ALICANTE.- Falta de plazas MIR y médicos recién titulados abocados a abandonar el
país, pérdida de calidad en la docencia, masificación en las prácticas
que colisiona con los derechos del paciente y pérdida de calidad
asistencial.
Estos son los principales argumentos que pusieron
encima de la mesa los
decanos de
las facultades de Medicina de la Comunidad Valenciana, el presidente de
la Conferencia Nacional de Decanos de las Facultades de Medicina
Españolas, José Luis Álvarez-Sala y el presidente del Consejo Estatal de
Estudiantes de Medicina, Alejandro Iñarra, contra la apertura de nuevas
facultades, precisamente cuando en cuestión de días se conocerá si
Madrid aprueba el plan de estudios del grado en la
Universidad de Alicante (UA) para el próximo curso, tal como recoge el diario
Información.
Los
responsables universitarios se
reunieron en la Facultad de Medicina de la UMH en Sant Joan para
participar en la mesa redonda
«Apertura de nuevas facultades de Medicina
¿solución o problema?».
No había más que entrar al salón de
actos del edificio Severo Ochoa para comprobar el interés que suscita la
posible apertura de nuevas facultades. Viernes por la tarde y prácticamente lleno de profesionales, profesores y alumnos.
Precisamente fueron los estudiantes los que resumieron las cifras por las cuales
se oponen a
la creación de nuevos centros, avaladas después por los integrantes de
la mesa. El último año 14.000 candidatos optaron a 6.500 plazas MIR y
salieron de las aulas 7.000 nuevos egresados.
De manera que se irán
acumulando unos 500 médicos al año sin plaza que tendrán que irse de
España si quieren ejercer puesto que el MIR es condición «sine qua non».
A lo que añadieron que en España se ha pasado de 28 facultades a 42 en
apenas diez años. Álvarez-Sala agregó que estas 42 facultades, una por
millón de habitantes, dobla la media de la UE y que el número de alumnos
admitidos este curso sobrepasan en un 54% la tasa europea recomendada.
Así,
tanto el decano de la Universidad de València, Javier Chorro, como el
de la Rei Jaume I de Castellón, Rafael Ballester, y el anfitrión de la
UMH, Antonio Compañ, coincidieron en que por mucho que se repita que
hacen falta más médicos «no es verdad». Lo que están es mal distribuidos geográficamente por especialidades, dijeron, y aprovecharon para volver a solicitar un registro estatal hasta hoy inexistente.
El decano de Elche defendió que «incluso en el caso de que hicieran falta más profesionales lo lógico sería aumentar las plazas en
las facultades ya existentes en lugar de crear nuevas». En este
sentido, aseguró que se trata de los centros más caros en las
universidades. «En nuestro caso supone el 24% del presupuesto de la
Universidad y no veo el sentido de invertir 26 millones anuales para
mantener una nueva Facultad», apostilló.
Ante estas cifras y
tras haber advertido de las consecuencias de la apertura de nuevas
facultades de Medicina en distintos foros, incluidos los ministerios de
Educación y Sanidad, lamentan que en los últimos años no les han hecho
«ni caso» pese a que a nivel estatal coindiden en el diagnóstico.
«Nos
hemos equivocado de puerta, hay que tocar a la de las consellerias»,
dijo Compañ. Al final, concluyeron, la decisión de abrir o no una nueva
facultad es puramente «política».
Chorro señaló
que la «planificación es absolutamente necesaria y si los recursos son
limitados se limitarán aún más para las facultades existentes si se usa
parte de ellos para abrir nuevas».
«Los políticos toman decisiones que
no benefician a la población pero cuando aparecen las consecuencias
adversas ya no están y nadie asume la responsabilidad», lamentó.
La
Universidad de Alicante se encuentra a la espera del dictamen de la
Aneca que condicionó la aprobación del título a que se garantizaran las
prácticas de los alumnos. El campus de San Vicente ya anunció que tiene
firmados convenios con hospitales privados pero no renuncia a conseguir
plazas en el
Hospital General de Alicante.
«Entiendo que quieran plazas en el General porque es el más cercano y
el de referencia en la provincia, pero los hospitales sólo pueden firmar
convenios con una facultad y lo tienen firmado con nosotros. Si la
conselleria nos lo quitara la mitad de nuestros alumnos no tendrían
donde ir y acudiríamos a los tribunales», explicó Compañ.
Podrían, eso
sí, acreditarse más hospitales de la provincia como universitarios como
por ejemplo el de La Vila o el de Dénia, aunque el decano de Elche se
mostró crítico tanto por «ir colgando el cartel de universitario a
hospitales que no cumplen con los requisitos» como con la posibilidad de
que sus estudiantes tengan que viajar 90 kilómetros para poder realizar
las prácticas a las que tienen derecho.
Desde la UA prefirieron
no realizar valoraciones sobre este frente común contra su posible
nueva facultad. En el turno de preguntas del público incluso hubo quien
preguntó si se había invitado a la UA para que expusiera sus
motivaciones o si se habían sentado con ellos para hablar esta cuestión y
Compañ admitió que no habían sido invitados porque el
tema de la mesa era global y no local y no se había organizado para
discutir con la Universidad de Alicante.
«Nos hemos reunido con el
rector de la UA pero es que sus motivos no son económicos ni de demanda
social, son otro tipo de intereses que no tengo por qué valorar», zanjó.
El
doctor Jaime Merino, que se encontraba entre el público, tomó la
palabra para decir que fue a ver al rector de la UA, Manuel Palomar,
tras conocer sus intenciones de abrir una nueva facultad de Medicina, y
que le dio dos motivos «que así la UA era más importante, es decir, por
un tema de prestigio. Y dos, que un político de
derechas se la quitó y uno de izquierdas se la iba a devolver».
Desde la
UA contestaron que no van a entrar en polémicas.
Palomar
siempre ha defendido que la provincia tiene capacidad para contar con
otra facultad de Medicina, que existe demanda de alumnos y de
investigadores y que Alicante tiene vocación de convertirse en un
clúster de la salud, para lo que hacen falta profesionales formados.
El mar de fondo de cómo perdió la UA una de sus facultades fundacionales tras la decisión del gobierno de Eduardo Zaplana de llevársela a la UMH planeó
también ayer sobre el auditorio tras recordarlo algunos profesores que,
sin moverse de su laboratorio pasaron de una universidad a otra, aunque
para el decano de Castellón «un error no corrige otro».