Como en la deliciosa tragicomedia del dramaturgo francés Francis Verger, La cena de los idiotas,
luego llevada al cine con gran éxito y la excelente interpretación de
Jacques Villeret, en los pactos de investidura de Sánchez y de
gobernabilidad en el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid estamos
asistiendo a una versión política y a la española de ‘La cena de los
idiotas’.
En los casos que nos ocupan los listos de turno y poderosos señores
son Pedro Sánchez y Albert Rivera. Y los idiotas a los que estos
aprendices de estadistas les quieren tomar el pelo, robarles los votos y
los escaños para su disfrute del poder, son Pablo Iglesias y Santiago
Abascal.
Pero, como en la obra de teatro y en la película, el idiota François
Pignon acabará ganando la partida y dejando en pésima situación a sus
respectivos anfitriones. Que es lo mismo que harán Iglesias y Abascal en
los pactos de investidura de Sánchez y de gobernabilidad de Madrid.
Pedro Sánchez le soba el lomo (o más bien la chepa que tiene Pablo
Iglesias y que se tapa con la melena/coleta, mientras se mofa de la
discapacidad de Echenique), y lo quiere convencer de que se quede
sentado a la puerta de la pastelería del poder pero sin hacerlo
ministro. Pero, eso sí, después de que Podemos haya regalado a Sánchez
gratis total los 42 escaños que tienen en el Congreso y que son
imprescindibles para que se apruebe la investidura.
Además, vista la mascarada de Sánchez y el cortejo que Ábalos, Calvo y
Celáa no dejan de hacerle a Cs, el ‘idiota’ de Iglesias este martes y
sin más dilaciones le debe decir alto y claro al listo de Sánchez que: o
anuncia el Gobierno de coalición PSOE-Podemos o que no tienen nada más
de que hablar. Y que si quiere repetición electoral pues que Sánchez
repita las elecciones, pero que no llame nunca más a Iglesias para
facilitarle el poder, el Falcón y el colchón de La Moncloa.
Y lo mismo le puede ocurrir a Rivera, el listo e ‘impoluto’ con
Abascal, el pretendido ‘idiota’ de los pactos de gobernabilidad en
Madrid. Porque el plan de Rivera para los pactos de Madrid es el
siguiente: que Cs se quede con: la presidencia de la Asamblea madrileña,
con la vicepresidencia del Gobierno de la Comunidad y varias
consejerías; y con la Alcaldía de Madrid y varias de las delegaciones de
la Junta de Gobierno del Ayuntamiento.
Y ¿qué le ofrece Rivera a Vox cuyos 12 escaños en la Comunidad y sus 4
concejales del Ayuntamiento son imprescindibles para lograr mayorías en
ambas instituciones?
Pues el listo de Rivera a Vox no les ofrece ¡absolutamente nada! por
las que serían sus decisivas aportaciones y ni siquiera les ofrecen la
oportunidad de sentarse a negociar. Y ¿qué debe hacer Vox frente a
semejante desprecio y golfería política de Cs (a los que ya llenó de
regalos en Andalucía), pues muy fácil: Abascal debe anunciar que Vox se
abstendrá y nunca votará a favor de un gobierno o del liderazgo de una
institución donde pretenda sentarse Cs.
De manera que los listos, Sánchez y Rivera acabarán convertidos en
idiotas. Sánchez tendrá que volver a las elecciones (en plena sentencia
del golpe de Estado catalán) y Rivera habrá demostrado a los españoles
que votar a Cs no sirve absolutamente para nada.
En cuanto a Iglesias y Abascal, ellos seguirán su camino con el
estigma de ‘populistas de extrema izquierda y de extrema derecha’ pero
sin el título de idiotas que este par de listos les han querido endosar.
En suma ‘escaños’ y obras son amores, y no buenas razones’ como dice el
refrán.
(*) Pseudónimo de un veterano y prestigioso periodista cordobés