MURCIA.- La Mesa Regional de Frutos Secos, integrada por las organizaciones
Asociación Española de OPFH de Frutos Secos y Algarrobas (Aeofruse);
Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja); Coordinadora de
Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (Coag); Federación de
Sociedades Agrarias Cooperativas de Murcia (Fecamur); Federación de
Cooperativas Agrarias de Murcia (Fecoam); y Unión de Pequeños
Agricultores y Ganaderos (UPA), las cuales articulan al sector en la
Región de Murcia, alertan de la "importante pérdida de superficie
productiva" y de cosecha, debida a la intensa sequía que continúa
afectando gravemente a las plantaciones de secano en todas las zonas
productoras de la Región de Murcia.
Esta mesa regional se reunió el
pasado 24 de mayo, en un encuentro que contó también con la
participación del Servicio de Estadística Agraria de la Consejería de
Agricultura. Las pérdidas económicas del sector están valoradas
alrededor de los 18 millones de euros.
Como explican estas organizaciones, "la sequía rabiosa de tres
campañas está teniendo especial incidencia negativa en nuestra región".
La previsión de cosecha de este año se cifra en 4.770 toneladas de
pepita, un 10 por ciento menos que la del año pasado, que ya registraba
importantes mermas.
"Esta campaña 2024 se espera muy complicada y con un
peor pronóstico si cabe que la del año pasado, con unas mermas de entre
el 50-60 por ciento del potencial productivo regional", alertan desde
la mesa regional de frutos secos. La superficie de almendro regional
afectada por la extrema sequía alcanza a más de 69.000 hectáreas. Nos
encontramos ante una situación de sequía pluviométrica excepcional, con
amplias zonas de nuestra región que han registrado en lo que va de año
hidrológico precipitaciones inferiores a los del desierto del Sáhara.
Como recuerdan, el sector agroalimentario de la Región de Murcia
genera el 20 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), lo que lo
convierte en uno de los pilares básicos de la economía regional.
Pero "el problema no es únicamente la importante merma productiva que
llevamos arrastrando durante tres campañas, sino el riesgo de que los
árboles no sobrevivan llegado agosto", advierten. Las plantaciones se
encuentran en una situación de vulnerabilidad, por lo que cabe esperar
que se realicen arranques de los árboles afectados, con gran
incertidumbre de si finalmente serán repuestos.
Todos coinciden en que "el secano necesita agua ya, con urgencia".
Así, en un contexto de cambio climático como el actual, "no tiene
sentido" el Artículo 3 del Real Decreto Legislativo 1/2001, de 20 de
julio, el que se establece que la fase atmosférica del ciclo hidrológico
sólo podrá ser modificada artificialmente por la Administración del
Estado o por aquellos a quienes ésta autorice.
"Hay que dejar que
llueva", por lo que se solicita al Ejecutivo central que se elimine la
legalidad de modificar la fase atmosférica del ciclo hidrológico,
derogando ese artículo concreto.
Además, para los productores de frutos secos, urge la autorización de
riegos sociales para salvar las plantaciones. Para ello es necesario
que desde la Administración regional se inicien los trámites para
autorizar los riegos sociales, así como, a categorizar a la Región de
Murcia como Zona Catastrófica por sequía estructural extrema.
De esta
forma, instar al Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca para
articular ayudas directas a los cultivos de secano afectados, con
carácter urgente y excepcional.
Como explican las organizaciones, en ningún caso se trata de
habilitar una cantidad fija de litros por hectárea, si no que estas
dotaciones serían en función de las necesidades hídricas del cultivo y
de las precipitaciones que se fueran produciendo.
Estos riegos sociales ya están habilitados en zonas de Albacete, con
los que se comparte cuenca hidrográfica, señalan desde la mesa.
Igualmente "es necesario que se pueda dotar de pozos e infraestructuras
que permitan subsistir a las plantaciones".
Por otro lado, también es necesaria una línea de ayuda dirigida a la
reconstitución del potencial de producción agrario como consecuencia de
adversidades climáticas. Así, reclaman habilitar una ayuda económica
para efectuar el arranque de árboles y su replantación en los cultivos
permanentes de secano.
"Es importante garantizar la reconstitución del
potencial productivo, y en el caso de ser necesario, permitir la
reconstitución total de recintos completos", remarcan desde la mesa de
frutos secos.
Igualmente, se reclama al Ministerio de Agricultura, Pesca y
Alimentación que se habilite la concesión de ayudas estatales destinadas
a las centrales de acondicionamiento reconocidas como OPFH, afectadas
por la situación de sequía.
Con respecto a la situación de importaciones de almendra, exigen
mayor control por parte del Servicio de Vigilancia Aduanera de la
Agencia Tributaria del contenido de aflatoxinas de la almendra
importada, así como el refuerzo de los controles en frontera a las
importaciones de terceros países.
Al Ejecutivo regional se le reitera la necesidad de una dotación
presupuestaría propia para el sector agrario, para poder compensar aquel
sector afectado en un momento dado por cualquier adversidad. Asimismo,
se pide a la Comunidad Autónoma la valoración de ayuda a la eliminación
de frutos afectados por la avispilla del almendro.
En los últimos años, con el incremento de las altas temperaturas que
se van anticipando, está habiendo un importante aumento de la incidencia
de esta plaga.
Este problema se agrava aún más en cultivo ecológico, ya que se
carece de productos eficaces para su control. Es por este motivo por lo
que las organizaciones solicitan que desde la Administración regional se
habilite una línea de ayuda a modo de pago complementario para ayudar a
la recolección de esta almendra, que puede oscilar entre los 150-250
euros por hectárea.
Más allá de estos datos, que muestran las dificultades económicas que
comprometen seriamente la continuidad en la actividad de muchos
productores, las previsiones de bajada en el rendimiento en secano, la
importante caída de producción, la pérdida de efectivos productivos y
las pérdidas económicas "favorecen el abandono de producciones, que
además se ve impulsado por la falta de relevo generacional, marginalidad
de terrenos, sensibilidad a la climatología y variabilidad de
producciones".
"El cultivo de la almendra en nuestra región en secano se desarrolla
en terrenos marginales, de elevada pendiente y con suelos de baja
calidad", haciendo posible el cultivo en zonas con altos inconvenientes
agronómicos, remarcan desde la mesa de frutos secos. Además, evita el
avance de la desertificación, ayuda en la lucha contra la erosión del
suelo, sin olvidar su interés por utilizarse de cortafuegos ante los
incendios forestales.
Este cultivo es capaz de adaptarse a la singularidad climática de
nuestra región, además de poseer un gran valor medioambiental, con un
gran valor social y económico. "Valor social", explican, "porque es
capaz de favorecer el mantenimiento de la actividad en el medio rural,
evitando el éxodo rural y la desigualdad entre territorios".
Y un valor
económico, "ya que se encuentra frecuentemente asociado con otros
cultivos, lo que ayuda al mantenimiento del tejido económico en el medio
rural, proporcionando empleo y favoreciendo el acceso a oportunidades".
Su abandono acarreará un gravísimo daño social, económico y medioambiental, remarcan.