
Según este comunicado difundido por la propia constructora, que tiene su sede social en el Pilar de la Horadada y oficinas en la de su propiedad Torre Godoy, en Murcia, la solicitud de concurso voluntario de acreedores fue presentada el lunes en el Juzgado Mercantil por iniciativa de la propia empresa «para garantizar su viabilidad en el futuro, antes de que se deteriore su situación financiera por no poder cumplir con las obligaciones de pago inmediatas».
Los representantes de Obralia Sureste aseguran que la suspensión de pagos «ha estado provocada por el impago de cantidades elevadas por parte de clientes importantes y la previsión de que ese saldo aumente considerablemente en las próximas fechas, unido a que la crisis financiera actual dificulta extraordinariamente la participación de las entidades financieras en una solución aceptable».
La empresa quiere enviar un mensaje de calma a los muchos afectados por la suspensión de pagos, y asegura que trabaja ahora para, «dentro del marco estable del concurso de acreedores y supervisada la gestión por los administradores concursales, ordenar la actividad productiva y ofrecer un acuerdo de pago razonable a los acreedores».
En el momento de esta solicitud ante los juzgados murcianos, "Obralia Sureste" estaba desarrollando varios proyectos en la Región de Murcia, donde ha sido una de las constructoras de más peso en los últimos años.
Ahora promovía una ciudad industrial y de servicios cerca del supuesto nuevo aeropuerto regional. El proyecto, ubicado en el municipio de Fuente Álamo, tiene una superficie de 100.000 metros cuadrados.
También promueve viviendas en "Nueva Condomina" y entre sus planes de futuro, anunciados la pasada primavera, estaba abrir una sede en Madrid para expandir su actividad a otras zonas del país.
Según "La Opinión", en los últimos tres años, el activo de la sociedad se ha doblado, desde los 40.867.508 euros en el año 2005 hasta los 86.496.686 euros registrados el año pasado. La cifra de ventas creció de forma espectacular entre los años 2000 y 2006, especialmente en ese último año, en el que las ventas crecieron un 39,5%.
Sin embargo, el volumen de negocio se redujo en el año 2007 en un 2,62% y la rentabilidad descendió hasta el 8,22%. El ritmo de crecimiento de la empresa se truncó a partir del año 2006. En los dos últimos años, las deudas de Obralia prácticamente se han duplicado.
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