
El eventual gobierno tripartito municipal de Águilas ha puesto de los nervios a demasiada gente mal acostumbrada a los reveses: Carlos Egea, los hermanos Valcárcel, Trinitario Casanova, Pedro García Meroño, Eusebio Abellán, Juan Bas, Sebastián Fernández, Juan Montiel… Este último casi obligó a sus trabajadores a votar a Juan Ramírez en las últimas elecciones municipales. Demasiados intereses espurios también detrás y delante de la cortina por causa de la Marina de Cope y La Zerrichera. La reacción murciana mafiosa está echando el resto antes de perderlo todo cuando ha estado casi tocándolo con la mano. Mala suerte, chicos. Otra vez ya no será.
Presiones intolerables sobre la sede socialista de Princesa desde Gran Vía, ofensiva mediática a la desesperada para tratar de confundir hasta intentar dinamitar una alternativa progresista municipal y, entretanto, reyerta dialéctica en el seno del grupo municipal del PP: la doctora Catalina Lorenzo se ve con fuerza para ser ahora la alcaldesa y capaz de negociar todavía la gobernabilidad del consistorio con los más reacios al tripartito. Lo va a intentar ya mismo porque, a final de semana o comienzos de la que viene, se pueden producir acontecimientos irreversibles para sus propósitos.
Águilas es un municipio emblemático ahora para la izquierda murciana y perfectamente puede optar a recuperarlo. En las recientes elecciones ganó por escaso margen, pero ganó pese a las maniobras y el juego sucio del todavía alcalde, imputado por jueces y fiscales por varios y presuntos graves delitos que, casi con toda seguridad, acabarán con la inhabilitación de Ramírez Soto para ejercer cargo público. Sus amigos de Madrid (en la sombra en “Isla del Fraile”) no pueden ya hacer mucho por él en los tribunales aunque así se lo hayan hecho creer ante su estado de ansiedad.
Las elecciones generales están a la vuelta de la esquina y José Blanco acaba de visitar la Región para apoyar explícitamente a Saura. Si lo de Águilas sale bien, la actual dirigente del PSOE aguileño, Mari Carmen Moreno, pudiera aspirar con posibilidades a ir en la candidatura por Murcia al Congreso de los Diputados. Y si sale mal para el PP, el “tapado” Ballesta se aprestaría a suceder pronto a Valcárcel pero sólo si logra vencer antes las ambiciones de Miguel Ángel Cámara porque este tiene el control del aparato regional del partido. El perdedor absoluto sería entonces Gómez Fayrén pese a las promesas de gente ahora en apuros y debilitada ante San Esteban y el diario “La verdad”.
Saura está apoyado por Ferraz pero ese apoyo sólo podrá conservarlo si mejora sustancialmente los resultados del pasado 27 de mayo, amplía apoyos sociales y gana representación popular el 9 de marzo como catapulta para los comicios autonómicos de 2011. Si se estanca, Zapatero buscará seguro otro líder capaz de vencer al sucesor de Valcárcel de calle. Por cierto, ¿qué hay de un supuesto pacto PP-PSOE para desarrollar con cabeza el proyecto de la Marina de Cope? ¿Por qué no saca ahora “Iberdrola” el estudio geotécnico de 1970 que apunta al frecuente alto riesgo sísmico que desaconsejó ubicar en ese paraje una central nuclear, “medallas” de ecologistas aparte? Es un argumento de peso para disuadir a potenciales compradores de casas y, ya no digo, inversores.
Con más de 100 notificaciones a la semana en la Región de Murcia de embargos preventivos por incumplimientos hipotecarios y 300.000 murcianos hipotecados para, al menos, los próximos 25 años, ¿de qué estamos hablando? Existe una sobreoferta inmobiliaria fuera de precio que desaconseja nuevos desarrollos urbanísticos por mucho tiempo. Además, en un momento de crisis de liquidez en los bancos y cajas de ahorro, ¿le va a perdonar su deuda la “Kutxa” a don Trinitario? No creo que los consejeros abertzales de la entidad estén dispuestos a que un señor de La Unión les tome el pelo y se vaya de rositas con parte de los ahorros del abnegado pueblo vasco. Va a ser que no.
El expolio en potencia de los Rabal
Una cosa buena de Juan Ramírez, que ahora trata a toda prisa de lavar su imagen sin solución de continuidad, es que no ha cedido del todo a las pretensiones de expolio de las arcas municipales por parte de la actual familia Rabal. La última de Teresita parece que fueron 25 millones por la tontada esa del “Veo, veo”, que no se justifican para nada.
Prácticamente todos ellos, ante la falta de contratos suficientes de lo suyo como para poder vivir con holgura, pretenden explotar ahora la memoria local del patriarca y pasar cobrando por todos los actos en su memoria. Lícito pero inadmisible si eso es a costa de los impuestos de todos los aguileños o de todos los murcianos. Parece un abuso, ¿no?
Pues bien, la recientemente creada “Fundación Francisco Rabal” aún no tiene sede. Valcárcel se ha ido escapando, como ha podido, del acoso de la viuda para evitar decirle que no será en Murcia y con cargo a los presupuestos de la Comunidad Autónoma. Al fin y al cabo, Paco era un rojo y Valcárcel es un fascista (por cierto, la extrema derecha del PP tiene cercado al alcalde de Lorca, Francisco Jódar, éste hoy sin apoyo en San Esteban). Estamos hablando de un mínimo de 300.000 euros al año a repartir entre los deudos más necesitados, que son todos los Rabal. Por algo le vienen alquilando a “El Brujo”, en verano, la casa de Calabardina.
El marido de Teresa, el chileno Eduardo Rodrigo, aspira a dirigir, con buen sueldo, el nuevo Auditorio de Águilas y al control de todas las contrataciones, mientras Benito, el amigo de Fidel Castro, se conformaría con la gerencia de la Fundación, también con un sueldo sustancial. Aparte, recitales anuales de la madre y concursos infantiles de la hija en el único sitio de España al que todavía pueden acercarse con esa “cara de Damián” que se les ha puesto a todos, excepto a Liberto, también nieto de la escritora Carmen Laforet.
Tengo curiosidad por ver cómo encaran este tema mis “progres” del tripartito. Sobre todo, Miguel Carrasco, el de IU. Será su primera prueba del algodón. Y yo, atento, para ver quien caza primero a la milana generosa y desinteresada. El ojeo está a punto de comenzar.
Lo siento por el Charqueles, que se enterará de todo lejos de Águilas, y no precisamente desde el piso que se ha tenido que comprar en Suiza para poder ir por la calle con la cabeza alta. En la Glorieta ya le da la espalda hasta “la pava de la balsa”.
Qué triste es todo, gitanito mío. Entiendo tu pena y tus escarceos para llenar pronto el vacío que Juan te va a dejar... en los bolsillos. Y es que los duelos con pan son menos. Condición humana, Antonio, condición humana pero no tanto gitana.