
Mendoza nunca entendió, en todo su sentido, el ingreso en la Orden de San Gregorio. Era una forma distinguida de agradecerle los servicios prestados tras el escandalazo del verano 2006. El otrora cardenal Ratzinger no podía hacerlo con menos boato después de su anterior estancia de una semana en la Región de Murcia invitado por la UCAM. Pero el dedo imperial ya había dictado su veredicto en esa fecha, sólo había que esperar la ocasión y la resistencia ahora no tiene mayor sentido.
Lo mejor que puede hacer hoy este osado cartagenero es “recoger beneficios” y tratar de reinvertir en otra parte pero, esta vez, a ser posible, sin utilizar de nuevo el nombre de Jesucristo para hacerse rico. Mendoza ya tenía antecedentes frustrados en ese sentido, que le hicieron “huir” a la República Dominicana donde el ordinario del lugar cuenta y no acaba, hasta invitarlo a abandonar el país con su numerosa prole.
El obispo Reig y el arzobispo Martínez saben, pues, muy bien el terreno que pisan. No serán, en absoluto, desautorizados. Lo del nuncio Monteiro, un bendito, es, más que nada, una actitud sentimental. Lo de Azagra, Ureña, Rouco y Cañizares es otra cosa, que resulta preferible no desentrañar aquí para no debilitar la Fe. Pura condición humana. Pero Roma está con su metropolitano y el pastor de Cartagena. Kikos y Opus, hasta el gorro de soportar las ofensas de Mendoza, y los primeros, además, hartos de denunciar su impostura al sentirse vilmente utilizados.
Les ha tomado el pelo a todos con prácticas inadmisibles. A la Diócesis no le paga, al “gran canciller” lo ningunea y al talento lo humilla y utiliza a su antojo. Y creía haber comprado en Roma voluntades y conciencias con el óbolo anual y algunos detalles en forma de “Rolex” para algunos cardenales protectores. Al fin y al cabo, inversiones en su negocio particular a costa del esfuerzo de cándidos padres de alumnos, muy desinformados o bastante desesperados con sus vástagos.
Los Dicasterios serán justos a la hora de sentenciar previa negociación para una salida honrosa. En eso se está trabajando. Pero Mendoza se va seguro, año y medio después. Así obra la Curia, en frío, sin daños colaterales e innecesarios, con cierta piedad y compasión por los pecadores. Discretamente.
Pero Mendoza es un mercader que no respeta las reglas y la decisión se ha de ejecutar con todas las garantías y sin vuelta de hoja. La UCAM ha pasado de ser una “bendición” a hacer daño a la imagen pública universal de la Iglesia. El resto de las universidades católicas no se identifican para nada con la de Murcia pese a su definición. Es un reclamo de puro marketing y apariencia necesaria.
Pero los mejores profesores han ido abandonando, muchos padres andan ya escamados y los rumores sobre presunto tráfico de títulos académicos están a la orden del día dentro de un planteamiento actual que roza lo fraudulento. La Iglesia no puede, por más tiempo, ser cómplice impasible de una farsa académica en su nombre, ni prestarse al supuesto chantaje, pulso y engaño de nadie, por mucho que se vista de laico comprometido un pesetero.
Mendoza se ha quedado absolutamente solo en su delirio. Quiso utilizar, sin suerte, al primer rector de la UCAM, profesor Santiago Fernández Ardanaz, para introducirse en el Vaticano en busca de sus inconfesables fines. Luego probó con otros de menores escrúpulos y le salió bien tras detectar flaquezas.
Es este cartagenero un simple, largo, a quien el sector masónico de la mafia murciana ha sometido a vigilancia y control mediante el actual rector, Antonio Montoro, que ha venido acuchillando en silencio a este lerdo, primario y sin formación. Como todo analfabeto funcional reaccionario, ha intentado, con cierta fortuna, introducirse en las sentinas del PP murciano de la mano del alcalde Cámara (negocios y promesas de rectorado cuando abandone el cargo) aunque el Presidente no pueda ni verlo
Valcárcel abandona a sus alcaldes
Por cierto, que Valcárcel, con el agua al cuello, se esconde como una rata ante el primer peligro serio y abandona a sus monstruosas criaturas políticas implicadas. Está demostrando su cobardía en momentos difíciles para los suyos, especialmente para los Juanes y Daniel. No digamos ya de los “pepes” de largas vacaciones en Sangonera. Ahí parece están esperando, de un momento a otro, a Juan Ramírez, alcalde de Águilas quien ahora dice que desea dejar su cargo tras la Navidad.
La Justicia tiene, hoy por hoy, a velocidad de crucero su maquinaria y se dispone a desmontar todo el aparato de corrupción política del “valcarcelato” desde Torre Pacheco a Totana y desde Águilas hasta Abanilla. Otros lugares señalados quedan para después de las elecciones generales del 9 de marzo. Hablamos de San Javier, Cieza, Mazarrón, Cartagena, Murcia…aunque algo de todo esto se pudiera precipitar.
¿Con quién iba a repartir el todavía diputado Juan Morales? Porque 60 convenios urbanísticos a tres millones de euros, son 180 millones. Es difícil creer que actuase por libre y sin la protección de un santo. ¿San Esteban? José Hernández ex alcalde de San Javier, parece que está colaborando con la investigación general de la UCO en la Región de Murcia, al igual que la hellinera Jordán, ex esposa despechada de Morales.
Tenía razón Valcárcel al calificar de “circo mediático” lo que está sucediendo con la pobre Región de Murcia, por su culpa y la de los suyos. Se le olvidó decir que él está poniendo los payasos como director de escena que es. Y máximo responsable político. No se puede hacer de nuevas ni simular que la “cirugía” es cosa suya. Génova 13 es quien le está marcando el ritmo de la depuración para que no le salpique a Rajoy.
Una preocupación añadida es que “Caja Murcia” está saliendo en todas las “salsas” por ce o por be ya que muchos presuntos utilizan sus cajas de seguridad para esconder documentos clave o parte del botín. Cuando desde su planta noble se ha dado orden de rescindir esos contratos, la UCO ya había hecho su trabajo. Así que de nada sirve ya a los que se van a ir muy pronto, organizar auto homenajes de una pretendida y espontánea sociedad civil, con reconocimientos muy forzados en el tiempo para pertrecharse frente a la Justicia que viene y salir en “La Muralla”. Sobra tanta medalla a estas alturas.
Epílogo. Después de las elecciones se abordará por el Estado la corrupción sindical rampante en la Región de Murcia. También se abordará, muy a fondo, hasta la refundación, la del PSRM, comenzando por Ceutí y Lorca. Se espera llegar a tiempo de evitar la recalificación urbanística truculenta de los terrenos que hoy ocupa el colegio capuchino San Buenaventura (ha traído a Aznar bajo sugerencia de Cámara a cambio de una buena actitud frente a pretensiones) y Mariano Menor, yeclano y ex director del aeropuerto de El Altet, se dará cuenta de haber hecho el canelo intentando hacer patria con Corvera, engañado por su amigo Álvaro, el alemán. “Sacyr” tiene más que difícil encontrar ahora financiación para abordar esa obra, aparte de otros grandes problemas.
No es el único fraude. Con los 190 millones de euros presupuestados en la UMU para 2008, todos los universitarios murcianos podrían estudiar en las mejores universidades del mundo y hacerse con un título que les sirva para algo más que trabajar dentro de la Región y estar colgado en su despacho. La enorme crisis que se avecina pondrá a cada uno en su lugar, comenzando por los estafadores y farsantes.