
Y es que el presidente de la Autoridad Portuaria, Antonio Sevilla, se mostró partidario de trasladar a Cartagena los servicios
que acoge en su interior. En concreto, la sala de control de todas las
señales marítimas que funcionan entre El Estacio, en La Manga, y
Águilas, así como las viviendas de los fareros. Con la torre vacía,
habría menos impedimentos para darle uso cultural o turístico en el futuro.
Sevilla asegura que ahora que todos los sistemas de
seguridad para la navegación son altamente tecnológicos y pueden ser
dirigidos a distancia no es necesario mantener el puesto de control en Cabo de Palos.
Lo ideal, añadió, es tenerlo en la Dársena de Talleres de Santa Lucía
junto con los del resto de servicios de seguridad: Salvamento Marítimo,
Guardia Civil y Cruz Roja.
«No es necesario que los fareros vivan en el faro. De hecho, en el de Águilas no vive nadie,
se controla desde Cabo de Palos. Estando todos los servicios juntos, en
el caso de que haya un fallo en una señal, es más fácil que Salvamento
Marítimo lo pueda comunicar a los navegantes», dijo, como ejemplo de las ventajas del traslado.
No obstante, el presidente del Puerto reconoció que no es un asunto a decidir de inmediato,
teniendo en cuenta que afecta a varios trabajadores. Cualquier
resolución deberá consensuarla con los técnicos de señales marítimas, a
quienes reconoció el derecho a vivir en una casa de la Autoridad Portuaria, así como con el comité de empresa.
Sevilla defiende el «uso turístico diferencial»
del faro porque permitiría disfrutar de sus instalaciones a un mayor
número de personas y, a la vez, abrir una nueva vía de ingresos para el
mantenimiento de instalaciones.
Como evidencia de «absoluta normalidad» en este proceso que ha generado
suspicacias, Sevilla destacó que el proyecto básico de la sociedad Faros
del Sureste SL fue rechazado en la primera criba por imposibilidad
técnica, ya que la torre de Cabo de Palos está ocupada como centro de
trabajo y viviendas de empleados.
Y como la alcaldesa de Cartagena y
consejera de la Autoridad Portuaria, Ana Belén Castejón, mostró ayer sus
dudas porque este asunto no ha pasado por el consejo de administración
del organismo, Sevilla aclaró a La Verdad: «No es necesario llevarlo, puesto que no
hay nada que aprobar o rechazar, una vez descartada su inviabilidad
técnica».
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