MURCIA.- El Gobierno autonómico y la Universidad de Murcia (UMU) han firmado este
viernes un convenio de colaboración que permitirá a la Región contar
con una estrategia para la preservación y restauración de sus praderas
litorales, especialmente las conformadas por las fanerógamas marinas más
comunes, la Posidonia oceánica y la Cymodocea nodosa, según informaron
fuentes de sendas instituciones en un comunicado.
El consejero
de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, Juan María
Vázquez, y el rector de la UMU, José Luján, han rubricado el documento
que especifica hasta nueve líneas de actuación, que culminarán con la
elaboración de un protocolo y la estandarización de la metodología de
restauración y conservación de las praderas submarinas.
El
convenio contempla una inversión del Gobierno regional de 343.308 euros
hasta 2026. Este año ya hay destinados 49.480 euros, a los que se
sumarán 150.951 el próximo año y 142.876 en 2026.
"Nuestras
praderas submarinas tienen una importancia ecológica crucial al servir
como refugio y cría para muchas otras especies", ha destacado Vázquez
tras la firma del convenio. El consejero ha añadido que "proporcionan
una rica y amplia biodiversidad, además de estabilidad a los sedimentos
en el litoral en los que se asienta, y que son fundamentales para evitar
la erosión costera".
Sin embargo, conforman un ecosistema de
alta fragilidad, lo que "hace necesario que se impulsen actuaciones
desde el Gobierno regional para fomentar su población en nuestras
aguas", ha explicado.
La futura estrategia se desarrolla a
partir de nueve líneas de actuación ya definidas, y la primera de ellas
--con la recolección de semillas y fragmentos de rizomas-- ya en marcha
desde el pasado mes de julio. El consejero ha especificado que la
restauración prioritaria de las praderas marinas "se realizará en zonas
de la Red Natura 2000 que presenten ya algún tipo de degradación".
En estos trabajos participará el Grupo de Investigación de Ecología
Acuática de la UMU para conocer el estado, evolución y distribución de
las comunidades de estas fanerógamas marinas y dar los pasos necesarios
para su restauración, entre las que está la puesta en marcha de un
semillero y la identificación de las áreas de restauración como tareas
II y III de la estrategia.
A continuación, se analizará la
evolución del proyecto, cuyos resultados servirán para elaborar un
protocolo y estandarizar la metodología en las fases de la restauración y
conservación de las praderas submarinas.
"Además, a partir
de septiembre del próximo año mediremos también la fijación de CO2 que
nos retorne el proyecto", ha afirmado el consejero, quien ha concretado
también que se pondrá en marcha "un programa de voluntariado ambiental
con el título 'Planta un Bosque Submarino' en el que se va a implicar a
clubes de buceo, puertos deportivos y pescadores".
La estrategia
culminará en diciembre de 2026 con la celebración de unas jornadas de
difusión y divulgación de los resultados obtenidos.
"Este
esfuerzo, esta estrategia va en línea con la Ley de Restauración de la
Naturaleza y nuestro objetivo de revertir la pérdida de biodiversidad",
ha finalizado el consejero Vázquez. La estrategia, además, se alinea con
las directrices de gestión y conservación de fanerógamas marinas
nacionales, expuestas durante la última Conferencia Sectorial de Medio
Ambiente.
El primer paso del proyecto será hacer un análisis
cartográfico del litoral y valorar los puntos en los que las praderas
están degradadas y empezar los pasos para su restauración. El segundo es
la recogida de semillas en esos puntos y con ellas se trabajará en el
laboratorio para, posteriormente, replantar estas fanerógamas marinas en
su hábitat. Una vez finalizadas estas fases, se iniciará la de control
de resultados y conservación.
El trabajo de campo comenzará en
Águilas y el equipo de investigación irá avanzando paulatinamente hacia
el resto de la costa regional. En la Bahía del Hornillo de Águilas, la
UMU lleva a cabo desde hace diez años un proyecto piloto de repoblación
que ha demostrado "excelentes resultados".
El profesor Arnaldo Marín, investigador principal del proyecto, ha
explicado que la posidonia es una de las especies más longevas del
planeta y el organismo más grande del medio marino, ya que un mismo
individuo puede alcanzar kilómetros.
Su importancia, ha
destacado el investigador, "es vital para el litoral porque protege la
costa de la erosión de los temporales, mantiene la calidad del agua y
contribuyen a la diversidad".
Esta especie necesita décadas
para desarrollarse a su ritmo natural, por lo que para recuperar las
zonas dañadas y regenerarlas a un ritmo más rápido es necesaria la
intervención mediante las técnicas de repoblación que a lo largo de la
última década lleva desarrollando y poniendo a prueba el grupo de
investigación de la UMU. La Región de Murcia es ejemplo de estos planes
estratégicos para la recuperación de las praderas en el Mediterráneo.
Por su parte, el rector de la UMU, José Luján, ha puesto en valor la
importancia de la colaboración de las instituciones en cuestiones tan
centrales como la conservación del medio ambiente.
"La UMU genera conocimiento que tiene que transferir a la sociedad para resolver problemas y este proyecto es el ejemplo de cómo tiene que funcionar una universidad y la colaboración entre administraciones", ha afirmado el rector.
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