MURCIA/CARTAGENA.- Sobre una alfombra de flores, sal y plantas aromáticas, cientos de niños vestidos de Comunión, representantes de todos los movimientos de la Iglesia y las cofradías de pasión y de gloria de la capital estuvieron hoy presentes en esta celebración, en la que se colocaron ocho altares por parte de la Asociación Santa María del Rocío (calle Frenería).
Esos altares correspondían a la
cofradía de la Caridad (Santa Catalina); la cofradía de la Misericordia
(plaza Joufré); la Agrupación Francisco Salzillo (Cuatro Esquinas); la
Asociación Virgen del Contrapasmo (Casino); la archicofradía del Rosario
(plaza de la Cruz); y la archicofradía del Resucitado (fachada
principal de la CAM).
La impresionante Custodia de plata, que habitualmente se exhibe en el
Museo de la Catedral y que data del siglo XVIII, inició su recorrido
bajo el sonido de las campanas de la Catedral y el Himno Nacional.
Esta Custodia realizada por Pérez de Montalto, platero de la reina Mariana de Austria, sitúa a Murcia entre las capitales españolas con
mayor patrimonio relacionado con esta festividad.
El acto contó con la presidencia del obispo de la Diócesis, José
Manuel Lorca Planes, y la presencia de las autoridades municipales
encabezadas por el alcalde de Murcia, José Ballesta, además de miles de
feligreses que inclinaban la cabeza al paso de Jesús Sacramentado.
El alcalde ha asistido esta mañana a la tradicional misa y posterior procesión del Corpus Christi, una de las celebraciones más señaladas en la liturgia católica.
El alcalde ha asistido esta mañana a la tradicional misa y posterior procesión del Corpus Christi, una de las celebraciones más señaladas en la liturgia católica.
Un
año más, la Catedral se llenó de fieles, en la solemnidad del Cuerpo y
la Sangre de Cristo, que participaron por la mañana en la
celebración de la Eucaristía presidida por el Obispo de Cartagena, Mons.
José Manuel Lorca Planes; acompañado por el Arzobispo Emérito de
Burgos, Mons. Francisco Gil Hellín; el Vicario General y Deán de la
Catedral, Juan Tudela; así como por el Cabildo Catedralicio y una
veintena de sacerdotes. También participaron en la celebración los
seminaristas de los tres seminarios diocesanos (San Fulgencio, San José y
Redemptoris Mater).
Durante la homilía, Mons. Lorca resaltó que ante la invitación del Maestro, que los anima a dar de comer a la multitud, los discípulos se sienten superados y reconocen su incapacidad. “Muchas veces nos preguntamos ¿hasta dónde llegan nuestras fuerzas? Y es entonces cuando Jesús, que conoce nuestros problemas y limitaciones, nos sale al encuentro dándonos el alimento”. Recordó que en la solemnidad del Corpus Christi se celebra el Día de la Caridad y animó a los presentes a mirar a Cristo en la cruz, porque “no hay donación más grande que dar la vida por los demás”. Indicó también que este día es la “fiesta de la confianza, porque creemos que es Dios es el que está presente en medio de nosotros. Cuando uno es capaz de donarse a Cristo es capaz de todo”.
Pasadas las once y media de la mañana comenzaba la procesión del Corpus. Abrían el cortejo la carreta de bueyes de la peña huertana La Crilla de Puente Tocinos, sembrando el recorrido de una alfombra de pétalos de flores y plantas aromáticas, y unos 150 niños y niñas que este año han recibido su primera Comunión; tras ellos, representantes de hermandades, cofradías, asociaciones, movimientos y delegaciones religiosas de la ciudad de Murcia.
En el transcurso de la procesión, el Corpus se detuvo ante los ocho altares que se ubicaron durante el recorrido.
También en Cartagena
Parroquias,
asociaciones, movimientos y cofradías acompañaron, por la tarde
al Santísimo Sacramento en la procesión del Corpus Christi, en Cartagena.
A las 18:30 horas comenzaba la Eucaristía presidida por el Obispo en la
iglesia de Santa María de Gracia, cuyo altar estaba adornado con los
estandartes de distintos grupos. Mientras, en la Basílica de la Caridad,
cientos de niños, vestidos con sus trajes de comunión, celebraban
también la Misa.
Finalizadas ambas celebraciones, comenzaba la procesión, que habría el estandarte de la Pastoral Juvenil, acompañado de un grupo de jóvenes que durante todo el recorrido repartieron estampas con oraciones, invitando a vivir la fiesta del Corpus. Tras ellos, miles de personas, representantes de las distintas realidades de fe de la ciudad de Cartagena. Distintas hermandades, movimientos cristianos, la Hospitalidad de Lourdes y las cofradías de Semana Santa fueron algunos de los participantes, a los que seguían los niños de comunión. Tras ellos, el trono de la agrupación marraja del Santo Cáliz, utilizado tradicionalmente como soporte de la custodia del Corpus Christi.
Distintos altares adornaban las calles del centro de la ciudad por las que pasó la procesión, que finalizaba, pasadas las 21:00 horas, con la bendición en la puerta de Santa María de Gracia.
Durante la homilía, Mons. Lorca resaltó que ante la invitación del Maestro, que los anima a dar de comer a la multitud, los discípulos se sienten superados y reconocen su incapacidad. “Muchas veces nos preguntamos ¿hasta dónde llegan nuestras fuerzas? Y es entonces cuando Jesús, que conoce nuestros problemas y limitaciones, nos sale al encuentro dándonos el alimento”. Recordó que en la solemnidad del Corpus Christi se celebra el Día de la Caridad y animó a los presentes a mirar a Cristo en la cruz, porque “no hay donación más grande que dar la vida por los demás”. Indicó también que este día es la “fiesta de la confianza, porque creemos que es Dios es el que está presente en medio de nosotros. Cuando uno es capaz de donarse a Cristo es capaz de todo”.
Pasadas las once y media de la mañana comenzaba la procesión del Corpus. Abrían el cortejo la carreta de bueyes de la peña huertana La Crilla de Puente Tocinos, sembrando el recorrido de una alfombra de pétalos de flores y plantas aromáticas, y unos 150 niños y niñas que este año han recibido su primera Comunión; tras ellos, representantes de hermandades, cofradías, asociaciones, movimientos y delegaciones religiosas de la ciudad de Murcia.
En el transcurso de la procesión, el Corpus se detuvo ante los ocho altares que se ubicaron durante el recorrido.
También en Cartagena

Finalizadas ambas celebraciones, comenzaba la procesión, que habría el estandarte de la Pastoral Juvenil, acompañado de un grupo de jóvenes que durante todo el recorrido repartieron estampas con oraciones, invitando a vivir la fiesta del Corpus. Tras ellos, miles de personas, representantes de las distintas realidades de fe de la ciudad de Cartagena. Distintas hermandades, movimientos cristianos, la Hospitalidad de Lourdes y las cofradías de Semana Santa fueron algunos de los participantes, a los que seguían los niños de comunión. Tras ellos, el trono de la agrupación marraja del Santo Cáliz, utilizado tradicionalmente como soporte de la custodia del Corpus Christi.
Distintos altares adornaban las calles del centro de la ciudad por las que pasó la procesión, que finalizaba, pasadas las 21:00 horas, con la bendición en la puerta de Santa María de Gracia.
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