Así
lo recoge un estudio de dicha organización no gubernamental, titulado
'Planificación para emisiones cero. Evaluación de los proyectos de los
planes nacionales de energía y clima', en el que han participado
diversos expertos de estas entidades de ámbito comunitario.
Según Lara Lázaro, investigadora principal del Real
Instituto Elcano el "primer puesto de España debe ser elogiado, pero no
debería ser motivo para la autocomplacencia" por algunas cuestiones
pendientes como la ausencia de un comité científico independiente, o si
se pueden cumplir los objetivos de eficiencia energética.
El
informe, que ha evaluado los borradores de los planes nacionales
integrados de clima y energía (PNIEC) de todos los Estados miembros
presentados a la Comisión Europea, asegura que "ninguno de los 28 planes
climáticos está en camino de conseguir emisiones netas nulas para
2050".
España y Francia lideran la clasificación con un 52 y un 47 % respectivamente, seguidos de Grecia (44 %) y Suecia (43 %).
El
plan climático de Eslovenia ocupa el último lugar con una puntuación
del 3 % y tanto Eslovaquia (12 %) como Alemania (12 %) se sitúan
ligeramente por delante.
En concreto, la valoración media para el bloque de la Unión Europa es del 29 %.
La
investigación ha tenido en cuenta una serie de indicadores para
calificar los distintos proyectos como el nivel de ambición o el de
detalle de las políticas descritas, así como la calidad y carácter
inclusivo del proceso de redacción.
Los Estados
miembros disponen hasta finales de año para presentar las versiones
definitivas de los planes junto con las estrategias nacionales a largo
plazo, por lo que "todavía hay tiempo para hacerlo bien", recuerdan.
El
estudio considera que los gobiernos europeos deben aprovechar los
próximos meses para "elaborar planes climáticos coherentes" y que estén
sometidos a "consulta pública", con el objetivo de "garantizar la
seguridad de las inversiones".
Además, estos planes
climáticos deben ayudar a "cosechar los numerosos beneficios económicos y
sociales para la transición hacia una sociedad con emisiones netas cero
de carbono".
A pesar de que los proyectos climáticos
indican que los países "están tomando medidas respecto al clima de aquí a
2030", estas acciones "todavía no están a la altura de las ambiciones
establecidas por los legisladores de la UE y el Acuerdo de París".
La
mayoría de estos planes, según la investigación, son "limitados" para
la eliminación gradual del carbón y los subsidios a los combustibles
fósiles, cuentan con "pocas indicaciones" sobre las inversiones
necesarias o contemplan un "uso excesivo de biomasa insostenible".
Otros
de los inconvenientes pasan por una "consulta pública inadecuada" o "la
carencia de una intención clara de llegar a cero emisiones en 2050".
La
Comisión Europea, según la Fundación Europea del Clima, publicará su
propia evaluación y recomendaciones sobre los planes climáticos
nacionales el próximo mes de junio.
La organización
destaca que es la primera vez que los Estados llevan a cabo este
ejercicio, por lo que "es comprensible que las puntuaciones todavía no
sean perfectas".
Los Gobiernos "no pueden perder esta
oportunidad de establecer políticas ambiciosas y creíbles", asegura la
Fundación, quien considera que dichas acciones atraerán "más
financiación pública y privada para infraestructuras de energía limpia".
Por tanto, "se mejorará la calidad de vida y se reducirá el coste de la transición para los ciudadanos europeos".