TOLEDO.- La ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, y el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, mantuvieron hoy durante más de dos horas y media una reunión en la que abordaron la problemática del agua y los retos energéticos de esta comunidad.
En ella, Ribera se comprometió a incluir a Castilla-La Mancha
en el órgano que decide los trasvases. Así lo confirmó la ministra al
atender a los medios en rueda de prensa al finalizar la reunión. Ribera
calificó de «muy interesante» el encuentro y quiso comenzar asegurando
que ambas instituciones han acordado seguir abordando la problemática
del agua en sucesivas reuniones en el corto plazo.
Así, entre los
grandes acuerdos alcanzados, los gobiernos de España y Castilla-La
Mancha acordaron poner en marcha una comisión bilateral para mantener
vías de comunicación para hablar de agua; mejorar el abastecimiento de
los municipios ribereños de Entrepeñas y Buendía, a los que «en
ocasiones hay que llevar el agua en camiones cisterna pese a ser
'solidarios' con el Levante»; y sumar a estos municipios y al Ejecutivo autonómico a los órganos donde se deciden los trasvases.
Precisamente, la ley del Memorándum vigente establece que es una
comisión técnica la que interpreta las reglas de explotación y fija los
caudales trasvasables al Segura.
Partiendo de la premisa del agua
como vector de desarrollo «que arrastra problemas emocionales,
culturales e históricos» en la región, Ribera y García-Page hablaron de
varios aspectos, que según la ministra «tienen que ver con las tres cuencas más importantes del territorio, y en particular al Tajo».
Para
Ribera, algo que se necesita «reforzar con renovada energía» a raíz de
las sentencias del Tribunal Supremo por no cumplir con los caudales
ecológicos en el río es «actualizar las inversiones en depuración de Madrid» y garantizar que el agua del Jarama «llegue en buen estado al Tajo».
Por otra parte, hablaron de infraestructuras y «precios» y de la cantidad de agua disponible en el tramo alto del Tajo, de la que se beneficia el Levante.
«Sabemos que la solución a estos problemas, a parte de necesitar
respuestas jurídicas complejas, necesitan un empeño y un enfoque
diferente en los que venimos trabajando», dijo.
Y es que satisfacer la
necesidad de agua del Levante requiere, según Ribera, trabajar también
en la «desalación, la interconexión de infraestructuras» y un mejor
aprovechamiento del agua.
«Pero el compromiso con los
castellano-manchegos nos obliga a acelerar algo como es el
abastecimiento de los Municipios Ribereños y corregir la anomalía que
supone ser solidario con vecinos del sur y tener dificultad para acceder
al agua», opinó.
Otra de las cuestiones importantes pasa por el
hecho de que «las decisiones de gestión» de agua, en las que participan
los pueblos destinatarios, «deben participar también los pueblos del
Tajo, que es de donde sale el agua».
Todos estos asuntos se irán
abordando en una Comisión Bilateral entre Junta de Comunidades y
Gobierno de España donde Ribera apuesta por «encontrar un espacio común»
en cuanto a las metas sin dejar de lado las soluciones del «corto
plazo».
«Tenemos una ocasión magnífica. Está en ciernes la
revisión de planes de cuenca con la que se tiene que cumplir con la
Directiva Marco del agua, algo que exige pensar de otra manera, y los
escenarios climáticos obligan a introducir desafíos nuevos», aseguró.
También participarán los ribereños
La ministra Ribera se comprometió a incluir a los municipios ribereños de Castilla-La Mancha en el órgano que decide los trasvases. Así lo confirmó la ministra al atender a los medios en rueda de prensa al finalizar la reunión.
Ribera calificó de «muy interesante» el encuentro y quiso comenzar asegurando que ambas instituciones han acordado seguir abordando la problemática del agua en sucesivas reuniones en el corto plazo.
Entre los grandes acuerdos alcanzados, los gobiernos de España y Castilla-La Mancha acordaron poner en marcha una comisión bilateral para mantener vías de comunicación para hablar de agua; mejorar el abastecimiento de los municipios ribereños de Entrepeñas y Buendía, a los que «en ocasiones hay que llevar el agua en camiones cisterna pese a ser 'solidarios' con el Levante»; y sumar a estos municipios a los órganos donde se deciden los trasvases.
«Estos se han constituido legalmente para poder participar como ya lo hacen los murcianos» y el ministerio se ha comprometido a incluirlos, aseguraron fuentes ministeriales. Cabe recordar que la ley del Memorándum vigente establece que es una comisión técnica la que interpreta las reglas de explotación y fija los caudales trasvasables al Segura.
Partiendo de la premisa del agua como vector de desarrollo «que arrastra problemas emocionales, culturales e históricos» en la región, Ribera y García-Page hablaron de varios aspectos, que según la ministra «tienen que ver con las tres cuencas más importantes del territorio, y en particular al Tajo».
Por otra parte, hablaron de infraestructuras y «precios» y de la cantidad de agua disponible en el tramo alto del Tajo, de la que se beneficia el Levante. «Sabemos que la solución a estos problemas, a parte de necesitar respuestas jurídicas complejas, necesitan un empeño y un enfoque diferente en los que venimos trabajando», dijo.
«Pero el compromiso con los castellano-manchegos nos obliga a acelerar algo como es el abastecimiento de los Municipios Ribereños y corregir la anomalía que supone ser solidario con vecinos del sur y tener dificultad para acceder al agua», opinó.
Otra de las cuestiones importantes pasa por el hecho de que «las decisiones de gestión» de agua, en las que participan los pueblos destinatarios, «deben participar también los pueblos del Tajo, que es de donde sale el agua».
Todos estos asuntos se irán abordando en una Comisión Bilateral entre Junta de Comunidades y Gobierno de España donde Ribera apuesta por «encontrar un espacio común» en cuanto a las metas sin dejar de lado las soluciones del «corto plazo».
«Tenemos una ocasión magnífica. Está en ciernes la revisión de planes de cuenca con la que se tiene que cumplir con la Directiva Marco del Agua, algo que exige pensar de otra manera, y los escenarios climáticos obligan a introducir desafíos nuevos», aseguró.
También participarán los ribereños
La ministra Ribera se comprometió a incluir a los municipios ribereños de Castilla-La Mancha en el órgano que decide los trasvases. Así lo confirmó la ministra al atender a los medios en rueda de prensa al finalizar la reunión.
Ribera calificó de «muy interesante» el encuentro y quiso comenzar asegurando que ambas instituciones han acordado seguir abordando la problemática del agua en sucesivas reuniones en el corto plazo.
Entre los grandes acuerdos alcanzados, los gobiernos de España y Castilla-La Mancha acordaron poner en marcha una comisión bilateral para mantener vías de comunicación para hablar de agua; mejorar el abastecimiento de los municipios ribereños de Entrepeñas y Buendía, a los que «en ocasiones hay que llevar el agua en camiones cisterna pese a ser 'solidarios' con el Levante»; y sumar a estos municipios a los órganos donde se deciden los trasvases.
«Estos se han constituido legalmente para poder participar como ya lo hacen los murcianos» y el ministerio se ha comprometido a incluirlos, aseguraron fuentes ministeriales. Cabe recordar que la ley del Memorándum vigente establece que es una comisión técnica la que interpreta las reglas de explotación y fija los caudales trasvasables al Segura.
Partiendo de la premisa del agua como vector de desarrollo «que arrastra problemas emocionales, culturales e históricos» en la región, Ribera y García-Page hablaron de varios aspectos, que según la ministra «tienen que ver con las tres cuencas más importantes del territorio, y en particular al Tajo».
Por otra parte, hablaron de infraestructuras y «precios» y de la cantidad de agua disponible en el tramo alto del Tajo, de la que se beneficia el Levante. «Sabemos que la solución a estos problemas, a parte de necesitar respuestas jurídicas complejas, necesitan un empeño y un enfoque diferente en los que venimos trabajando», dijo.
«Pero el compromiso con los castellano-manchegos nos obliga a acelerar algo como es el abastecimiento de los Municipios Ribereños y corregir la anomalía que supone ser solidario con vecinos del sur y tener dificultad para acceder al agua», opinó.
Otra de las cuestiones importantes pasa por el hecho de que «las decisiones de gestión» de agua, en las que participan los pueblos destinatarios, «deben participar también los pueblos del Tajo, que es de donde sale el agua».
Todos estos asuntos se irán abordando en una Comisión Bilateral entre Junta de Comunidades y Gobierno de España donde Ribera apuesta por «encontrar un espacio común» en cuanto a las metas sin dejar de lado las soluciones del «corto plazo».
«Tenemos una ocasión magnífica. Está en ciernes la revisión de planes de cuenca con la que se tiene que cumplir con la Directiva Marco del Agua, algo que exige pensar de otra manera, y los escenarios climáticos obligan a introducir desafíos nuevos», aseguró.