MURCIA.- Los apicultores murcianos están viviendo
la peor crisis de su historia debido, principalmente, al hundimiento
del mercado de la miel. "Los precios caen y no hay demanda", según ha
alertado Carlos Zafra, técnico de Coag Murcia y apicultor.
La
situación, un escenario que también se extiende al resto del país, no es
optimista, ya que "está sufriendo una de las mayores crisis de los
últimos 15 años".
Precisamente,
las importaciones de mieles de países terceros, por ejemplo China,
están provocando esta situación, ya que se trata de "mieles demasiado
baratas con las que Murcia no puede competir al estar hoy por debajo de
los costes de producción", lo que origina que parte de la cosecha del
pasado año esté sin vender y se conserve en los almacenes.
La
miel de origen chino, la más utilizada a nivel mundial según Zafra, en
el Puerto de Valencia se vende a 1,50 euros, frente a los costes de
producción de la miel murciana, que ascienden a 2,60 euros
aproximadamente. De seguir esta situación, advierte, "muchos apicultores
tendrán que abandonar este oficio".
A
este problema se añade la caída de las cosechas de este año por
factores climatológicos, explica. Una caída de entre el 60 y el 70 por
ciento de las cosechas de toda la Región, por lo que el sector en Murcia
"tiene cosechas mínimas históricas".
Y
es que, este año coincidió el episodio de lluvias de abril con la
cosecha de la miel de azahar, la principal de Murcia, "algo muy malo
porque son lluvias a destiempo y la cosecha de este año ha sido ruinosa,
ya que se habrá recolectado un 10 por ciento con respecto a lo que
debiera ser un año normal".
Una
situación que se agrava por "es un mercado dejado por los gobiernos, es
la ley de la oferta y la demanda pura y dura, la ley del más fuerte y
no hay ningún gobierno que pueda intervenir en ello", lamenta.
Por
ello, ha resaltado la necesidad de fomentar la cultura de la miel,
debido a que el consumo de miel en España "es muy bajo por habitante, al
contrario de lo que ocurre en el resto de Europa".
Desde
Murcia, aboga, "tenemos que luchar por una marca de la Región para la
miel, por una denominación de origen, hay que darle valor añadido a las
mieles y fomentar su consumo".
Otro
de los problemas a los que Zafra ha hecho alusión son los sanitarios
por la Varroa, "una enfermedad parasitaria, extendida a nivel mundial,
que ataca a las colonias de abejas, las colapsa, son como garrapatas, y
transmiten enfermedades, principalmente víricas, a las abejas".
"Cada
vez, continúa, hay menos tratamientos eficaces y ese parásito es más
resistencia a todas las moléculas que tenemos en el mercado, con lo que
el sector tiene graves problemas para controlarlo".
Igualmente,
el apicultor murciano se enfrenta al problema de las autonomías, dado
que cada comunidad tiene una legislación diferente y la murciana es
trashumante, "una de las pocas ganaderías que quedan así".
Los
apicultores murcianos, debido a la climatología veraniega, "se ven
obligados a llevar las colmenas a otras comunidades, pero como cada una
tiene una legislación diferente, algunas como Castilla y León están
poniendo trabas a la trashumancia, teniendo los apicultores murcianos
problemas para llevar sus colmenas a otros puntos geográficos de
España".
Principalmente,
puntualiza, los más problemáticos con Castilla y León, Galicia y
Cantabria, "donde prácticamente es imposible que un apicultor murciano
instale sus colmenas en esas comunidades, incluso sufren graves
sanciones en esas comunidades, que van de los 600 a los 3.000 euros".
De
hecho, critica, desde la Asociación de Apicultores de la Región de
Murcia todos los años recurren del orden de 30 ó 40 sanciones o
denuncias por los problemas de legislación.
Sin
embargo, cuando llega el invierno ocurre el efecto contrario y son los
apicultores de esas comunidades los que necesitan climas cálidos para
sus colmenas y las traen a la Región, "donde son bienvenidos porque no
tenemos ninguna legislación que lo regule, al regirse por el Real
Decreto Nacional".
Zafra
también ha destacado que el sector apícola es uno de los primeros en
observar los cambios en la climatología. "Cada vez las floraciones son
más cortas, las cosechas más escasas y los climas más cálidos y
extremos", dice.
"Incluso se
observan cambios de comportamiento a la hora de reproducirse y meter
miel en las abejas; en definitiva, son unos marcadores del cambio
climático", indica, para después añadir que son los apicultores
murcianos "lo más sufridos en este aspecto, ya que somos apicultores en
un desierto y es duro vivir en esas condiciones".
Finalmente,
también lamenta que los apicultores murcianos "son los que menos
subvencionados están prácticamente de todo el país; por ejemplo los
extremeños reciben unas ayudas por colmena que en la Región de Murcia,
por diferentes circunstancias, no reciben los apicultores, las famosas
agroambientales".