La operación tendrá un impacto positivo en la ratio de capital de
calidad de BFA de 75 puntos básicos a nivel consolidado respecto al
cierre de septiembre 2017. Tras esta colocación, BFA mantiene una
participación de 1.745.745.307 acciones de Bankia, un 60,63% de su
capital social.
"En este sentido, BFA ha asumido un compromiso de no transmisión
(lock-up) de dichas acciones durante un plazo de 60 días, sujeto a las
condiciones propias de la práctica habitual en este tipo de
operaciones", según la nota remitida a la CNMV.
De esta manera, el FROB toma las riendas de las desinversiones ante
el calendario varias veces comentado por el presidente de la entidad,
José Ignacio Goirigolzarri. El banquero bilbaino ha tenido muy claro,
desde hace cinco años cuando asumió la presidencia de Bankia, que él y
su equipo eran los gestores, pero que los dueños de la entidad
nacionalizada y rescatada eran todos los españoles, en manos del Fondo
de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
El Estado anunció el lunes la orden de venta acelerada de un 7% en
manos del FROB mediante el Banco Financiero y de Ahorros (BFA), matriz
de Bankia, un porcentaje similar al que ya se vendió a finales de
febrero de 2014. Eso sí, en esa primera y única venta hasta el momento,
las arcas públicas recuperaron algo más de 1.300 millones de euros,
mientras que con esta colocación tan sólo se obtendrían unos 818
millones.
Las acciones de Bankia se han recuperado en las últimas sesiones,
hasta situarse en los 4,17 euros, pero aún lejos de los algo más de seis
euros que deberían haber alcanzado para situarse en el mismo valor en
el que se produjo la anterior desinversión estatal, antes del
contrasplit realizado recientemente.
Desde hacía meses, se hablaba de algunas ventanas de oportunidad para
una nueva venta de la participación estatal en Bankia, que se eleva por
encima del 67%. Sin embargo, todo parecía que había quedado aparcado
hasta la presentación del nuevo plan estratégico del banco presidido por
Goirigolzarri y el cierre de la integración de BMN, el otro banco
controlado por el FROB.
El propio presidente de Bankia afirmaba estos últimos días, en una
entrevista a El Periódico de Cataluña, que las nuevas oportunidades de
venta ya se producirían entre enero y febrero de 2018, cuando se
conocieran los detalles de su nuevo plan estratégico para los próximos
tres años.
En el Gobierno, o en el FROB, han debido considerar que la iniciativa
y los plazos se imponen desde su orilla y no desde el equipo gestor que
lidera con éxito José Ignacio Goirigolzarri desde hace una década. La
venta parcial se adelanta al calendario previsto por el presidente de
Bankia, aunque todavía queda margen para que la participación estatal
desaparezca antes de finales de 2019.
Todos conformes
Tanto el presidente José Ignacio Goirigolzarri, como su consejero
delegado, José Sevilla, se han mostrado en numerosas ocasiones
partidarios de que la salida del Estado del capital de la entidad
intervenida se acometiera cuando las condiciones de los mercados fueran
las propicias.
La venta acelerada anunciada, que cuenta con el respaldo de Deustche
Bank, Morgan Stanley y UBS, se produce justo en plenos análisis de
algunas firmas que colocan la participación mayoritaria del Estado en
Bankia en manos del BBVA de Francisco González (FG).
Goirigolzarri sostiene, desde hace ya un par de años, que el Estado
ha recuperado mucho más de los 1.304 millones obtenidos con la primera
venta de un 7,5% de su participación. Según sus cálculos, la
recuperación estaría en torno a los 5.000 millones de euros con lo
devuelto a accionistas y preferentistas. Eso sí, dicha cantidad aún
dista mucho de los más de 22.000 millones de euros inyectados como
ayudas públicas.