GRANADA.- En septiembre del año 2003, la consejería de Obras Públicas planteó
al equipo de gobierno del Ayuntamiento de Granada una propuesta
alternativa al proyecto que defendía Torres Hurtado. Su idea apostaba
por un metro soterrado por el Centro partiendo de los
Jardines del Triunfo, adentrándose en San Juan de Dios para llegar a
Duquesa, confluir en la plaza de la Trinidad y a través de Mesones
alcanzar Puerta Real. Superado el río Darro, seguiría su andadura por
Ganivet hasta el Palacio de Bibataubín para cruzar la Carrera de la
Virgen y llegar hasta el Palacio de Congresos en cuyas proximidades y ya
en superficie, enlazaría con la otra línea que comunicaría Peligros y
Albolote con Armilla, recuerda hoy Ideal.
La Junta defendía en este proyecto que el trazado en superficie sería la mejor opción para la capital granadina no solo se evitarían los retrasos que supondría encontrarse con yacimientos arqueológicos, también el coste sería menor. En 2003 se fijaban el coste de la obra en una franja de 200 a 230 millones de euros.
Si las alegaciones del Ayuntamiento de Granada se aceptaban y
finalmente el metro discurría bajo tierra, el incremento que podría
tener el presupuesto final alcanzaría como mínimo el 30%. Es decir, unos
75 millones de euros más. Finalmente costó más de 550 millones de
euros.
El
tira y afloja entre Junta y Metro se prolongó durante cinco años, hasta
que el gobierno andaluz cedió a las reclamaciones municipales y se
aprobó enterrar las vías en el Camino de Ronda.
El
metro se «materializó» un 18 de noviembre de 1998, cuando el entonces
delegado del Gobierno de la Junta, Jesús Quero, y el delegado provincial
de Obras Públicas, Pedro Julián Lara, presentaron el primer boceto de
tranvía que constaba de dos líneas.
Una de 15 kilómetros que partía de
Albolote para llegar al Campus de la Salud tras cruzar la capital y se
presentó una segunda línea, con 22 kilómetros de recorrido, que se
iniciaba en el PTS y circulaba hacia Armilla, Churriana de la Vega y Las
Gabias.
Desde
aquel anuncio, fueron muchos los municipios del Cinturón que pidieron
integrarse también en esa red tranviaria y la Junta fue añadiendo
líneas, estirando recorridos y sumando ceros a los presupuestos.
En
octubre de 1999 se licitaron los estudios, siempre con trazado en
superficie, y en noviembre de 2002 se publicaron los anteproyectos. Y el
entonces alcalde, José Moratalla, reclamaba que el tren ligero pasara
por el Centro de la ciudad.
Pero
el trazado del metro ligero seguía condicionado al futuro de la
estación de tren, otro de los grandes proyectos de la ciudad que ha sido
objeto de muchos cambios.
De
hecho, la idea de que se soterrara la estación de Renfe hizo que se
pintara un trazado, que después hubo que modificar al ser una estación
ferroviaria en superficie. El recorrido del metro se fue alterando una y otra vez para volver al punto inicial, aunque los años iban pasando y el presupuesto crecía.
Y la idea de un metro que atravesara el Centro de la ciudad volvió a plantearse en varias ocasiones.
En
2007 arrancaron las obras entre Maracena y Albolote. Estaba previsto
que duraran dos años. En las primeras catas se pinchó una tubería de gas
y durante los trabajos se rompieron tuberías de agua, gajes de las
obras. Pero el mayor problema que se registró en la fase de ejecución
fue el abandono de las obras en Camino de Ronda.
Al poco de empezar a
excavar aparecieron restos de un espacio en el que se celebraban
«naumaquias», luchas de barcos, pero el gran mazazo para comerciantes y
vecinos fue el estallido de la crisis económica. Las constructoras
dejaron de recibir dinero y abandonaron las obras.
A principios de 2012,
la Junta anunciaba un crédito del banco Europeo de Inversiones de 260
millones de euros que les iba a permitir acabar la obra. Hubo algún
escollo político más, a cuenta del paso del metro por el Zaidín.
Tras
otros meses de declaraciones subidas de tono, y plantes municipales
negándose a pagar su parte del coste, se resolvió con un túnel para los
coches en Andrés Segovia. Era 2014 y se producía el enésimo cambio en el
trazado del metropolitano de Granada.