

FRANCISCO POVEDA
El presidente Valcárcel presume en privado de que él no ha firmado nunca nada que le pueda comprometer y que, por tanto, se encuentra muy tranquilo ante la movida judicial que amenaza con llevárselo por delante si se calla, tal como vaticina con mucho tino dialéctico el coordinador regional de Izquierda Unida, José Antonio Pujante, y si habla, porque la mentira tiene hoy muy poco recorrido por culpa de Internet.Todo está archivado para ser encontrado muy fácilmente, hasta incluso lo de las cinco torres de Isla Plana por si se necesitase.
De poco o nada le va a servir a Valcárcel ser en el futuro, vecino del actual presidente de la Audiencia Provincial, el lorquino Andrés Pacheco, en el polémico antiguo edificio del Banco Exterior, por mucho que esgrima en privado esa circunstancia y el carácter muy conservador del magistrado. Eso es cuestionar la independencia del poder judicial murciano y querer demostrar que lo domina, es inviolable y tiene impunidad, como si él pudiese compararse con el mismo Rey de España.
Y eso que no sabe bien lo que tiene preparado, de aquí a mayo, el nº2 del PSRM, José Ramón Jara, para que la impunidad reinante hasta ahora en esta tierra no le beneficie, ni a él ni a los suyos (los ya muy sospechosos Carlos y Marta Valcárcel, sin olvidar al cuñado José Miguel Monje Carrillo y sus pretendidas recalificaciones urbanísticas de viejos campos de fútbol, que se han quedado muy céntricos en algunas poblaciones de la Región de Murcia).A saco, vamos, que queda ya muy poco.
Después del corrupto Zaplana, ¿sabían que el segundo objetivo estratégico del nuevo ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, contra la impunidad y a favor del restablecimiento pleno de la legalidad, se llama Región de Murcia? Hace mucha falta. Y aquí tiene un buen colaborador, si quiere, en la persona del Delegado del Gobierno,Ángel González, nacido como él, en Arenas de San Pedro.
Por eso, lo de la firma sabe perfectamente Valcárcel que no es cierto ni se tiene en pié. En algún sitio, quizás en la Fiscalía del TSJ, ya se encuentra redactada una querella criminal, que le afecta de lleno y que tiene que ver con la compra-venta de una balsa minera a "Portmán Golf S.A." por parte de la Comunidad Autónoma en 1.000 millones de las antiguas pesetas, cuando su valor real no sobrepasa los 50, según el informe contrastado de varios peritos de la CHS.
Esa orden de compra-venta lleva su firma y tiene truco, como los otros 500 millones más en dinero público, invertidos en un solar (también de los mismos propietarios) para arrojar los lodos y residuos no inertes de la citada balsa cuando se colmata.
Pero, aunque luego volveremos sobre eso, su mayor riesgo en los tribunales de justicia, murcianos y españoles, sigue residiendo en los casos de La Zerrichera, Lo Poyo y Novo Carthago. Una vez los tres en raya, y una más por lo del Llano del Beal, los juzgados de Lorca y Cartagena tendrán que pedirle explicaciones, por escrito ante su aforamiento, por el presunto tráfico de influencias de su hermano a la sombra del poder político de San Esteban.
Pero luego el TSJ de la Región de Murcia siempre puede terminar imputándolo, a instancias de la Fiscalía, como primer y último responsable del gobierno autónomo y de todo lo que ocurre por su causa.
Ya está muy claro que Valcárcel tiene miedo a que se descubran todos sus desmanes, los de sus familiares, amigos, conocidos, financiadores, protectores y amos. Por eso retuerce el reglamento y huye de acudir a la Asamblea Regional a dar explicaciones, tal como le exige el PSRM y aunque goce su partido de amplia mayoría absoluta.
Claro, ¿qué va a decir, ni a los suyos? Ya lo dijo todo muy bien, en su día, el especulador y ventajista próximo, Trinitario Casanova, al tacharlo de "débil y cobarde" por ordenar el parón en la recalificación de La Zerrichera. Con Bascuñana ahora está que muerde el presidente, precisamente porque esos polvos...han traido ahora estos lodos, y otros más cerca de La Unión, pueblo natal de Casanova Abadía, hoy vecino de Orihuela.
Resulta que el letrado Carlos Valcárcel está demasiado evidente en Lo Poyo y Novo Carthago y que el CNI lo sabe desde el principio para orientar bien las investigaciones policiales y las paralelas de la Agencia Tributaria a pesar del interpuesto Sánchez Carrillo.
¿Sabía el PP murciano, que Roca había trabajado para el CNI en tiempos de Trillo-Figueroa como ministro de Defensa? Supongo que sí. ¿Y que con la llegada del ministro Bono lo despidieron y sometieron a vigilancia?. Pues por eso conocen bien qué negocios hizo el hermanísimo en ambos casos de brutal especulación, saltándose presumiblemente la ley.Y sus andanzas por Torre Pacheco.
Cerca, muy cerca, junto al poblado minero de El Llano del Beal, la balsa Jeni se vendió a la Comunidad Autónoma en seis millones de euros "por cuestiones medioambientales" aunque, en realidad, la gran beneficiada de la operación por partida doble o triple era la mercantil "Portmán Golf S.A.", propiedad de Alfonso García y Mariano Roca (en la fotografía inferior), dos financiadores del viejo PSRM por medio de los hermanos Alonso (Eduardo y José Antonio), y después del PP a través de Patricio Valverde y Pilar Barreiro, que se sepa.¿También del alcalde socialista Sanes?
El objetivo último era descontaminar los terrenos para ir preparando su urbanización, también en beneficio de "Portmán Golf S.A". Lo que sucedió fue que, una vez adquirida la balsa Jeni, la Comunidad se dió cuenta de que obstruía el alivio de aguas pluviales, lixiviados y de escorrentía para evitar la inundación frecuente y contaminante del poblado de El Llano de Beal (patria pequeña de los socialistas hermanos Alonso, por cierto ambos presentes en la reciente charla, de imagen y propaganda, de Valcárcel en el Casino de Madrid y socios de Trillo, y el diputado cartagenero Andrés Ayala, en opacos negocios varios).
Este tema se investigó a fondo en su día y hasta una querella, que se redactó en Madrid, asistida de un exhaustivo informe jurídico, obtuvo todas las bendiciones inimaginables y en enero regresó, totalmente informada y terminada, a Murcia ¿al cajón de la mesa del despacho del fiscal-jefe, López Bernal, o al del nuevo fiscal delegado de la Fiscalía Anticorrupción, Juan Pablo Lozano?. En alguno de los dos está seguro.
Ahí está esperando su momento. ¿Antes, o después de tener los tres en raya? La última palabra la sabe el que la lleva. Pero podemos estar ante un caso muy claro de presunto tráfico de influencias, prevaricación y compra-venta fraudulenta, que afecta de lleno, directa y personalmente a una sola persona por firmante.
Pero la cosa puede no quedar sólo en eso.¿No es menos cierto que el señor Valcárcel ha ido por ahí actuando de agente de negocios de sus financiadores implicados en la conocida como "Operación Malaya"? ¿O acaso no ha hecho personalmente "lobby" cerca del grupo municipal del PP en el ayuntamiento de Elche para que apoyasen sus concejales un grosero proyecto urbanístico de Tomás Olivo en esta ciudad, arguyendoles que "Tomás es uno de los nuestros" porque, según reveló él mismo por teléfono a sus compañeros ilicitanos, es de los financiadores más importantes que tiene el PP en la Región de Murcia?
El CNI tiene grabada esa conversación, como otras, y a disposición de las investigaciones que se siguen sobre el Presidente, su familia, "Polaris" y "Caja Murcia" desde hace ya mucho tiempo. Y es Valcárcel, en persona, el sujeto de este claro tráfico de influencias para favorecer los intereses económicos directos del empresario murciano, de Lobosillo, ahora en libertad bajo fianza por auto del juez Torres, en Marbella.
Valcárcel, al igual que hizo en su día el presidente balear, Jaume Matas, debería pedir audiencia urgente a Plácido Conde-Pumpido y acudir a la Fiscalía General del Estado, en Madrid, a preguntarle: "¿Qué hay de lo mío?" A lo mejor, ya no vuelve.