Gran parte del motivo de que la Región sea una de las más afectadas por esta práctica es que los sectores principales de la economía murciana están relacionados con la construcción, la hostelería y la agricultura, tres sectores directamente relacionados con la temporalidad laboral y los contratos de más precariedad.
Las prácticas que más suelen realizar algunas empresas tienen que ver con la reducción de costes de cotización a la seguridad social, de seguros del trabajador y de las primas o pagas por tiempo de trabajo, nocturnidad o antigüedad.
Se empieza a apreciar que se están cambiando contratos de jornada completa a media jornada, cotizando media y cobrando la otra media “en B”. También, en sectores como la construcción, se está viendo un incremento de gente que al perder su trabajo se ve abocado a trabajar en pequeñas empresas, realizando obras y arreglos, sin cotizar y sin registrar como empresa.
Otros sectores, como la agricultura, emplea técnicas como “los furgoneteros”, que acuden a zonas donde gente busca trabajo y llevan a personas a trabajar, en condiciones de muy poca calidad, sin contratos ni seguridad, y a un precio casi ridículo por el trabajo realizado.
Por otra parte, desde principios de mayo se anunció un aumento de las inspecciones laborales y aunque los sindicatos lo han confirmado, sigue siendo un problema en aumento, ya que es un aspecto difícil de demostrar cuando se efectúa en pequeñas cantidades.
Además, una de las peores características que presenta la economía sumergida es que precisamente, al ser una actividad irregular, se centra en los más indefensos. Por ello, los grupos que más se ven afectados son los inmigrantes, los jóvenes y la mujer.
Desde las asociaciones de inmigrantes se ayuda en casos donde la persona no se puede defender. Por ejemplo, la asociación Murcia Acoge ha elaborado un Prontuario Jurídico, donde se tienen en cuenta las condiciones de los trabajadores para poder ayudar a quien lo solicite. O la asociación ATIME, cuyos abogados ayudan a resolver casos tan extremos como que las propias empresas paguen a sus trabajadores con cheques sin fondos.
Sólo con información y con valores como la honradez en los negocios se podría acabar con este tipo de irregularidades, se piensa.
1 comentario:
El gobierno regional suponemos que en esto tampoco tiene nada que ver. Y si lo tuviera, le echaría la culpa a otro. ¡Cuánto político sinvergüenza y sobre todo cobardo existe en esta región!
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