MADRID.- La Navidad invade nuestras ciudades y con ella millones de luces
iluminan nuestras calles. A priori, algo bonito y que resulta
estimulante para despertar el sentimiento navideño de cada uno pero esto
se traduce en una parte negativa que muy pocos tienen en cuenta: el
aumento en Navidad de la contaminación lumínica.
Actualmente, España se encuentra entre los primeros países de Europa
con mayor contaminación lumínica, por delante de países como Alemania o
Francia. España es el país con mayor gasto en alumbrado público por
habitante de la Unión Europea, y el segundo en términos absolutos, hay
un exceso de farolas, iluminaciones innecesarias y luces poco cálidas.
España cuenta con valores medios de consumo por habitante y año de
116 kilovatios-hora (kwh), frente a los 43 que se consumen en Alemania o
los 91 de Francia, según lo explica a EFE Fernando Jáuregui,
astrofísico del Planetario de Pamplona y miembro de la Red Española de
Estudios sobre la Contaminación Lumínica.
En la mayoría de ciudades españolas, la contaminación lumínica ha
aumentado considerablemente por el uso descontrolado de luces y paneles
decorativos LED. Según un estudio de Science Advances confirma que este
aumento, de un 2,2 % anual tanto en extensión como en intensidad, se da
en la transición a sistemas de iluminación LED, que en un principio
reducen la emisión al espacio y su intensidad.
Este tipo de luces frías
penetran mejor la luz, se obtiene un mayor ahorro energético ya que el
LED consume menos y como consecuencia el número de luces LED ha
aumentado excesivamente en las ciudades y han fomentado al aumento de la
contaminación lumínica.
Durantes estas fiestas en España, la iluminación de las ciudades, se
encienden alrededor de 200 horas durante un periodo medio de 35 días,
según datos de más de 50 ciudades españolas analizados por la asociación
Adeces.
Según datos de la Asociación Médica Americana (AMA) confirman los
efectos negativos sobre la salud del exceso de luz que ambientan las
grandes ciudades. En estos últimos años, han empezado a descubrir una
unión entre la polución lumínica y los problemas de salud humana, desde
trastornos en el sueño y el crecimiento, hasta la aparición de estrés e
incluso, obesidad.
La tecnología LED cambió el mundo de la iluminación, pero aunque esta
revolución haya permitido ahorrar en el consumo energético también es
la más contaminante ya que contiene una gran cantidad de ondas azules
que se expanden rápidamente por la atmósfera. Por eso, expertos como
Fernando Jáuregui, astrofísico del Planetario de Pamplona y miembro de
la Red Española de Estudios sobre la Contaminación Lumínica, recomienda
la alternativa de cambiar a tonos anaranjados que no alteran al descanso
y activan a las personas y al mismo tiempo, reducen la contaminación
lumínica en España.
Por este motivo, la propuesta de Imaginis es poder realizar
auditorías lumínicas para disminuir el consumo energético y eliminar
iluminación innecesaria.
A diferencia de las pantallas LED, las
pantallas Imaginis no contaminan luminicamente, reduciendo los problemas
vinculados a la luz azul emitida por las LED tradicionales que provocan
alteraciones del sueño o estrés.
Países como Canadá, preocupados por el aumento de esta contaminación
lumínica, están trabajando con la administración de la ciudad para
implementar mejores soluciones para limitar y controlar el uso de luz
como poner toque de queda en la ciudad para la iluminación decorativa,
entre las 10 pm y las 6 am y una educación más concienciada en el
cuidado del medioambiente.