
Se trata de una Actuación de Interés Regional, apoyada no sólo por el PP murciano sino también -como propietarios de suelo y financiadores- por Iberdrola, Cajamurcia, Bancaja y, naturalmente, la Asociación de Propietarios de Marina de Cope, enclave virgen al sur de Murcia, entre los dos municipios citados.
Tuvo un arranque polémico cuando, en 2001, la ley regional del Suelo desclasificó casi dos mil de hectáreas en ese enclave costero que hasta el momento era íntegramente Parque Regional. El Grupo Parlamentario socialista en el Congreso interpuso entonces recurso de inconstitucionalidad, que aún está por resolver.
No obstante, este verano el Gobierno regional ha mostrado, a través de la prensa, su determinación en seguir adelante con el proyecto, solventando los trámites burocráticos ambientales antes de final de año, y su esperanza de que ese macrocomplejo al estilo del castellonense Marina D’Or, revitalice la economía regional mediante la creación de 3.000 empleos.
Confían los gobernantes que encabeza Ramón Luis Valcárcel en que el final de la crisis coincidirá con el lanzamiento práctico del macroproyecto, de forma que dentro de una década Marina de Cope sea un motor importante, si no el mayor de la economía regional, aunque sus parámetros coincidan con el fracasado modelo que ha ahondado la crisis en la Región de Murcia. Se trata de repetir la experiencia de Polaris World corregida y aumentada.
El diseño del plan desarrollista general, a ninguno de cuyos detalles renuncian ni el Ejecutivo regional, ni la cúpula empresarial CROEM, ni las cajas de ahorro, ni constructoras tan significadas como Sacyr-Vallehermoso, ni, por supuesto, Iberdrola, incluye la construcción de un nuevo aeropuerto regional equidistante de Murcia y Cartagena que se espera que esté terminado dentro de un año, y que acogería los vuelos que nutrirán de turistas de golf y playa a los resorts tipo Polaris ya existentes -una docena en la Región- y a los miles que podrán ser albergados en Marina de Cope.
El primer basamento de ese plan ladrillero ya está funcionando desde 2007 y es la autopista de peaje AP-7, de Cartagena a Vera, que ha constituido un sonoro fracaso. Son casi
El PSOE renunció a rescatar la concesión en 2004, tras la primera victoria electoral de Zapatero, cosa que pedían vecinos y ecologistas.
Ocho años esperando al Tribunal Constitucional
Un portavoz del Constitucional explica que el tribunal sigue sin fecha para decidir sobre el párrafo de la Ley del Suelo de Murcia que permitía la urbanización y que recurrió el PSOE. Las prioridades son las que son.
Al superponer el mapa de los parques naturales de Murcia con los Lugares de Importancia Comunitaria, lo que quedaba fuera perdía la protección. Y una parte de lo que sobresalía estaba en el parque natural Cabo de Cope-Puntas de Calnegre, un reducto en la costa virgen que aún queda en el sur de Murcia. La zona, con poca agua y mal comunicada, se había salvado de la depredación del Mediterráneo.
La responsable de la campaña de Costas de Greenpeace, Pilar Marcos, carga contra el tribunal: "La Constitución establece que el medioambiente es un derecho, pero a la hora de la verdad siempre queda detrás en las prioridades de los jueces".