MURCIA.-  El secretario general del PSRM, Rafael 
González Tovar, ha exigido que "se garanticen las prestaciones 
sanitarias a los inmigrantes, con independencia de su situación legal, 
de acuerdo con las recomendaciones del Comité sobre los Derechos 
Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas".
   Por su parte, la responsable de Sanidad del Grupo Parlamentario 
Socialista, Teresa Rosique, ha presentado una moción en la Asamblea que 
recoge dicha reivindicación.
   El Real Decreto Ley 16/2012 de recortes en sanidad supone, en la 
práctica, "un cambio de nuestro modelo de sanidad, hasta hoy universal, 
público, gratuito y equitativo". Por ello, sostiene González Tovar, 
"dicho recorte constituye la mayor agresión a la sanidad pública que 
hemos vivido en la historia de la democracia". 
   Con este cambio, ha advertido, "se pasa de un sistema de derechos a
 un sistema de aseguramiento; es decir, retrocedemos al sistema anterior
 a la Ley General de Sanidad de 1986, en el que la atención sanitaria 
era una contraprestación por lo cotizado, en vez de un derecho ciudadano
 universal". 
   Para González Tovar, "esta decisión, adoptada de manera 
irresponsable y sin consenso, es de una enorme gravedad y va a tener 
repercusiones tanto en la cohesión social como en la salud pública de 
nuestro país".
   Por su parte, la diputada Teresa Rosique argumenta en su moción 
que la exclusión de los inmigrantes en situación irregular "supone un 
retroceso en los Derechos Humanos y una medida injusta socialmente".
   "Además, alerta, supondrá un ahorro poco relevante en términos de 
reducción del déficit y, sin embargo, su impacto en términos de salud 
será enorme, en especial, para pacientes en tratamiento por cáncer, 
hemodiálisis y otras enfermedades crónicas, cuya continuidad dependerá 
ahora de su capacidad de renta para poder costearlos".
   En la Comunidad Autónoma, el Gobierno regional "calcula que los 
inmigrantes en situación irregular son unos 33.000, y diversos estudios 
apuntan a que el gasto que genera la atención sanitaria a estos 
inmigrantes es mínimo". 
   De hecho, Andalucía calcula que el gasto de atención sanitaria a 
inmigrantes en esta situación "ronda en torno al 0,68% de su gasto 
sanitario". Por tanto, apunta Rosique, "no se justifica, ni siquiera en 
términos económicos, el recorte en derechos que Rajoy ha realizado con 
ese Real Decreto".
   Precisamente, destaca que el Comité sobre los Derechos Económicos,
 Sociales y Culturales de Naciones Unidas, que acaba de examinar el 
quinto informe de España sobre la aplicación del Pacto Internacional de 
Derechos Económicos, Sociales y Culturales, "ha manifestado públicamente
 su preocupación por las modificaciones introducidas por el Real Decreto
 Ley 16/2012, del 20 de abril de 2012; en particular, en la Ley de 
Extranjería de 2009, que recorta los derechos de acceso de los 
inmigrantes en situación irregular a los servicios públicos de salud".
   En este sentido, el Comité recomienda al Gobierno asegurar que, de
 conformidad con el principio de universalidad de las prestaciones 
sanitarias, "las reformas adoptadas no limiten el acceso de las personas
 que residen en España a los servicios de salud, cualquiera sea su 
situación legal". 
   También recomienda que el Gobierno "evalúe el impacto de toda 
propuesta de recorte en cuanto al acceso de las personas y colectivos 
desfavorecidos y marginados a los servicios de salud".
   Comunidades Autónomas como Cataluña, País Vasco y Andalucía "ya 
han anunciado que no quitarán la tarjeta sanitaria a los inmigrantes en 
situación irregular y la Comunidad Valenciana prolongará la atención 
sanitaria a los sin papeles, proporcionándoles una tarjeta sanitaria 
temporal que garantizará todas las prestaciones". 
   Por ello, el secretario general de los socialistas murcianos ha 
denunciado públicamente que "resulta incomprensible que en la Región, la
 Consejería de Sanidad y Política Social no sólo no se ha limitado a 
aplicar a rajatabla esta medida, sino que procedió a negar la tarjeta 
sanitaria antes de la fecha límite, fijada para el 1 de agosto".
   Por otro lado, ha recordado que la Ley General de Salud Pública, 
aprobada recientemente, "prevé la evaluación del impacto en la salud de 
las normas, planes, programas y proyectos que se seleccionen, por tener 
un impacto significativo en la salud".
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