MURCIA.- La contaminación del dióxido de nitrógeno 
(NO2), muy vinculado al tráfico de vehículos a motor, se ha reducido en 
el entorno urbano de Murcia un 47 por ciento en las dos primeras semanas
 de confinamiento del mes de marzo.
   Así lo ha avanzado el coordinador de Ecologistas en
 Murcia, Pedro Luengo, que advierte que el NO2, junto a las partículas 
en suspensión PM10 y PM 2,5 y el ozono, "son los contaminantes con mayor
 incidencia a nivel nacional".
   A nivel nacional, la reducción media se cifra en un 55 por ciento 
en comparación con la media de la última década, desde 2010 a 2019, 
según el informe de Ecologistas en Acción 'Efectos de la crisis de la 
COVID-19 sobre la calidad del aire urbano en España', en el que se 
concluye que la reducción drástica del tráfico "se está traduciendo en 
una mejora sin precedentes de la calidad del aire, muy por debajo de los
 límites legales y las recomendaciones de la OMS".
   El informe, elaborado por Ecologistas en Acción, analiza los datos
 oficiales de dióxido de nitrógeno (NO2) recogidos en 125 estaciones de 
medición, repartidas entre 24 ciudades del Estado español, entre las que
 se encuentra Murcia, durante el mes de marzo de 2020 y de los diez años
 anteriores.
   Según Luengo, uno de los efectos del confinamiento es la reducción
 "drástica" del tráfico, que en algunos sitios de España ha llegado al 
90 por ciento en el caso de vehículos particulares y el 50 por ciento en
 el tráfico pesado.
   En cuanto a la ciudad de Murcia, el valor medio de NO2 de la red 
urbana entre el 14 y el 31 de marzo de 2020 ha sido de 17 microgramos 
por metro cúbico (mg/m3), mientras el valor equivalente para el período 
2010-2019 fue de 31 mg/m3, lo que supone una reducción del 47%.
   En el caso de la estación de tráfico más significativa, San 
Basilio, el valor medio de NO2 entre el 14 y el 31 de marzo de 2020 ha 
sido de 24 mg/m3, mientras en el período 2010-2019 fue de 40 mg/m3, 
suponiendo una reducción del 39%.
   En definitiva, "esta dramática situación creada por la pandemia 
del coronavirus viene a corroborar algo en lo que viene insistiendo 
Ecologistas en Acción y toda la comunidad científica: que la reducción 
del tráfico motorizado en las ciudades tiene claros efectos en la 
disminución de la contaminación, algo que a su vez supone una importante
 mejora de la salud pública".
   Una vez se salga de esta "dura" crisis, del confinamiento y las 
limitaciones a la circulación de las personas, esta constatación, según 
Luengo, "debería marcar las políticas de movilidad urbana, implantando 
zonas de bajas emisiones ambiciosas, recuperando el transporte público y
 potenciando la bicicleta y el tránsito peatonal, como medios de 
transporte alternativos al vehículo privado".
   Hay que recordar que el NO2 provoca cada año en España alrededor 
de 7.000 muertes prematuras, según el Instituto de Salud Carlos III y la
 Agencia Europea de Medio Ambiente. "Es un gas irritante que agrava las 
enfermedades respiratorias y merma la resistencia a las infecciones, por
 lo que su drástica reducción es una buena noticia, en el contexto de 
emergencia sanitaria actual", dice.

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