Funcionarios municipales han notificado resoluciones y remitido decretos durante el pasado fin de semana, después de que la Demarcación de Costas comunicase la autorización de ocupación del dominio público marítimo-terrestre el pasado Viernes de Dolores.
Desde el fin de semana, los servicios municipales están enviando los decretos de adjudicación definitiva a los concesionarios que han completado la entrega de documentación, no tienen deudas con la Administración y han constituido su fianza en plazo.
Hasta el mediodía de este lunes, 14 de abril, eran siete, situados en Cabo de Palos, La Manga, Playa Honda y La Azohía.
El proceso de adjudicación comenzó con la publicación de la licitación el 21 de febrero. El plazo para la presentación de ofertas finalizó el 10 de marzo.
En total, se ofertaron 33 emplazamientos, de los que 27 han sido adjudicados. Los seis que quedaron sin postores se volverán a ofrecer a posibles gestores.
Los departamentos de Contratación y Litoral han trabajado de forma coordinada para que los adjudicatarios pudieran anticipar toda la documentación exigida en el pliego y agilizar la tramitación. Así, se constituyó un equipo extraordinario de funcionarios de ambos departamentos para adelantar gestiones mientras se resolvía la autorización estatal.
"Es cierto que el 80% de los chiringuitos retrasa la apertura hasta más cerca del verano y no abre en Semana Santa, pero hemos trabajado para que todo el que quiera abrir pueda abrir ya", ha señalado el concejal del Litoral, Gonzalo López Pretel, que ha agradecido "el compromiso de los funcionarios municipales que están trabajando este fin de semana, para que todos los hosteleros puedan empezar a prestar ya su servicio en playas".
El edil ha informado además de que "el Ayuntamiento ha mantenido en estos meses una negociación para evitar el impacto sobre el servicio de algunos criterios nuevos introducidos por Costas en las adjudicaciones, entre ellos la desaparición de espacios de almacenamiento y cuya ausencia suponía un obstáculo para el correcto desarrollo de la actividad y la calidad del servicio".
El diálogo entre ambas administraciones ha permitido que las explotaciones habiliten espacios de almacenamiento integrados en las estructuras de los chiringuitos.