En vísperas de conocerse la sentencia sobre la primera parte del
juicio de la Gürtel (1999-2005) que supondrá, según fuentes judiciales
un golpe duro para el Partido Popular y un replanteamiento de algunas
responsabilidades por parte del ex tesorero Luis Bárcenas, en el caso de
que sea condenada su esposa y él quiera dar datos que hasta ahora han
permanecido ocultos, la detención esta mañana de Eduardo Zaplana, uno de
los políticos claves del PP en la época de Aznar, pone a Rajoy y a todo
el partido, en una situación insostenible, en el peor momento de la
legislatura, con un Presupuesto que está por cerrar y aprobar en las
próximas horas, un aumento de la tensión en Cataluña bloqueada por el
artículo 155, y en plena crisis política por una corrupción que no cesa.
“Sabíamos que tarde o temprano esto iba a suceder” confiesa uno de
los históricos del partido, que conoce muy bien a Zaplana y que se
extraña de que la escena de hoy no se haya producido mucho antes, ya que
era evidente que durante años el político valenciano había estado
jugando al borde de la legalidad en una Comunidad, como la de Valencia, a
la que creó a su imagen y semejanza y que colocó, hay que decirlo a
pesar de todo, en un lugar privilegiado, en una época de evidente
crecimiento económico, esa época del milagro económico español que el
PP atribuía a Rodrigo Rato, pendiente también de varios juicios.
La
rápida reacción del partido suspendiéndole de militancia es una prueba
de que, dentro del PP los más informados, pensaban que a raíz de las
grabaciones con el expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio
González, sobre la “Operación Lezo”, en las que se ofrece para lavar
dinero, la caída era muy posible. Pero Zaplana cae cuando pensó que tras
Lezo… se había olvidado todo…
Ese habría sido el hilo que habría seguido la UCO (Unidad central
Operativa) de la Guardia Civil, hasta llegar a la detención de esta
mañana en Valencia cuando salía de su domicilio, por orden del Juzgado
número ocho y la Fiscalía Anticorrupción. Fuentes de la investigación
han informado de que en total la Unidad Central Operativa (UCO) ha
detenido a seis personas, todas ellas relacionadas con el ex ministro y
dirigente popular.
Entre ellas se encuentran casi la totalidad del
equipo más cercano al expresidente de la Comunidad Valenciana como su
jefe de gabinete, el ex director de relaciones institucionales de Terra
Mítica, y responsable del turismo de Benidorm y dos sobrinos del ex
director general de la Policía y presidente de las Cortes valencianas,
Juan Cotino. A todos se les investiga por delitos de malversación,
prevaricación, blanqueo de capitales y cohecho.
A Zaplana se le acusa de repatriar a España dinero negro -procedente
de paraísos fiscales- que habría obtenido en comisiones a cambio de
adjudicaciones irregulares de contratos públicos durante su etapa de
presidente de la Comunidad Valenciana (entre 1995 y 2002).
Fuentes de
la investigación aseguran que Zaplana habría conseguido, diez millones
de euros en comisiones, procedentes de empresarios a cambio de favores y
concesiones. Los investigadores sospechan que estos 10 millones de
euros pueden estar relacionados con energía eólica y concesiones de las
ITV.
Uno de los registros practicados este martes por la UCO se ha
realizado en la Consejería de Economía valenciana, donde han solicitado
el expediente completo del plan eólico de la Comunidad Valenciana de
2003 y el correspondiente a la concesión de las ITV. Pero las
investigaciones también se extienden a Terra Mítica, y al sector
turístico en Benidorm donde empezó su carrera política como Alcalde.
Aznarista y buen relaciones públicas, siempre cuidó sus contactos con
algunos dirigentes del PSOE, como José Bono, lo que no significaba que
fuese un crítico feroz de Zapatero, cuando fue portavoz del Gobierno o
responsable del grupo parlamentario popular. Retirado a tiempo de la
política, hace ocho años, cuando Rajoy se hace con el control del
partido, se convirtió en asesor de Telefónica, primero con funciones
ejecutivas con César Alierta y, después con labores consultivas con su
sucesor José María Álvarez Pallete, a través de sus relaciones con el
antiguo presidente de las Juventudes socialistas Javier de Paz, que con
once años como consejero, se ha convertido, en estos momentos, en uno de
los principales colaboradores del nuevo Presidente. A su sombra es como
ha crecido Zaplana en la compañía que, por de pronto, ha prescindido de
sus servicios.
Zaplana ha caído cuando ya pensaba que se habían olvidado de él, que
era lo que realmente quería también su amigo, Ignacio González,
expresidente de la Comunidad madrileña cuando le dice, según una
conversación grabada, que aparece en el sumario de la “Operación Lezo” .
“Que nos dejen en paz y que nos dejen vivir… si quieren seguir en la
mierda de la política, que sigan ‘tú su puta vida’, y que se coman la
mierda, pero que nos dejen vivir, si eso es lo único que yo quiero, nada
más, ¿entiendes?”. Zaplana entendía perfectamente.
(*) Periodista y economista