MADRID.- El ministro de Fomento, José Blanco, cifró en 1.400 millones de euros  el importe "que costará a todos los españoles" resolver el problema de  riesgo de quiebra que presentan un grupo de sociedades concesionarias de  un autopistas, entre ellas las radiales de Madrid.
   Blanco denunció que se trata de la "herencia recibida" por los  socialistas en por la "mala planificación y el derroche de gasto" del  Gobierno de José María Aznar.
   "Esta mala planificación y derroche de gasto que van a costar  1.400 millones a todos los españoles", según el ministro. "Y suponen un  auténtico quebradero de cabeza para las empresas españolas que habrá que  resolver en los Presupuestos Generales del Estado para 2011", añadió.
   En respuesta al diputado 'popular' Andrés Ayala durante la  sesión de control al Gobierno en el Congreso, Blanco ha explicado que la  Ley del Suelo de 1998, impulsada por el PP multiplicó "por cuatro" el  coste de las expropiaciones necesarias para construir dichas autopistas,  previsto inicialmente en 300 millones de euros. 
   Después de destinar 250 millones de euros en préstamos  participativos en 2010 para afrontar este problema, los Presupuestos de  2011 incluyeron otros 135 millones. No obstante, una enmienda socialista  ha incrementado esta cantidad hasta los 250 millones y el PSOE mantiene  una negociación abierta con PP y CiU para elevar todavía más esta  dotación.
   En cualquier caso, la patronal de concesionarias de autopistas  Aseta estima en unos 800 millones de euros la inyección de capital que  necesita este grupo de sociedades para evitar el riesgo de quiebra,  según informaron fuentes del sector.
1 comentario:
Tuvieron Uds. oportunidad de ni siquiera ejecutar la infraestructura allá por 2004. Pero pensaron que les saldría muy caro por las indemnizaciones. Ahora nos saldrá mucho más caro. La responsabilidad no es suya (no era ministro) sino de su presidente, aunque Aznar y Cia tuvieran otra gran parte de la culpa. Uds. desde el gobierno pueden tratar de paralizar ciertas cosas o retirar competencias. Pero son cobardes y temen al capital. ¡Qué le vamos a hacer!
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