
Segundo perdedor: Rajoy y su PP. Absoluta catástrofe, corolario de
una gestión política global y respecto de Cataluña desastrosa.
Inmovilismo, tancredismo, abulia, falta de liderazgo. Ha perdido el
tiempo lastimosamente y ha dejado la iniciativa al bando secesionista.
No puede seguir ignorando que cerca de un cincuenta por ciento ha votado
por las tesis del conglomerado independentista. Eso hay que enfrentarlo
con imaginación y con decisión. Eso y los problemas que encara España
porque uno y otro tema están entrelazados. Está claro que Rajoy no puede
enfrentar esos problemas y por eso debe irse también.
Tercer perdedor: Pablo Iglesias. No se puede ser un funámbulo todos
los días y a toda hora. O mejor dicho, se puede ser pero llega un
momento en que te caes. Hoy digo una cosa, mañana la contraria y en
último término en caso de apuro “lo que diga la gente”. Al final tanta
inconsistencia, tanto oportunismo tiene un coste porque el elector te
pilla y no te vota. Interrogante: ¿es un paso más en la cuesta abajo de
Iglesias y Podemos? Veremos.
Cuarto perdedor (Cantado “a priori”): Durán. Nada que llorar por ello
aunque algunos lo echarán de menos. Gran ejemplo de político trapacero y
poco fiable. Es democristiano.
Único ganador y por goleada: Ciudadanos. Ha reclutado votos en
territorios PSC y, sobre todo y abrumadoramente, en los del PP. Ha
señalado a estos últimos la vía de la irrelevancia en Cataluña y,
probablemente y a más largo plazo, en toda España Si esto se cumple o
no, lo veremos muy pronto.
Nos queda el PSC. A primera vista, pierde. Pero no está tan claro
porque no ha habido catástrofe y ello ha sido porque ha abandonado su
permanente indefinición sobre el “derecho a decidir” lo que le ha
favorecido.
En resumen, el constitucionalismo está mejor que antes del pasado
domingo y el independentismo está peor. Hagámonos esta pregunta: ¿cuál
sería hoy la situación si el independentismo hubiera ganado en votos?
(*) Economista del Estado
No hay comentarios:
Publicar un comentario