El exilio de YouTubers se ha incrementado en los últimos años por diversas razones económicas y fiscales, presión social y polémicas. Muchos creadores de contenido buscan residir en países con sistemas fiscales más favorables. Por ejemplo, lugares como Andorra han atraído a YouTubers debido a su baja carga impositiva en comparación con países como España o Francia, donde los impuestos sobre los ingresos son mucho más altos. Esto les permite maximizar sus ganancias.
Algunos youtubers simplemente deciden irse a otro país donde tienen más libertad creativa, mejor acceso a tecnología o mayor estabilidad económica. El exilio de youtubers se refiere a creadores de contenido en YouTube que han tenido que abandonar sus países de origen, generalmente por razones como presión política o censura, amenazas o acoso, problemas legales por su contenido y situaciones económicas o de seguridad personal. A diferencia del exilio político tradicional, el conflicto suele estar vinculado al impacto social y mediático de lo que publican.
ENTORNO HOSTIL
El aumento de cancelaciones y críticas hacia influencers ha generado un entorno hostil para algunos creadores. Escándalos legales, acusaciones de oportunismo o explotación de temas sensibles han llevado a varios youtubers a buscar un "exilio digital" para proteger su imagen pública o escapar del escrutinio social. Además, algunos gobiernos han comenzado a regular el contenido creado por menores o influencers, lo que también puede influir en su decisión de emigrar.
El traslado de youtubers a países con beneficios fiscales ha generado polémicas públicas, acusándolos de insolidarios o antipatriotas. Sin embargo, estos movimientos también reflejan la libertad individual para buscar mejores condiciones económicas. Estos casos muestran cómo el exilio puede ser una estrategia tanto económica como personal para adaptarse a las demandas de la industria digital.
"Exiliados románticos" son aquellos individuos que, habiendo sido forzados a abandonar su país, por motivos políticos, sociales o personales, experimentan el exilio con una mezcla de nostalgia, idealismo, y una visión poética o apasionada tanto del país que dejaron como de su situación como exiliados.
El término se suele asociar a figuras del siglo XIX, especialmente del Romanticismo europeo, quienes veían el exilio no sólo como una tragedia, sino también como una forma de reafirmar sus valores, su libertad creativa o sus ideales políticos.
El exilio de youtubers tiene algo de romántico en cierto sentido, sobre todo si ves lo romántico como una lucha individual por ideales, libertad de expresión, o una especie de rebeldía frente al sistema, pero también puede ser simplemente una decisión práctica o forzada, más pragmática que poética.
RAÍCES
Nadie es profeta en su tierra, pero vive mejor en su casa. Las personas a menudo no son valoradas o reconocidas en su lugar de origen, pero es insustituible el confort y la seguridad que brinda estar en el propio hogar. Todo ser humano se siente más cómodo en el lugar donde uno pertenece, a pesar de que allí no siempre se recibe el reconocimiento merecido.
"El sabio conoce el mundo sin necesidad de salir de su casa" dijo Lao Tse. Este pensamiento promueve la introspección y el autoconocimiento como formas de alcanzar la plenitud y entender el Mundo. Según esta perspectiva, el verdadero aprendizaje y entendimiento no dependen del desplazamiento físico, sino de una conexión profunda con el propio ser y con el Tao.
Viajar te puede ayudar a apreciar aún más tus raíces al compararlas con otras culturas y estilos de vida. Al regresar a casa, puedes compartir tus aventuras y conocimientos adquiridos, enriqueciendo a tu comunidad local. Incluso cuando estás lejos, puedes mantener viva tu conexión cultural celebrando festividades o practicando tradiciones de tu tierra natal.
Viajar puede ser una experiencia enriquecedora que abre la mente y permite descubrir nuevas culturas y paisajes. Sin embargo, es igualmente valioso mantener una conexión con las raíces de tu tierra natal. Esta conexión puede proporcionar un sentido de pertenencia, identidad y arraigo que es difícil de encontrar en otros lugares. En resumen, viajar y mantener las raíces no es mutuamente excluyente. Ambas experiencias se pueden complementar para enriquecer tu vida personal y cultural.
Saber que tienes un lugar al que perteneces puede proporcionar estabilidad emocional y un sentido de seguridad. Conocer y conservar las tradiciones, costumbres y valores de tu tierra natal te ayuda a entender mejor quién eres y de dónde vienes. Esto puede fortalecer tu identidad personal y cultural.
Mantener vínculos con la familia y la comunidad local puede ofrecer apoyo emocional y una red de relaciones significativas. Muchas veces, las raíces están profundamente ligadas al entorno natural de tu infancia, lo que puede fomentar un respeto y amor por el medio ambiente.
CASTIGO
El exilio se ha utilizado como forma de castigo en sociedades antiguas como Roma, Grecia y otras culturas. Por ejemplo, en Roma, el exilio era una alternativa a la pena capital. Podía ser voluntario o forzado y, dependiendo de la gravedad, implicaba la pérdida de ciudadanía y propiedades.
En Grecia, el ostracismo era una forma de exilio político, donde se expulsaba a individuos considerados peligrosos para la estabilidad de una ciudad durante un periodo de diez años. En otras culturas, el exilio podía ser una sentencia devastadora, ya que separaba al individuo de su comunidad, recursos y estatus social, lo que dificultaba su supervivencia y su reintegración.
Sin embargo, el exilio no siempre es un castigo. En algunos casos, puede ser voluntario y servir como protesta política, búsqueda de seguridad o incluso una oportunidad para reflexionar y reinventarse.
Ejemplos históricos incluyen figuras como el Dalai Lama o Benazir Bhutto, quienes utilizaron su tiempo en el exilio para promover sus causas o continuar con su legado. En resumen, el exilio puede ser tanto un castigo impuesto por autoridades como una experiencia transformadora dependiendo del contexto político, social y personal.
DESARRAIGO
Con el desarrollo de la llamada ‘civilización’, se va olvidando cada vez más el color único y vibrante de cada país y de sus pueblos indígenas. Pero éste era el objetivo principal de los mundialistas: despersonalizar la Tierra por completo, porque una individualidad brillante, ya sea una persona o un país, es un gran peligro para ellos, según Peter B. Meyer.
Han estado muy interesados en reescribir la historia para privar de sus raíces a los seres humanos, las cuales llevan consigo un código energético específico y nutren el alma de cada individuo. Las características energéticas de cada país se pueden comparar con una paleta de colores.
Es probable que muchos de ustedes que han viajado por el Mundo en diferentes épocas quizás hayan notado cómo ha cambiado el ambiente en muchos países. A veces es difícil comprender dónde está uno porrque todo se ha vuelto muy parecido: la publicidad, las tiendas, los restaurantes, la gente vestida igual. Pero hasta hace poco, cada país estaba orgulloso de su singularidad y de sus tradiciones nacionales.
La impersonalidad energética es perjudicial para la energía general del planeta porque altera el equilibrio energético, pues cuanto más diversa sea la paleta energética, más valioso será cada planeta. El planeta Tierra es único precisamente por su diversidad racial, natural y cultural; no en vano se le llama la perla del Universo.
El hecho de que nuestro planeta haya sido elegido para un experimento único, una transición a una dimensión superior con sus habitantes, no es, por supuesto, una coincidencia. El objetivo es conservar su riqueza: su flora y fauna únicas, su naturaleza bella y los mejores representantes de la Humanidad que llevan dentro de sí el principio divino.
La singularidad de cada país es precisamente uno de los componentes de este asombroso, excepcional y bello mundo que llevan siglos intentando destruir los draconianos.
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EXILIO MÍSTICO
El concepto de exilio espiritual en los místicos se relaciona con la idea de separación del origen divino y el anhelo por regresar a él. Este fenómeno se encuentra presente en diversas tradiciones espirituales y filosóficas, como el sufismo, el cristianismo y otras corrientes místicas.
El exilio espiritual se describe como un estado de alienación del alma respecto a su origen divino. En la tradición sufí, este sentimiento de separación se expresa en textos como el Canto del ney, donde el junco lamenta su separación del cañaveral, simbolizando el sufrimiento del alma lejos de su fuente divina. Este exilio no solo implica tristeza y nostalgia, sino también una oportunidad para trascender y alcanzar un estado superior de unión con lo divino.
En la mística cristiana, autores como Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz emplearon la metáfora del exilio para referirse a la vida terrenal como un destierro en comparación con la vida celestial.
Para ellos, la existencia humana encuentra sentido en el proceso de purificación interior y en el camino hacia Dios, que atraviesa pruebas similares al anonadamiento descrito en otras tradiciones.
DIMENSIÓN ASCÉTICA
El exilio espiritual comparte características con el itinerario místico, especialmente en su aspecto ascético. En este proceso, el alma se debe desprender de todo lo terrenal para alcanzar un estado de vacío (gnosis en la tradición cristiana, faná en el sufismo, sunyata en el budismo), que antecede a la comunión con lo sagrado. Este vacío se ve paradójicamente como una plenitud que permite al alma convertirse en un receptáculo de lo divino.
Por ejemplo, San Juan de la Cruz describe este proceso como una "noche oscura", durante la cual el ser humano experimenta una purificación profunda que lo lleva a desprenderse de sus deseos para alcanzar su verdadero yo centrado exclusivamente en Dios.
La noción del regreso al origen es central en la narrativa mística. En el sufismo, este regreso simboliza la reunificación del alma con su patria verdadera, que es el mundo divino. Según esta perspectiva, el alma fue enviada al mundo terrenal contra su voluntad para adquirir conocimiento y experiencia antes de regresar al estado original de felicidad y perfección.
En términos más universales, tanto el exilio físico como el espiritual representan un viaje iniciático hacia una dimensión desconocida de la existencia. Este viaje implica superar pruebas y enfrentarse a la soledad y al vacío, antes de alcanzar una revelación o renacimiento espiritual.
El exilio espiritual es una metáfora poderosa que conecta las experiencias humanas de pérdida y desarraigo con los procesos místicos de transformación y trascendencia. Desde la perspectiva mística, este exilio no es sólo una separación dolorosa, sino también una oportunidad para descubrir nuevas dimensiones del ser y para acercarse a lo divino mediante un camino ascético lleno de desafíos pero también de promesas sublimes.
(*) Periodista
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