El presidente de los Estados Unidos Barack Obama ha acusado a Rusia 
de haberse entrometido en la campaña electoral presidencial para 
favorecer a Donald Trump y dañar a Hillary Clinton utilizando espionaje 
cibernético y filtraciones de documentos secretos de la campaña de 
Clinton, como el relativo a las recomendaciones del Partido Demócrata en
 favor de Hillary Clinton y contra de Bernie Sanders en las primarias 
del Partido Demócrata.
La acusación de Obama, que ha dejado descolorado a Trump, es de la 
mayor gravedad porque acusa a una potencia extranjera como Rusia de 
interferir y alterar la vida democrática de Estados Unidos ni más ni 
menos que en las elecciones presidenciales. Y ello ha llevado a Obama a 
expulsar de manera fulminante a 35 diplomáticos rusos acusados de 
espionaje y a otros agentes y empresas rusas que han sido cerradas por 
igual motivo.
Con estas decisiones y sanciones, que se ampliarán en los próximos 
días, Obama se despide de la presidencia norteamericana haciendo alarde 
de su firmeza y autoridad, y dejando a Trump en difícil situación por su
 amistad con Putin y una vez que una parte del Partido Republicano apoya
 a Obama, ahí incluido el presidente de la Cámara de Representantes, 
Paul Ryan.
La decisión de Obama, que seguramente será respondida por Putin en 
las próximas horas con expulsiones de Rusia de diplomáticos americanos 
-sobre los que Obama ha dicho que están sufriendo el acoso ruso- está 
avalada por investigaciones oficiales y pruebas que el presidente 
americano anuncia que se harán públicas en próximos días.
Estos hechos dejan a Trump en una delicada posición porque si anula 
las decisiones de Obama cuando asuma la presidencia no faltaran quienes 
lo ocupen de traidor a su país y de haberse aprovechado de la 
intromisión de Rusia en la campaña presidencial norteamericana para 
ganar a Clinton.
Asimismo, con estas decisiones y con el reciente voto de USA en la 
ONU contra los asentamientos ilegales de Israel en Palestina, el 
presidente Obama refuerza su prestigio y autoridad después de ocho años 
al frente de la Casa Blanca y en víspera de la llegada al poder del 
conflictivo Trump que ya veremos cómo reacciona ante estos 
acontecimientos que, por ahora, han dejado a Putin al descubierto y en 
pésimo lugar en la escena internacional.
(*) Periodista

 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario