miércoles, 13 de noviembre de 2024

El Tribunal Supremo ya tiene nueve querellas o denuncias contra autoridades como Sánchez o Mazón por la DANA

 MADRID.- El Tribunal Supremo (TS) ha recibido un total de 9 querellas o denuncias contra varias autoridades, entre ellas el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, por su respuesta frente a la DANA.

Según informan fuentes jurídicas, los escritos apuntan a presuntos delitos de omisión del deber de socorro u homicidio imprudente.

De los querellados y denunciados, Sánchez y el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, son los que más se repiten. Figuran igualmente las ministras de Defensa, Margarita Robles, y Transición Ecológica, Teresa Ribera. Y en una también se apunta a Mazón y al Ejecutivo valenciano en general.

Los que firman estos escritos dirigidos a la Sala de lo Penal del TS son Vox, Manos Limpias o Iustitia Europa, que ya ejercen de acusaciones populares en casos como los que se siguen contra el fiscal general del Estado y la mujer de Sánchez o el denominado 'caso Koldo'.

También han emprendido acciones penales la Asociación Europea de Ciudadanos contra la Corrupción, el Movimiento para la Regeneración de España y dos ciudadanos particulares.

La Sala Segunda deberá decidir ahora si admite estas querellas y denuncias para investigar los hechos relatados en las mismas. Cabe recordar que, por otro lado, un abogado valenciano presentó una demanda en el Supremo contra Sánchez y Grande-Marlaska por su "clara inactividad" ante la DANA.

Esta demanda también está pendiente de que la Sala de lo Contencioso-Administrativo resuelva sobre su admisión a trámite.

Lo que deja la riada / Javier Pery Paredes *


La naturaleza es tozuda, tanto o más que la historia. La riada en el levante peninsular nos lo recordó. Habrá tiempo para analizar con sosiego el antes, durante y después de ella. Conocer qué se hizo bien, qué se hizo mal y tambien qué se dejó de hacer. La vida de más de doscientos compatriotas y el futuro de otros cientos de miles lo reclaman. 

Por seguir lo aprendido de la doctrina naval hasta entonces, es bueno tener un 'informe de primeras impresiones' que permita tomar, sobre la marcha, las decisiones ineludibles, esas que nos alejan de pecar por omisión o de la nefasta costumbre de procrastinar cuando escasea la capacidad de decisión. 

En estas páginas de ABC se pueden encontrar esas primeras percepciones. Están en la tribuna de opinión que, bajo el título de 'Estábamos equivocados', publicó el almirante general García Sánchez, antiguo jefe de Estado Mayor de la Defensa. La experiencia del almirante en el oficio da solidez a lo que dice y base para enmendar los errores que enumera, pero se necesitará la voluntad de quienes tienen la obligación de corregirlos: quien legisla y organiza.

 Con la mirada en lo mismo bien vale la pena ahondar algo más en esa visión militar de lo sucedido, y de lo que todavía sucede, porque conviene reconocer los cimientos de la estructura militar después de la riada que, con toda seguridad, parecen estar tocados o, tal vez algo más, dañados.

Toda organización es susceptible de mejorar, pero los muchos cambios sin hechos que los justifiquen provocan a la larga una anarquía orgánica. Es mejor mantener lo que funciona que establecer una opción por ser simplemente nueva. Lo dijo el almirante francés De Belot: «Cualquier organización es válida siempre que se sea respetuosa con ella».

Tomo como punto de partida la conveniencia de aceptar que las emergencias son sucesos que sobrevienen 'per se', provocados por fenómenos naturales o por accidentes, nacidos de una involuntaria y errónea actuación humana. Por parafrasear la definición de naturaleza de Empédocles de Agrigento, son el viento, el fuego, el agua y la tierra los cuatro jinetes del Apocalipsis que originan prácticamente todas las emergencias. 

De igual manera que aceptar la idea de 'emergencia' como algo fortuito y explicable, también hay que asumir que cualquiera de ellas puede ser el detonante para generar una crisis, eso que los académicos definen como la ruptura súbita e inesperada del 'statu quo', para imponer un nuevo contexto favorable a intereses partidistas. 

Y es en el lindero entre la emergencia y la crisis donde se mueven diferentes voluntades con intereses contrarios que rompen el esfuerzo coordinado para afrontar las consecuencias del desastre natural, para generar una pugna interesada donde cambia la finalidad superior: el bien común da paso al plan de batir al adversario.

Las consecuencias de la riada provocada por la gota fría, técnicamente 'depresión aislada en niveles altos' (DANA), generó una emergencia afrontable con los recursos de que disponen las Fuerzas Armadas, inicialmente por la Unidad Militar de Emergencia (UME), pero escaló a niveles de intensidad que afectaron geográficamente al menos a tres comunidades autónomas, funcionalmente a las comunicaciones terrestres y aéreas de la mitad del territorio peninsular y militarmente al despliegue de las unidades de aquí y allá, algo que requería unas capacidades técnicas de mando y control que superan las posibilidades de esa brigada de ingenieros especializada, y necesitaba además de la experiencia acumulada de la que el jefe de Estado Mayor de la Defensa y su organización (Estado Mayor Conjunto y Mando de Operaciones) disponían. 

El salto cualitativo y cuantitativo en la conducción de las operaciones bien se justifica, por un lado, porque aunque la UME la formen miembros de las distintas Fuerzas Armadas, se trata de una organización específica, dotada de medios definidos para acometerlas, con una capacidad de mando y control orientada a realizar tareas de tan concreta naturaleza y extrañamente ubicada bajo la dependencia directa del titular de Defensa, y por otro, porque la envergadura de las operaciones, la extensión del terreno a cubrir, el número de unidades, la naturaleza terrestre, aérea y marítima de las mismas y la logística necesaria para apoyarlas son parte del quehacer y experiencia del Mando de Operaciones del Jemad, una capacidad que costó más de dos décadas generar: la acción conjunta, una manera genuina de aunar cosas diferentes para alcanzar un mismo fin. Las catástrofes en Centroamérica con el huracán Mitch, el maremoto en Indonesia o los apoyos tras el terremoto de Haití lo acreditan.

Por demás, ya en su creación se debatió la anomalía orgánica que suponía su situación administrativa, a la que se sumó la operativa. Con los sucesivos cambios orgánicos que se produjeron en estos años se ha llegado a la incoherencia, hoy, de poner al jefe de Estado Mayor de la Defensa como un mero proveedor de medios para el jefe de la UME, lo que supone invertir la pirámide jerárquica consustancial con la milicia: ¿un oficial general de cuatro estrellas a las órdenes de uno de tres?

Por otro lado, la norma moral de que un jefe se impone y un subordinado espera consiste en que su comandante le dé una orden que sea capaz de cumplir. Lo contrario lo aboca al fracaso o, lo que es peor, lo pone en riesgo de perder su vida. Eso que, en puro argot militar, se dice: «Con este me voy a la guerra». 

Esa pauta de comportamiento forma parte del mínimo de lealtad mutua presente en la institución militar y que, llevada a las relaciones entre quien toma las decisiones políticas y las convierte en órdenes militares, es también el mínimo que se espera encontrar cuando se está a las órdenes directas de una autoridad política. Lo viví y lo experimenté largos años. 

Con esta premisa, y con la presunción de que quien manda conoce las capacidades de mando y control de la UME y del Mando de Operaciones del Estado Mayor de la Defensa, resulta militarmente difícil entender la decisión de optar por uno y apartar al otro, salvo si que se quisiera negar la evidencia real de que se trata de una emergencia que afecta a toda la nación, como prueba, por ejemplo, la presencia de unidades militares, así como profesionales y voluntarios de todas partes de España, o por el contrario, se asume que es algo más que una emergencia, una crisis inducida, donde se desea deslealmente establecer una situación que supere a quienes están sobre el terreno y donde la presencia de una bienintencionada pero descoordinada acción popular redujo la eficacia de la presencia militar.

Si todo esto afecta a elementos esenciales que conforman la institución militar de puertas adentro (jerarquía, unidad, lealtad), también resulta significativo, de puertas afuera, cómo se difumina el principio de neutralidad política exigido a todo militar cuando el general jefe de la UME hace declaraciones y valoraciones desde la sala de prensa del poder político en lugar de exponer datos y hechos desde su cuartel general o sobre el terreno. 

Es difícil hallar la imagen de un general estadounidense dirigirse a los medios de comunicación desde el atril del presidente de EE.UU. en la Casa Blanca. Habrá tiempo para analizar técnicamente lo sucedido, pero hasta entonces la riada me deja el ejemplo de dos militares: el honrado y leal silencio del jefe de Estado Mayor de Defensa y la humana y valiente presencia de S.M. el Rey (q.D.g.) en el teatro de operaciones.

 

(*) Almirante de la Armada (R)

 

https://www.abc.es/opinion/javier-pery-paredes-deja-riada-20241113192815-nt.html

Trump lanza un órdago contra los grandes bancos / Guillermo Herrera *


El futuro será brillante, pero tenemos un poco de conflicto y los últimos suspiros y maquinaciones de los secuaces dice Juan O Savin con James Grundvig. Nuestra vida estaba dirigida por "señores supremos" y se salieron con la suya. 

Éste será un momento de selección y justicia, pero no antes de decir que habrá autos voladores y nueva tecnología. Mucho contenido excelente, pero tendrás que soportar el problema de la congestión al principio.

https://rumble.com/v5ogs4n-juan-o-savin-the-future-looks-good-james-grundvig-11-11-2024.html

Nominado el doctor Michael Salla como asesor de la Administración Trump en materia de tecnología innovadora. Informará de lo que ha aprendido sobre sistemas de propulsión exóticos, programas espaciales secretos, tecnologías extraterrestres y antiguas, etc. Esto parece un sueño hecho realidad.

https://discourse.nomineesforthepeople.com/t/dr-michael-salla/27953

https://operationdisclosureofficial.com/2024/11/12/ariel-prolotario1-dr-michael-salla-nominated-to-be-an-advisor-for-the-trump-administration/

REGENERACIÓN

Mensaje de Raanra para conducir a toda la creación de regreso a lo Divino.- Estamos haciendo historia intergaláctica ahora mismo, porque ya teníamos suficiente. Después de doce mil años de reinado del mal en la Tierra, basta ya, no jugamos más. 

El péndulo ha vuelto a oscilar, pero mucho más fuerte y más rápido de lo que nadie había previsto. No sólo ha retrocedido, sino que lo ha hecho con tal ferocidad que se ha liberado, para nunca regresar otra vez al reino del mal.

El breve destello de maldad en la Tierra fue absolutamente nada comparado con lo que viene ahora. Aquí vamos humanidad, para imbuir a toda la creación con lo divino, y vosotros también, podréis volver a reír, volver a ganar, bañaros otra vez en la dicha, la luz y el deleite de lo divino. Y ni siquiera mañana, sino ahora mismo.

https://operationdisclosureofficial.com/2024/11/12/raanras-message-531-the-new-website-of-leading-all-of-creation-back-to-the-divine/

Según James Gilliland actuar fuera de la Ley Universal disminuye el acceso al amor, la alegría, la dicha y las frecuencias superiores. Disminuye el poder de uno y crea karma. No puedes tomar estas emociones y habilidades por la fuerza, las adquieres rindiéndote al Dios interior, haciendo tu propia conexión personal con el Gran Espíritu. 

Puedes adquirir algunas habilidades a través de fuerzas más oscuras pero estas habilidades tienen un precio. Acumular gran riqueza a expensas de la humanidad y de la Tierra crea un karma, una reacción a tus propias acciones. Cada uno cosecha lo que siembra.

https://goldenageofgaia.com/2024/11/06/james-gilliland-taking-back-control-in-the-days-to-come/

OCULTO

Según Kabamur el 80% está oculto y el 20% es público. La tormenta ha ocurrido durante algún tiempo, pero ¿cuánto veremos antes del cambio? La mayoría de las cosas permanecerán ocultas porque las personas no están preparadas para las revelaciones más importantes sin una mayor conciencia. Por lo tanto, la revelación completa llega después de la ascensión.

Los anónimos han adoptado ideas oscuras sobre los sombreros blancos que juegan con los sombreros negros, pero cuando mueren estas narrativas, comienza la búsqueda de mejores respuestas. 

En realidad, no hay actores que se pongan máscaras todos los días durante muchos años para engañar al mundo como una especie de espectáculo de los sombreros blancos. Hay un espectáculo más oculto que está teniendo lugar, más allá de lo que pueden soportar algunas personas.

La teoría de las máscaras está vinculada a una teoría mucho más amplia de que todo está guionizado y preparado, y que los sombreros blancos están haciendo cosas malas porque ya han derrotado al mal y están jugando a ambos lados. Es irónico porque eso es exactamente lo que hace la camarilla. 

Los sombreros blancos y los galácticos ven las reacciones a temas como la clonación humana y ven a muchas personas que se sienten afectadas por ello. Es por eso que las cosas muy profundas no se puede reveladas a las masas hasta el cambio. Si se entendiera lo profundo que es, la sociedad se derrumbaría.

La clonación rápida lo explica todo. El proceso de hacer crecer rápidamente un clon humano en unos pocos meses produce desajustes visuales cuando se intenta que coincida con una persona mayor. Los gemelos genéticos no siempre tienen las mismas orejas, y los clones tampoco. 

Los sombreros blancos no controlan nuestras instituciones y los sombreros negros sustituyen a su propia gente con clones. La clonación para el control ha sucedido en la política y el entretenimiento durante décadas.

Siempre se trata de moralidad. Los sombreros blancos no engañan al público. Los sombreros negros nos engañan de muchas maneras, incluso utilizando marionetas controladas mentalmente en todo lo que hacen. Todavía puedes tener divulgación completa incluso si no es ampliamente aceptada. Por favor, debes saber que no hay nada que temer. La victoria está asegurada y todo se revelará en el cambio.

https://operationdisclosureofficial.com/2024/11/12/kabamur-taygeta-80-covert-and-20-public/

EFECTO TRUMP

El efecto Trump es una explosión creativa global según Steve Beckow.- Es como si el mundo entero estuviera viviendo una explosión creativa. Los talibanes parecen querer disfrutar de la vida mundial posterior a Gesara y han pedido que se los saque de la lista de organizaciones terroristas. 

Los hutíes han detenido sus acciones. Hamás quiere la paz. Putin y Trump están haciendo propuestas. Xi Jinping se muestra conciliador. Parece que los líderes internacionales están sintiendo una y otra vez lo que un usuario de Twitter llamó “el efecto Trump”.

¿Y por qué algunos líderes mundiales no se sienten liberados? Muchos de ellos probablemente fueron prisioneros del estado profundo, como lo han sido muchas celebridades de Hollywood y políticos chantajeados. Los líderes mundiales saben a qué probabilidades se enfrentan: Trump se los dijo en su gira mundial de 2017. Todo está en crisis, para bien o para mal.

No quiero ser aguafiestas, pero, en mi humilde opinión, esta vez sí que tenemos que drenar el pantano. Vimos lo que pasó cuando, después de la segunda guerra mundial, importamos al enemigo. Al final, ellos y otros elitistas se apoderaron de los gobiernos del mundo.

Según el Arcángel Miguel, tiene que salir a la superficie todo lo que necesita ser eliminado, todo lo que necesita ser abandonado, todo lo que necesita ser sanado en este pozo negro que llamamos 'caos'. 

De lo contrario lo que sucede es que existe la creencia de que hay una curación, una adaptación, un remedio, pero no se aborda el núcleo del problema, y por lo tanto se instalan los malos y supura la herida.

Las cosas son ahora un poco diferentes a las de la segunda guerra mundial. Está aumentando la energía de la luz del amor, culminando en la ascensión. No será tan fácil quedarse para los malos actores. Sus empresas no tendrán éxito. Así que no hay por qué alarmarse por algo que se está pudriendo. Todo lo contrario: se irán por sus propios medios.

Por ejemplo, la Madre Divina explica la carrera del dictador: Es doloroso para un ser que busca poder para sí mismo o poder sobre otro, ya sea un padre o una madre sobre un hijo o una hija, un marido sobre una esposa, un hombre sobre un ejército. No importa. 

El ejercicio del control nunca da alegría. El dolor crece simplemente. Y así las acciones se vuelven más grotescas, más grandes, hasta que se produce el colapso.

https://operationdisclosureofficial.com/2024/11/09/steve-beckow-the-trump-effect-a-global-creative-explosion/

EUFORIA POSTELECTORAL

TERREMOTO POLÍTICO

  • La manipulación de los medios de comunicación ya no funciona como antes según Tom Luongo.- Desde la victoria de Trump el pasado martes, los sospechosos habituales han estado agitando las aguas con todas las malas ideas posibles para desanimar y socavar esa victoria. Jerome Powell es el enemigo público número uno por su política monetaria restrictiva.

  • La victoria de Trump provocó un terremoto político en Berlín, ya que el gobierno alemán se derrumbó después de que el canciller Olaf Scholz intentara satisfacer una demanda de efectivo a sus acreedores por Ucrania. 

     El ministro de Finanzas se negó a aprobar otros seis mil millones de euros para Ucrania. Pero Alemania se quedó sin dinero este año fiscal y necesitaba acudir al Bundestag. Así que Scholz lo despidió y Lindner sacó al FDP de la coalición.

  • Ahora la situación en Alemania está en un estado de cambio que normalmente sólo vemos en lugares donde se están produciendo revoluciones cromáticas. Ya se ha producido el cambio cultural y demográfico contra esta locura mundialista.

     Estamos viendo cómo se desmorona el viejo orden político alemán, que hasta ahora se mantenía unido gracias al puño de hierro de Angela Merkel. En algún momento, la clase industrial alemana haría sentir su presencia. La victoria de Trump fue el catalizador de ese cambio.

    https://tomluongo.me/2024/11/12/thats-bait-chumming-the-media-waters-doesnt-work-like-it-used-to/

  • El Reino Unido multa con 58.000 dólares a un “teórico de la conspiración”.- La Gran Bretaña está redoblando su censura contra quienes disienten de la narrativa oficial demostrando que no valora la libertad de expresión. 

    Han multado con 58.000 dólares a un "teórico de la conspiración" por el delito de especular sobre la posibilidad de que fuera una farsa el atentado en el Manchester Arena.

    https://activistpost.com/2024/11/uk-shutting-down-dissent-fines-conspiracy-theorist-58000.html

ECONOMÍA

Gota fría y cambio climático / Fernando del Pino Calvo-Sotelo *

 La estrategia de los promotores del fraude climático es siempre la misma: aprovechar sistemáticamente el impacto mediático de fenómenos meteorológicos extremos para ligarlos al calentamiento global. Desde su perverso punto de vista, cuanto mayor sea la tragedia que causan, más útiles resultan. En este sentido, que Sánchez haya afirmado en la enésima cumbre del clima que la catástrofe de Valencia es culpa del cambio climático no debe sorprender, pues de paso así se exculpa.

El cambio climático como chivo expiatorio

El primero en comprender el potencial propagandístico de los fenómenos meteorológicos extremos fue Al Gore tras el huracán Katrina, que devastó el sudeste de EEUU en 2005. Sacándose de la chistera una inventada relación entre el calentamiento global y un inexistente aumento en el número de huracanes, Gore no perdió el tiempo: en tan sólo nueve meses estrenaba su documental Una Verdad Incómoda, que instrumentalizaba sin pudor los 1.800 muertos y los ingentes daños materiales causados por Katrina.

Más tarde, el propio IPCC (AR5) aclararía que las afirmaciones de Gore eran engañosas: «Los datos muestran que no hay una tendencia significativa de la frecuencia de huracanes en el último siglo (…), y estudios más recientes indican que es improbable que el número de huracanes haya aumentado en los últimos 100 años en la cuenca noratlántica»[1]

Uno de los científicos contratados por el IPCC lo corroboró en un artículo publicado en el Wall Street Journal: «Mis investigaciones, citadas en un reciente informe del IPCC, concluyen que los huracanes no han aumentado en frecuencia o energía acumulada. Al contrario, mantienen una variabilidad natural año tras año. La prevalencia global de grandes huracanes (categoría 4 y 5) tampoco muestra un aumento significativo»[2].

Pues bien, con la misma desfachatez que Gore, algunos han aprovechado la tragedia de Valencia para hacer propaganda de la ideología climática. Esto incluye a políticos inescrupulosos, burócratas globalistas, periodistas indocumentados y sedicentes «expertos» que viven de ello. 

Para que se hagan una idea, uno de éstos, que se presenta como «experto en cambio climático» a pesar de ser un biólogo especializado en botánica —que no sabe nada de física atmosférica, oceanografía o clima—, ha visto en las imágenes de coches amontonados (dentro de los cuales muchas personas murieron) «una oportunidad histórica para prescindir de los coches»[3], como ha manifestado con total frialdad. Semejante fanatismo, veteado por la ideología comunista que profesan muchas de estas personas, es frecuente.

Los fenómenos meteorológicos extremos no han aumentado

¿Qué nos dice la famosa “ciencia”? En primer lugar, que «si nos atenemos al estado actual de conocimiento de la ciencia, ningún evento meteorológico concreto puede atribuirse al cambio climático inducido por el hombre», según afirmaba la Organización Meteorológica Mundial antes de politizarse[4]

Por lo tanto, atribuir al calentamiento global cada fenómeno meteorológico natural, de un signo y también del contrario (cuando llueve mucho y también cuando llueve poco), es engañar a la población.

Pero es que además las inundaciones a nivel global no han aumentado. Según el IPCC, «sigue sin haber evidencia (…) respecto al signo de la tendencia en la magnitud y frecuencia de las inundaciones a nivel global»[5]. En su último informe (AR6), el IPCC corrobora que «las afirmaciones generales que atribuyen cambios en la probabilidad o magnitud de las inundaciones al cambio climático antrópico merecen una baja confianza»[6]

Más concretamente, estima que existe una «baja confianza» incluso en el signo de la tendencia observada en «fuertes precipitaciones e inundaciones pluviales»[7] como la que ha sufrido Valencia, es decir, ni siquiera se sabe si están aumentando o disminuyendo. Lo mismo ocurre con las sequías.

Hay más. Según el IPCC, «existe una gran confianza en que durante los últimos 500 años se han producido inundaciones mayores que las producidas desde el s. XX en Europa central y el Mediterráneo occidental»[8], es decir, en una época en la que no había calentamiento global (ni periodistas, ni globalistas, imagínense).

Por último, la temperatura del mar Mediterráneo tampoco ha sido un factor determinante por anómala. En efecto, las temperaturas del mar Balear (que baña las costas de Valencia), aun elevadas, se encontraban a finales de octubre de 2024 dentro de la variabilidad histórica para esas fechas (percentil 95) y eran muy inferiores a la temperatura habitual del mar durante otras gotas frías acaecidas en fechas otoñales más tempranas[9]

 Son lamentables, una vez más, las engañosas insinuaciones de la AEMET para dar a entender lo contrario. Por cierto, el supuesto calentamiento superficial del mar Mediterráneo sólo afecta al Mediterráneo Occidental, pues el Mediterráneo Oriental se está enfriando ligeramente[10]

En cualquier caso, el calentamiento del mar Balear resulta inapreciable, pues se estima que la temperatura en superficie se está incrementando a un ritmo de 0,39ºC por década (repito, por década), una variación mínima de cara al ecosistema si la comparamos con las variaciones estacionales de más de 13ºC entre las temperaturas mínimas invernales y las máximas de verano.[11]

La gota fría de 2024 no fue un récord meteorológico

La ciencia ordena los fenómenos naturales extremos en función de sus magnitudes físicas: velocidad y sostenibilidad del viento en un huracán, volumen de precipitaciones y caudal en una inundación, magnitud en un terremoto, y viento y altura de las olas en un temporal en la mar, por ejemplo. 

Sin embargo, las personas de a pie tendemos a clasificar una catástrofe natural en función de la pérdida de vidas humanas y daños materiales que causa, no en función de sus variables meteorológicas. Esto puede llevar a confusión. Existen fenómenos naturales muy potentes que apenas causan víctimas y fenómenos menos potentes que provocan verdaderas catástrofes humanitarias.

Por ejemplo, el terremoto que asoló Haití en 2010 causó 300.000 muertos con una magnitud 7 en la escala Richter, mientras que el mayor terremoto jamás registrado por sismógrafos, con una magnitud 9,5 (es decir, 5.600 veces más potente que el anterior, dado que la escala es logarítmica), causó comparativamente “sólo” 1.700 muertos[12]

Del mismo modo, el mayor tsunami de la historia alcanzó una altura de 524 metros y arrancó de cuajo árboles que estaban en la ladera de un monte a esa altura sobre el nivel del mar,[13] pero se dio en una desierta bahía de Alaska en 1958, causando sólo 5 víctimas. Por el contrario, la altura máxima del tsunami del 2004 en el densamente poblado sudeste asiático fue de “sólo” 51 metros en el epicentro y generalmente no superó los 10m, pero acabó con la vida de 227.000 personas.

En este sentido, las torrenciales precipitaciones vividas en la provincia de Valencia en la gota fría del 2024 están lejos de ser un récord meteorológico, aunque hayan sido un triste récord como catástrofe humanitaria en nuestra historia reciente. 

En efecto, alguna estación alcanzó los 491mm en 24 h (1mm=1litro/m2) y otra supuestamente llegó a los 772mm (según la AEMET), cifra enorme, sin duda, pero inferior a la registrada en las gotas frías de 1982 y de 1987, durante las que España quizá vivió las 24 horas más lluviosas de su historia desde que existen registros pluviométricos. 

En efecto, el 20 de octubre de 1982 cayeron hasta 882mm en Muela de Cortes (Valencia)[14], aunque esas precipitaciones, que provocaron la rotura de la presa de Tous, causaron 40 muertos. 

Asimismo, en la riada de La Safor del 3 de noviembre de 1987 se registraron 817mm en 24 h en la estación valenciana de Oliva y hasta 1.000mm en 36h en la estación de Gandía[15], aunque sólo murieron 7 personas. 

También podrían mencionarse las lluvias torrenciales del 19 de octubre de 1973 en Almería, durante las que se registraron 600mm en sólo 7 horas y hasta 420mm en sólo una hora, causando 150 muertos[16]. En 1973, por cierto, el planeta llevaba casi 30 años enfriándose a pesar del aumento de CO2, tendencia que se revertió hacia 1979.

La realidad es que casi todos los años el Levante español sufre una gota fría (expresión popular adaptada del original alemán «depresión fría de altura») que esporádicamente es catastrófica. 

Como nos recuerda el meteorólogo Inocencio Font en su magnífica obra Climatología de España y Portugal, «desde tiempos inmemoriales los habitantes de las comarcas del litoral mediterráneo de la Península se han visto sometidos ocasionalmente a los efectos desastrosos de grandes y repentinas avenidas y riadas y consecuentes inundaciones causadas por lluvias torrenciales de inusitada intensidad».[17] 

 Aunque no existieran registros pluviométricos en aquel entonces, sabemos que el 27 de septiembre 1517 el Turia se desbordó y causó centenares de muertos y que el 15 de octubre de 1879 la riada de Santa Teresa (antaño las riadas se calificaban según el santoral) causó en Murcia más de 1.000 muertos.

Finalmente, es difícil establecer una tendencia clara en la pluviosidad de la región. En Valencia capital, por ejemplo, en la evolución de las precipitaciones desde 1937, sobresale la gran inundación de 1957:[18]

El factor humano

Pero si las lluvias de hace dos semanas no fueron un récord en cuanto a precipitaciones, ¿por qué hubo tantas víctimas? ¿Fue por una inevitable catástrofe natural de tintes épicos o influyeron errores humanos perfectamente evitables? Como veremos, más allá del triste azar, la dejadez, irresponsabilidad e incompetencia de nuestra clase política han jugado un papel importante.

El primer factor humano ha sido la descontrolada expansión urbana en barrancos y cauces secos naturales, que aumentó el nivel de riesgo de la población. El terreno urbanizado, además, impermeabiliza el terreno y facilita la riada. Sin duda, podrían haberse arbitrado normas urbanísticas especialmente restrictivas, prohibiendo construir en determinadas zonas o limitando la construcción de plantas bajas y subterráneos. También podría haberse sobredimensionado la red de saneamiento público para facilitar la evacuación de las aguas.

La expansión urbana agrava el error por omisión que supone la inexistencia de infraestructuras hidrológicas adecuadas (cauces y diques) para encauzar las aguas y prevenir inundaciones en zonas de alto riesgo. Peor aún: al menos desde 2007 existían proyectos hidrológicos ad hoc de la Confederación Hidrográfica del Júcar (que depende del Ministerio de Transición Ecológica) que no habían merecido la atención de las autoridades políticas[19], sea por razones ideológicas (ecologistas) o políticas. De hecho, algunos expertos califican lo ocurrido como «un desastre anunciado».[20]

Como aclaran ingenieros de Caminos, si los ríos estuvieran debidamente encauzados, la probabilidad de inundaciones tan dañinas se reduciría considerablemente[21]. Por ejemplo, gracias a la canalización del Turia realizada en tiempos de Franco tras la catastrófica inundación de 1957 (81 muertos), la ciudad de Valencia no ha vuelto a sufrir inundaciones significativas. 

Luego la desidia e incompetencia de nuestra clase política, que valora las inversiones y el gasto público en función de cuántos votos pueden comprar ―algo característico del Estado de Bienestar― en vez de en cuántas vidas pueden salvar, es un factor explicativo.

Finalmente, el fanatismo ecologista, proclive a impedir el mantenimiento de los cauces y a destruir azudes y presas (en vez de construir más), posiblemente haya contribuido a aumentar el caudal de la riada y a producir un aluvión de cañizo que ha incrementado el daño causado.

La incapacidad de la AEMET

En segundo lugar, la población no fue debidamente alertada. En este caso, la responsabilidad es doble: primero, la AEMET ―dependiente del ideológico Ministerio de Transición Ecológica― claramente no supo prevenir del orden de magnitud de las precipitaciones que iban a darse en las siguientes 24 horas en Valencia, pues su previsión estándar de nivel rojo («en estas zonas se podrán superar los 150-180mm en las próximas 12-24 horas») se quedó muy corta frente a la realidad de más de 700mm. 

Segundo, las incompetentes autoridades políticas (gobierno autonómico, delegación del gobierno y gobierno nacional) no comunicaron la alerta a tiempo, ni a la población ni a los alcaldes de las zonas afectadas, como ellos mismos han manifestado.

 La incapacidad de la AEMET para prever con precisión el nivel de precipitaciones es patente a pesar de la campaña lanzada para proteger a una institución convertida en punta de lanza de la ideología climática. 

En efecto, la AEMET se limitó a emitir una sucesión de avisos estándar de nivel rojo definidos genéricamente como «riesgo meteorológico extremo (fenómenos meteorológicos no habituales, de intensidad excepcional y con un nivel de riesgo para la población muy alto)», en los que recomiendan «tomar medidas preventivas, mantenerse informado de la predicción meteorológica y no viajar salvo que sea estrictamente necesario».

 Como ven, no hay ninguna prohibición taxativa ni ninguna advertencia expresa de riesgo de muerte, algo lógico, pues en los últimos 12 meses la AEMET emitió 182 avisos de nivel rojo por distintas causas[22]. ¿Qué diferencia había entre el aviso de nivel rojo de Valencia y los anteriores 182?

Por otro lado, resulta dudoso que la AEMET previera realmente el nivel de precipitaciones más allá de la rigidez del protocolo (¿dónde están los mails internos que lo demuestren?), pues el nivel de conocimiento de la ciencia meteorológica ―un sistema multifactorial, complejo, caótico y no lineal― es aún bastante primitivo y tiene amplios márgenes de error, como admite el propio portavoz de la AEMET: 

«En meteorología trabajamos siempre con incertidumbres, porque la atmósfera es un sistema caótico y no se puede conocer, a ciencia cierta, la cantidad exacta de lluvia que puede caer en un lugar concreto y en un período de tiempo determinado».[23] 

 Eso es así. Pero si la incertidumbre impide conocer a ciencia cierta la lluvia que caerá mañana en una localidad de España, ¿acaso no supone una deshonestidad intelectual que dicha incertidumbre desaparezca mágicamente cuando la AEMET realiza afirmaciones dogmáticas sobre el clima del planeta para dentro de 100 años?

No se previno a la población

En tercer lugar, tras el aviso rojo estándar de la AEMET, las autoridades políticas no trasladaron a la población el nivel de alerta correspondiente hasta que ya había comenzado el diluvio, por lo que la gente no tuvo tiempo de prepararse. De hecho, hubo residentes que recibieron un primer mensaje de alerta en sus móviles el jueves 31 a mediodía, según me ha relatado alguno de ellos.

 La responsabilidad aquí recae en la incompetencia de las autoridades políticas, pero el tema es aún más grave, pues la población no sólo no fue avisada, sino que, tras el desastre, fue completamente abandonada por la dolosa inacción (presumiblemente constitutiva de delito) del gobierno de Sánchez[24].

La población no sabía qué hacer

En cuarto lugar, aunque se hubiera trasladado la alerta a tiempo no existe en España un protocolo de actuación que indique a la población claramente lo que hay que hacer y evitar. Dada la regularidad de las gotas frías otoñales en el Levante sorprende que no se haga una campaña de prevención y concienciación pedagógica en medios de comunicación, colegios y universidades.

Cierto es que Protección Civil hace ciertas recomendaciones en el caso de inundaciones: «Evite cruzar por zonas inundadas, tanto en coche como a pie, y abandone el vehículo por la ventanilla si es necesario si el nivel del agua sube o si llega al eje de la rueda o al nivel de la rodilla».[25] También recomienda salir de sótanos o garajes inmediatamente.

En este sentido, la Agencia Federal de Gestión de Emergencias norteamericana (FEMA) advierte con mucho mayor detalle del peligro de intentar vadear o conducir en estas circunstancias, pues la letalidad de las inundaciones es función de dos variables y no sólo de una: de la profundidad del agua y de su velocidad: 

«Aguas poco profundas que se desplazan a gran velocidad pueden ser mortales independientemente de si se sabe nadar bien o no». Además, el nivel del agua puede aumentar considerablemente en cuestión de pocos minutos, y el agua turbia puede arrastrar objetos sólidos y cortantes, que pueden producir heridas graves.

Según la FEMA, «en inundaciones repentinas el 75% de las muertes se producen por ahogamiento (…) porque las personas infravaloran la fuerza de la corriente o la profundidad del agua durante evacuaciones tardías, intentos de salvamento o conductas inapropiadas. El 63% de las muertes ocurren en vehículos, el 14% en personas accidentalmente arrastradas por la corriente y el 9% en personas que intencionadamente se metieron en ella».[26]

Finalmente, la FEMA deja claro que los riesgos de ahogamiento en inundaciones aumentan «en países no desarrollados en los que la gente vive en zonas proclives a inundarse y en los que la capacidad de alertar, evacuar o proteger a las comunidades de las inundaciones es débil».[27]

Desgraciadamente, éste ha sido el caso de España, país al que su clase política está arrastrando poco a poco, pero con paso firme, al tercermundismo.

 

(*) Economista

 

[1] IPCC Quinto Informe, WG 1, Cap. 2.6, p.216-217.
[2] Climate Change Hype Doesn’t Help – WSJ
[3] Pablo Haro Urquízar en X: «Un experto en cambio climático, sobre los miles de vehículos destruidos por la DANA: «Es una oportunidad histórica para prescindir de los coches, desarrollar el transporte público y cambiar el modelo de civilización» ¿Se puede ser más idiota? Luego se extrañan cuando gana Trump https://t.co/vOWp7oXqyU» / X
[4] Citado por S. Koonin, El Clima: no todo es culpa nuestra, La Esfera de los Libros, 2023
[5] IPCC Quinto Informe, WG 1, Cap. 2.6, p.214.
[6] IPCC Sexto Informe, WG 1, Cap. 11.5, p.1567-1569.
[7] IPCC Sexto Informe, WG 1, Tabla 12.12, p.1856.
[8] IPCC Quinto Informe, WG 1, Cap. 5.5, p.425.
[9] Rescumen climático anual en la Comunidad Valenciana y Temperatura de agua en Valencia (España) en octubre
[10] Frontiers | Capability of the Mediterranean Argo network to monitor sub-regional climate change indicators
[11] imb-temperatura-esp_2024.pdf
[12] The 20 largest recorded earthquakes in history | Live Science
[13] World’s Biggest Tsunami | 1720 feet tall – Lituya Bay, Alaska
[14] RADIOGRAFÍA DEL MÁXIMO DE LLUVIA EN 24 HORAS: 882 MM. EN CASA DEL BARÓN-MUELA DE CORTES EN OCTUBRE DE 1982Aemetblog
[15] Climatología de España y Portugal, de Inocencio Font, Ediciones Univ. de Salamanca, 2007.
[16] Se cumplen 50 años de las catastróficas inundaciones del 19 de octubre de 1973
[17] Climatología de España y Portugal, de Inocencio Font, Ediciones Univ. de Salamanca, 2007.
[18] Climate Explorer: Time series
[19] La CHJ tiene obras previstas contra las riadas en la zona inundada desde hace 15 años – Valencia Plaza
[20] Un catedrático de Ingeniería Hidráulica denuncia que las inundaciones en Valencia «era un desastre anunciado» | Onda Cero Radio
[21] Los ingenieros de caminos: «Las únicas medidas efectivas son las presas o los encauzamientos de ríos»
[22] ¿Hay demasiados avisos rojos? Antes de la DANA la Comunidad Valenciana no tuvo ninguno por lluvias en los últimos doce meses
[23] Rubén del Campo (AEMET): «Hay que revisar los protocolos para que los avisos rojos se conviertan lo antes posible en alertas a la población» – Climática, el medio especializado en clima y biodiversidad
[24] No es verdad – Fernando del Pino Calvo-Sotelo
[25] Inundaciones – DGPCyE
[26] Flood | Impact
[27] Ibid.

Consideraciones sobre la DANA / Mariano Urdiales Viedma *


Estamos padeciendo las consecuencias de otra DANA o gota fría en España. Una auténtica tragedia con 219 fallecidos, casi un centenar de desaparecidos y las cifras siguen aumentando. Desde el punto de vista económico y sicológico, los daños son astronómicos y están por cuantificar.  El pueblo español ha respondido de forma ejemplar, no puedo decir lo mismo del Gobierno e instituciones oficiales.

Ahora es momento para la reparación y organizar la prevención para que en lo posible no se repita esta tragedia. Voy a plantear algunas consideraciones para que las resuelvan técnicos serios e independientes. No los políticos ni los muchos medios informativos, que desgraciadamente han perdido su imparcialidad y son lacayos dependientes del poder y de las subvenciones. 

Olvídense del “Relato”, que sólo pretende rentabilizar la desgracia y culpabilizar a otro. Algo bueno de lo sucedido en los últimos años, es que el  escepticismo de los ciudadanos ha aumentado y la credibilidad de políticos, medios de comunicación e instituciones está por los suelos. La parte negativa es que ya no nos podemos fiar ni de la OMS.

Consideración: Ursula von der Leyen, políticos y medios de comunicación han defendido que este desastre es en parte consecuencia del mantra siempre repetido del “Cambio Climático”. Nadie niega el cambio climático, en mi pueblo, provincia de Jaén es fácil encontrar almejas fosilizadas, parece que allí había mar y el clima cambió sin la intervención humana, hoy demonizada. 

Volviendo a las inundaciones en la Comunidad  Valenciana, hay registros desde la época romana, de hecho, la presa romana de Almonacid de la Cuba (Zaragoza), del siglo I d.C. sigue protegiendo en el siglo XXI. Los Libres de Consell recogen decenas de riadas en la región valenciana, desde el año 1321, destacando como muy graves las de los años 1589 y 1590. Épocas en las que no había coches ni industrias contaminantes. 

Más recientemente todos conocemos el desbordamiento del Turia en 1957, la rotura de la presa de Tous en 1982, el desastre de Biescas (Huesca) en 1996 con 87 fallecidos y otras menos conocidas, la riada de Alzira en 1987 con 7 muertos, la riada del 2011 en Castellón con 4 muertos, la del 2018 en Mallorca con 13 muertos, la borrasca Gloria en 2020, que afectó a Cataluña, Valencia, Andalucía, etc y se cobró 13 vidas. 

No son las únicas y además estos fenómenos también atacan a otras regiones, con pérdidas de vidas humanas irrepetibles. En esta ocasión, también hay fallecidos en Murcia y Andalucía. Se trata de fenómenos meteorológicos que han existido siempre y que afectan a toda  España. No podemos culpabilizar al pueblo causante del supuesto “cambio climático de origen humano”, una teoría no demostrada y con demasiados argumentos en contra. Con ese  planteamiento, no vamos por el buen camino para impedir la próxima inundación.

Consideración: Quiero recordar que el Plan Hidrológico Nacional del 2001, además de paliar la sequía crónica de parte de nuestro territorio, con los embalses, también podía aminorar los efectos devastadores de lluvias torrenciales. Si eso era cierto, ¿habrían sido menos graves estas inundaciones?, de ser así, algo que sólo pueden responder los especialistas, habría que pedir responsabilidades a los que echaron para atrás ese plan. Yo en Andalucía, cada año que padecemos sequía, me acuerdo de Zapatero y los suyos, por rechazar dicho proyecto.

Consideración: Las agencias e instituciones que se han creado para proteger a la naturaleza, ¿se han encargado de limpiar los barrancos, torrenteras y cauces secos, para evitar que la maleza y detritus actúen de barreras temporales y después originen efecto “Ola”?, que produce más daño. Si los han limpiado, estupendo, pero si no lo han hecho, hay que pedirles responsabilidades y que no se repita.

Consideración: ¿Hubo fallo en la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), para detectar la que se nos venía encima?, ¿estuvo el fallo en la comunicación y transmisión de datos fiables a los políticos, a la población, a los dos?, o ¿no hubo fallo?. 

Se ha publicado que nuestros meteorólogos previeron una cuantía de precipitaciones que era  la mitad de la que previeron los franceses. También se ha argumentado que esa predicción no correspondía a una institución oficial francesa, sino a un meteorólogo divulgador francés, por lo que no se tuvo en cuenta. 

Para mí, lo importante no es quién hizo esa previsión, lo importante a posteriori es ¿qué cálculo fue más correcto?, ¿por qué acertó más el francés?, ¿hicieron bien su trabajo nuestros meteorólogos? 

Sólo los técnicos pueden responder a esa pregunta. Una vez detectado el peligro, éste se comunicó tarde y no llegó a tiempo a la población. El Sistema Europeo de Avisos de Emergencia por teléfono, se delegó a las comunidades autónomas y su implantación se está retrasando demasiado.

Consideración: ¿Facilitan o dificultan las comunidades autónomas, la adopción de las medidas adecuadas para impedir estas catástrofes y si ocurren, actuar con rapidez y eficacia, para disminuir sus efectos? Está claro que los avisos telefónicos, donde y cuando llegaron, ya era tarde. 

La burocracia y legislaciones regionales y centrales se ha multiplicado haciendo más difícil la toma de decisiones, así perdemos el tiempo en disquisiciones tontas del tipo de ¿debe desplegarse el ejército?, o ¿sería una afrenta llevar el ejército a la zona de Valencia, considerada por algunos parte de los “Países Catalanes”?. ¿Hay que pedir ayuda o debe llegar esta de forma automática?, etc., etc. 

La realidad es que no hay capacidad de decisión ni coordinación y todo se hace mal y tarde, si se hace. Por otra parte, las responsabilidades se diluyen y todos intentan echar la culpa al contrario, máxime si el Gobierno autonómico y central son de diferente partido. 

Está claro que para los políticos priman los partidos y sus sillones sobre las personas. Hemos llegado al sin sentido de no poder mencionar a la Nación Española, sólo tienen  nación los vascos, catalanes, gallegos y otras que se irán inventando, por lo tanto, no se puede declarar una “Emergencia Nacional”, lo nacional está prohibido por los socios separatistas del Gobierno y éste comparte la idea. 

Las autonomías son un mastodonte muy caro y muy ineficiente, que hay que cuestionar.

Hay mucho que corregir, para prevenir estas desgracias y responder a ellas de forma eficaz. Por lo que hay que responder a las preguntas mencionadas y a todas las que se puedan formular, con escrupulosidad técnica y olvidarse del sectarismo ideológico que nos inunda.

 

 (*) Escritor

 

https://adelanteespana.com/consideraciones-sobre-la-dana-mariano-urdiales-viedma

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