no termine bajo la tiranía del lenguaje partidista del y 
tú más y tú menos que no soluciona nada. En esta situación se empieza a 
asumir que el debate es necesario, los acuerdos perentorios y que 
alcanzarlos es labor de todos nosotros, aunque las viejas inercias son 
difíciles de romper.
El ejemplo más directo lo acabamos de vivir 
en relación a la propuesta de llegada en superficie de la alta velocidad
 ferroviaria a la Estación Murcia-El Carmen, sobre la que hemos 
propuesto a todos los grupos políticos presentes en la Corporación 
municipal de Murcia una moción para oponerse a tal desatino de Fomento, 
con la finalidad básica de asegurar el soterramiento de la las vías en 
la ciudad de Murcia. Mientras que sin ningún problema durante esos 
pasados años sólo podíamos llamar a concejales y diputados de la 
oposición, con la facilidad de la mensajería telemática y whatapps que a
 veces llega a ser cansino y agotador, con el partido que continua en el
 Gobierno los teléfonos parece que empiezan a abrirse y los contactos 
mejoran, como mostraron el otro día, al recibirnos, el alcalde Ballesta y
 sus portavoces en una reunión que esperamos que fuera fructífera.
En
 aquella reunión expusimos nuestra desconfianza acerca del quinto punto 
de la moción redactada y consensuada. Un punto que creíamos que podía 
ser mejorado de cara al próximo Pleno, con objeto de que no cupiera 
ninguna duda interpretativa, y que al mismo tiempo separara la vía 
jurídica de la vía política que, hasta el momento, no parece haber dado 
ningún fruto, a pesar de una sucesión de acuerdos por unanimidad, en la 
legislatura anterior, primero en el Ayuntamiento y luego en la Asamblea.
 Con el fin de evitar y no consentir, frente a lo firmado y convenido, 
que llegue el tren en superficie donde debería llegar soterrado. 
Entenderán
 nuestras reticencias, pues en veinticinco años hemos visto cosas que no
 creerían, como que quienes nos felicitaban en 2009 por seguir en la 
brecha, ahora niegan la mayor, nos dejan atrás y aceptan una llegada en 
superficie claramente ilegal. No nos lo tomen a mal, ya sólo creemos en 
hechos, y no en palabras, por muy escritas que la mismas estén en 
papeles sellados con el anagrama del Ayuntamiento. 
Es por esa razón, por haber tenido tan cerca el cielo, del que nos hemos caído tantas veces, que ya nos acompañan cardenales cuando salimos de manifestación, y por ese mismo motivo queremos amarrar el punto quinto:
«Solicitar
 al ministerio de Fomento la formalización a la mayor brevedad posible 
del proyecto que incorpore los plazos previstos para la ejecución de la 
actuación de integración y soterramiento, junto con la remodelación de 
la Estación Murcia-El Carmen, en una única obra, así como la 
financiación con cargo a los Presupuestos Generales del Estado. Una vez 
que este proyecto esté elaborado, aprobado y con partida en los 
Presupuestos Generales del Estado, se iniciarán las obras que tendrán 
como referencia única y exclusiva el proyecto de soterramiento acordado 
en el Convenio de 2006, y no el proyecto actualmente adjudicado que 
contempla la llegada en superficie, que quedaría sin efecto». 
No 
olvidemos que el proyecto adjudicado es ilegal por no cumplir las 
exigencias de la ley en materia de medio ambiente, y su ilegalidad no 
puede ser soslayada por ningún acuerdo de Pleno mientras se mantengan 
las circunstancias y condiciones en que se ha adjudicado, pues ningún 
acuerdo de pleno, aun siendo por unanimidad, puede legitimar lo que es 
ilegítimo en origen, como es la adjudicación a Aldesa publicada en el 
BOE el pasado día 22 de junio.  
Con ello, nos aseguraríamos que 
el tren llegará soterrado a la estación del Carmen, a cota menos ocho 
metros, lo que nos aseguraría su continuidad a lo largo de las 
siguientes fases, mientras que, desde el Ayuntamiento continúa la 
necesaria actividad jurídica que nos permita presionar al Gobierno 
central, independientemente de quién esté a su frente después de 
noviembre, de cara a conseguir la subsanación de los problemas de 
integración ferroviaria de la ciudad de Murcia. Algo que ha demostrado 
tener muy claro el alcalde de la vecina ciudad de Cartagena que ha 
recogido las demandas de la Asociación de Vecinos del entorno de la 
Estación a la que desde esta Plataforma hemos apoyado desde sus inicios.
 Curioso sería que, por anteponer los intereses de un partido, en lo 
nacional o en lo regional, quedara la ciudad de Murcia partida en dos en
 una situación desastrosa, a todas luces inadmisible.
(*) De la Plataforma Pro Soterramiento 

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