CARTAGENA.- El secretario general de MC-Cartagena, José López, acompañado del
presidente y la vicepresidente de la formación cartagenerista, Jesús
Giménez e Isabel García, han mantenido una reunión de trabajo con el
presidente y el secretario de la Asociación de Hosteleros de Cartagena y
Comarca (Hostecar), Juan José López, y Rafael Candel, respectivamente.
El tema central de la cita ha sido la necesidad de alcanzar una
solución negociada entre los hosteleros y los responsables de las
cofradías para que "el Ayuntamiento permita una gestión directa y óptima
de las sillas de Semana Santa".
Con esta conclusión, Isabel García se
ha referido al contenido de la reunión y a la medida que pretende
"aislar este servicio de las demostradas improvisaciones e incapacidades
políticas a las que hemos asistido los últimos días, además de redundar
en una mejora de la imagen de nuestros cortejos y una mejor asistencia a
los usuarios, con iniciativas como la venta anticipada y electrónica",
ha argumentado.
García ha contextualizado la situación al añadir que la propuesta fue
encauzada durante la Alcaldía de José López, y de manera más concreta
tras la finalización de la Semana Santa de 2017, cuando venció el último
contrato.
En esas fechas, el primer edil, representantes de las cuatro
cofradías, empresas especializadas y economistas, abordaron los
beneficios de la autogestión, lo que redundaría en una maximización de
los ingresos y la optimización del servicio.
MC Cartagena ha recogido las impresiones de la asociación,
manifestando su voluntad de estudiar las fórmulas para buscar un
consenso mayoritario a través de su debate en el Pleno municipal.
De
cristalizar esta opción, la formación cartagenerista entiende que se
garantizaría "la profesionalidad empresarial que aporta Hostecar,
mejorando el rendimiento económico del servicio en beneficio de las
cofradías cartageneras", ha argumentado la edil de MC.
"Lo vivido durante Semana Santa ha sido la muestra definitiva de la
improvisación generalizada del gobierno socialista, producto de una
incapacidad que nos sale muy cara", ha lamentado Isabel García, quien ha
censurado "la nula inversión en promoción turística en contraposición
al incremento de los gastos en publicidad para Alcaldía. Es decir, el
dinero de los cartageneros para multiplicar las fotos de Castejón,
restando la proyección exterior del municipio".
En relación al proceso de licitación de las sillas de Semana Santa,
García ha recordado lo tardío de una gestión "que es otro daño colateral
de la situación de caos a la que Castejón llevó al Ayuntamiento tras el
incumplimiento del pacto de Gobierno".
"Una licitación que nació
viciada, a la que solo se presentó una empresa y que, a dos días de
comenzar la Semana Santa, se encontraba sin adjudicar", ha continuado.
La delirante situación fue solventada "con una negociación in
extremis, plegándose a los intereses de una mercantil, con bajada de
canon incluida, que se traducirá en un perjuicio económico para la Junta
de Cofradías. También se perjudica a los hosteleros, al permitir
instalar una fila enfrente de sus terrazas. Es decir, daños para todos".
La vicepresidente de MC ha enumerado lo acontecido a causa del efecto
'caostejón' en Semana Santa, "no permitiendo comprar por adelantado;
proyectando una imagen nefasta de organización y limitando la promoción a
la propia alcaldesa y a su record del mundo de dar salida a los tronos.
Por ver algo positivo de todo esto, al menos a ella, igual que a Noelia
Arroyo, les ha nacido un espontáneo amor por nuestra Semana Santa que
acogemos con alegría".
Para finalizar, Isabel García ha añadido que el Ejecutivo socialista
ya ha adelantado que "compensarán a las cofradías. Por ello,
preguntaremos en el Pleno de dónde van a sacar el dinero y qué calle
dejarán de asfaltar. También, de qué forma tienen pensado desagraviar a
los hosteleros y las pérdidas que les han causado. Que no se preocupen,
les daremos la solución".
En otro orden de cosas, MC y Hostecar han abordado otras cuestiones
que abundan en la espontaneidad socialista, como la inacción en la
festividad de las Cruces de Mayo, la no renovación de las licencias de
los chiringuitos, adentrados ya en el mes de abril, y la inquietud en
relación a la ordenanza de ruidos.