
En la homilía de la eucaristía que fue oficiada por él mismo, Reig Pla reiteró su obediencia y lealtad a la Iglesia y al Santo Padre y apeló a la unidad de la Diócesis, según 'El Faro'.
Además, prometió ser obediente “a la verdad y lealtad al Santo Padre, pero sobre todo a Dios que no tiene en cuenta mis errores y que me ha dado una oportunidad nueva para que, con lo aprendido, comenzar un nuevo camino y no errar en él, siguiendo así la voluntad de Dios”.
Esta homilía, que fue ovacionada cuando terminó por todo el público asistente, también sirvió para aconsejar a los sacerdotes –que fueron los que organizaron este acto de despedida– a “que no se meta el demonio entre vosotros” y les pidió que “améis al nuevo obispo como habéis amado a los anteriores obispos y a mi”, apelando a la “comunión entre vosotros”.
Del mismo modo, el obispo Reig Pla afirmó que “sólo atendiendo a la libertad por la verdad y a la obediencia seremos fecundos”.
Los sacerdotes le mostraron su apoyo a un obispo que iba emocionándose conforme iba pasando la eucaristía y le regalaron un cáliz con cuatro medallones en donde había representadas cuatro pasajes bíblicos relacionados con la Virgen.
Asimismo, afirmaron, en boca del vicario general, Miguel Ángel Cárceles, que “su amor a la verdad y la justicia es un testimonio para desempeñar nuestro trabajo”.
Además, prometió ser obediente “a la verdad y lealtad al Santo Padre, pero sobre todo a Dios que no tiene en cuenta mis errores y que me ha dado una oportunidad nueva para que, con lo aprendido, comenzar un nuevo camino y no errar en él, siguiendo así la voluntad de Dios”.
Esta homilía, que fue ovacionada cuando terminó por todo el público asistente, también sirvió para aconsejar a los sacerdotes –que fueron los que organizaron este acto de despedida– a “que no se meta el demonio entre vosotros” y les pidió que “améis al nuevo obispo como habéis amado a los anteriores obispos y a mi”, apelando a la “comunión entre vosotros”.
Del mismo modo, el obispo Reig Pla afirmó que “sólo atendiendo a la libertad por la verdad y a la obediencia seremos fecundos”.
Los sacerdotes le mostraron su apoyo a un obispo que iba emocionándose conforme iba pasando la eucaristía y le regalaron un cáliz con cuatro medallones en donde había representadas cuatro pasajes bíblicos relacionados con la Virgen.
Asimismo, afirmaron, en boca del vicario general, Miguel Ángel Cárceles, que “su amor a la verdad y la justicia es un testimonio para desempeñar nuestro trabajo”.
2 comentarios:
Cuando este papa que está bien cascado pase a mejor vida, entonces veremos si Mendoza tiene tanta influencia o lo "pasan por la piedra" en Roma. Y no como mártir, precisamente.
Sacerdotes no hubo "un centenar", sino 280.
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