BRUSELAS.-   La Alta Representante de Política Exterior y  Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, ha celebrado el sí del  Parlamento Europeo al nuevo acuerdo agrícola con Marruecos porque marca  "un nuevo capítulo" en las relaciones con el reino alauí.
   "El acuerdo UE-Marruecos marca un nuevo capítulo en las  relaciones. Felicidades al Parlamento Europeo por un profundo debate  sobre el convenio", ha afirmado la jefa de la diplomacia europea en un  comentario difundido por sus servicios de prensa a través de una red  social.
   El nuevo acuerdo entrará en vigor en los próximos meses para un  periodo aproximado de diez años y ofrece una liberalización casi total  para la mayoría de mercancías agrícolas y pesqueras. Sin embargo, prevé  volúmenes más reducidos o contingentes arancelarios para una lista de  producciones consideradas "sensibles" para la Unión Europea: el tomate,  el pepino, la fresa, la mandarina, el ajo, el calabacín y el azúcar.
   El sector agrícola en España, en especial los productores de  tomate en Andalucía, Canarias y Murcia, ha criticado el nuevo acuerdo  porque lo consideran desequilibrado y se quejan de que la parte marroquí  incumple los volúmenes y precios pactados bajo el convenio actual.
   Los eurodiputados españoles de los distintos grupos con presencia  en la Eurocámara han votado en bloque en contra de la ratificación.  Unos, los 'populares' y socialistas, porque consideran que perjudica a  los productores españoles y el resto, como Raül Romeva (ICV) y Willy  Meyer (IU), porque reclaman que los recursos del Sáhara occidental sean  excluidos.
   Pese a las críticas generalizadas en España contra el acuerdo y a  las dudas en la Eurocámara de los grupos de Los Verdes y de Izquierda  Unitaria, el Ejecutivo comunitario ha apoyado con contundencia los  beneficios del nuevo régimen comercial para los intereses de los  agricultores de ambos lados del Mediterráneo.
   El pasado diciembre la Eurocámara tumbó otro acuerdo con  Marruecos, el que permitía a la flota comunitaria pescar en aguas  gestionadas por Rabat, por dudas sobre su rentabilidad y respeto de los  Derechos Humanos de la población del Sáhara occidental.
   Además de Ashton, los comisarios de Agricultura, Dacian Ciolos, y  el de Política de Vecindad, Stefan Füle, han defendido esta semana la  importancia de que saliera adelante el acuerdo como señal firme del  apoyo que la Unión Europea ofrece a los países del norte de África que  han seguido la llamada 'primavera árabe'.
   En un discurso ante los eurodiputados el martes, Ciolos advirtió  de que Marruecos "no es un socio cualquiera" para la Unión Europea y  Füle ha dicho este mismo jueves que el acuerdo está en línea con los  nuevos objetivos europeos de dar más ayudas a los países de la región  que más se comprometan con la democracia.
   "Envía un mensaje fuerte a Marruecos y otros vecinos del Sur sobre  nuestra determinación de avanzar en nuestra relación de manera práctica  y tendrá un fuerte impacto positivo para los ciudadanos tanto de  Marruecos como de la UE", ha dicho Füle.
   También el presidente de la Eurocámara, el alemán socialista  Martin Schulz, ha defendido la ratificación de la Eurocámara, tras  admitir que "no ha sido un voto fácil". 
"Nuestro apoyo a las reformas  democráticas y a las transformaciones en la región del Mediterráneo  tiene que ir acompañado con hechos tangibles", ha apuntado.
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