Sin estos atípicos, el beneficio neto del grupo habría crecido un 9,6% en 2018,
hasta alcanzar los 783,3 millones de euros, sostiene el banco catalán,
que aclara también que, dejando al margen a TSB, el Sabadell habría
ganado 568 millones de euros en 2018.
El margen de intereses, que refleja la evolución del negocio típicamente bancario, subió en 2018 un 0,3%, hasta los 3.675,2 millones de euros.
A pesar de que las comisiones netas aumentaron un 9,5 %, hasta los 1.335,3 millones, el margen bruto,
que mide la relación entre ingresos y costes financieros, cayó un 10%,
hasta situarse en 5.010,2 millones, afectado por factores como los
menores resultados de las operaciones financieras (-59,4%) o por la menor aportación de dividendos por participaciones (-79,5%).
Por otra parte, los gastos de explotación aumentaron un 8,9%, hasta los 2.920,4 millones y los costes no recurrentes se quintuplicaron, hasta los 291,5 millones debido, principalmente, a los problemas de la migración tecnológica de TSB.
Asimismo, el Sabadell destinó en 2018 un total de 1.320,4 millones de euros a provisiones para insolvencias y otros deterioros,
y generó plusvalías por ventas de activos por 2,5 millones, frente a
los 432,7 millones obtenidos por esta vía en 2017, un conjunto de
condicionantes que explican que el año pasado su beneficio se redujera
un 54,2% en comparación a 2017, cuando ganó 717 millones.
Una vez superada la migración tecnológica de TSB, el Sabadell considera que su filial británica afronta una "nueva etapa" en la que su plataforma tecnológica permitirá "mejorar la experiencia del cliente y desarrollar el negocio de pymes".
"TSB
cerró el ejercicio 2018 con 140.000 nuevos registros frente a 80.000
salidas, lo que consolida la franquicia una vez superados los incidentes
de la migración", añade Banco Sabadell en un comunicado.
El Sabadell ha aprovechado 2018 para culminar la limpieza de su balance de activos tóxicos procedentes del estallido de la burbuja inmobiliaria, al desprenderse de carteras institucionales por un volumen de 5.800 millones y al haber acordado
la venta del 80% de Solvia a Lindorff, sociedad perteneciente al grupo sueco
Intrum.
En este sentido, el grupo acabó 2018 con una ratio de morosidad del 4,22%, casi un punto menos que en 2017, y mejoró su cobertura de dudosos hasta el 54,1% y su ratio de eficiencia hasta el 58,29%.
En cuanto a las magnitudes del grupo, los activos totales
aumentaron un 0,4%, hasta los 222.322 millones; la inversión crediticia
bruta viva lo hizo un 1,3% hasta 139.366 millones, los recursos de
clientes en balances repuntaron un 4%, si bien los de fuera de balance
cayeron un 2,8%.
En esta línea, el banco ha asegurado que el crédito bruto
creció en 2018 por primera vez desde el inicio de la crisis y que el
vivo repuntó un 3,2% interanual, impulsado por el buen comportamiento de
las pymes y las grandes empresas en España y por la buena evolución del
negocio en México.
El año pasado Banco Sabadell, que da trabajo a
26.181 personas y cuenta con 2.457 oficinas, captó 436.455 clientes
nuevos, 342.138 de ellos particulares y los 93.802 restantes de
empresas.
En cuanto a su posición de capital, el ratio CET1
fully-loaded,
es decir, el calculado teniendo en cuenta si estuvieran ya en vigor
todas las exigencias del regulador, se sitúa en el 11,3% al cierre de
2018.
La entidad ha comunicado que, según lo que acordó ayer el consejo de administración en Alicante, distribuirá un dividendo complementario a sus accionistas de 0,01 euros brutos por acción.
Este
dividendo complementa al abonado a cuenta de los resultados, por
importe de 0,02 euros brutos y que se pagó el pasado 28 de diciembre. De
esta forma, la retribución total al accionista en efectivo correspondiente a 2018 alcanza los 0,03 euros brutos por acción.
La
propuesta de dividendo tendrá que ser aprobada ahora por la Junta
General Ordinaria de Accionistas, de forma que el dividendo
complementario se abonará tras dicha Junta.
Las acciones de
Sabadell han recibido un duro castigo en Bolsa tras la presentación de
las cuentas. Su cotización se ha hundido un 9,09%, la mayor caída del
Ibex, hasta los 0,90 euros por título. En lo que va de año, el banco que
preside Josep Oliu se deprecia más de un 9% en Bolsa.