VITORIA.- El lehendakari, Iñigo Urkullu, considera que el Concierto Económico Vasco abre puertas en vez de cerrarlas. En plena tormenta de críticas por su aprobación en el Congreso de los Diputados antes de que el Gobierno aborde la nueva financiación autonómica,
Urkullu propone en un artículo en El País, usar el modelo vasco como
una “referencia” para avanzar “en un nuevo sistema descentralizado” en
el que los ingresos garanticen el Estado de bienestar en todas las
comunidades. El lehendakari sostiene que la corresponsabilidad fiscal puede servir como base para lograr una financiación autonómica más eficiente.
El debate sobre la financiación autonómica se ha envenenado
tras la aprobación, el jueves 23 de noviembre en el Congreso de los
Diputados, de la actualización del Concierto Económico (294 votos a
favor y 36 en contra), y el Cupo vasco (292 votos a favor, 36 en contra y
dos abstenciones de los diputados de EH Bildu). Pese al apoyo de los
grupos mayoritarios —el PP, el PSOE y Podemos—, los dirigentes regionales de esos partidos en Asturias, Andalucía, Comunidad Valenciana,
Aragón, Galicia y Castilla y León fueron muy críticos, después de dos
años de incumplimientos del Gobierno de Mariano Rajoy en materia de
financiación autonómica.
Urkullu, aunque considera injustas las críticas, sostiene en un artículo en EL PAÍS,
que el debate se puede encauzar en términos constructivos para lograr
un sistema sencillo y claro que permita a las comunidades disponer de
recursos propios suficientes, y hacerlo en base al principio de
responsabilidad fiscal y financiera del Concierto, es decir,
descentralizando la recaudación de impuestos para dar mayor margen a las
comunidades autónomas.
El lehendakari explica que el modelo del Concierto “es un régimen fiscal transparente
de forma que si Euskadi quiere gastar más en servicios debe proceder a
subir los impuestos o bien a recortar otros gastos propios”, y asegura
que no favorece “la reducción de impuestos ni posibilita que Euskadi sea
un paraíso fiscal. En realidad la presión fiscal media en Euskadi ha
sido siempre superior a la española desde el año 1981 y hoy lo sigue
siendo en más de tres puntos”, incide.
Frente a esa opinión, los críticos con el sistema vasco
esgrimen que todo se limita a que el Gobierno central paga al PNV con un
acuerdo ventajoso que le garantiza sobrefinanciación por el apoyo político prestado por los nacionalistas vascos a los Presupuestos de 2017.
Urkullu responde a las formaciones como Ciudadanos y a los líderes
regionales del PSOE, del PP y de Compromís, que “el debate sobre el
sistema de financiación de las comunidades autónomas no debe buscar
respuesta a sus eventuales necesidades en el sistema del Concierto
porque es obvio que la viabilidad del modelo de financiación autonómico
no depende, en absoluto, de la cuantía del Cupo vasco”, —la cantidad que
Euskadi paga por los servicios que le presta el Estado—, sino de que,
de verdad, dispongan de más recursos garantizados a través de los
impuestos.
A quienes cuestionan la opacidad del Cupo el presidente
vasco les dice que el Concierto no es un régimen de privilegio, sino un
sistema justo y solidario, en el que Euskadi asume un riesgo unilateral. “Es un sistema acordado, eficiente y transparente de administración
de los recursos tributarios que goza de pleno respaldo legal y un
consenso generalizado” en Euskadi, remarca el lehendakari.
Subraya que
“Euskadi aporta un 6,24%” de las competencias no asumidas como el
Ejército o la Casa del Rey entre otras y “aporta ese mismo porcentaje al
Fondo de Compensación Interterritorial”. Además, explica que ese 6,24%
de aportación vasca al Estado “se encuentra muy por encima tanto del
peso relativo de la población vasca, que representa el 4,67% del total,
como por encima del peso relativo de la riqueza o participación en el
PIB, que se encuentra en el 6%”.
El PNV y el PP se han aferrado a la Ley de Concierto, al
Estatuto de Autonomía, y a su anclaje en la Constitución, para lanzar un
mensaje interno, hacia Cataluña, y otro externo, a la Unión Europea
(UE), por si había alguna duda de que se puede tener un encaje diferente
en España y hacerlo dentro de la ley con un sistema de relación
bilateral.
Los dos partidos, —en Euskadi y en Madrid— y los dos
Gobiernos, ambos en minoría, coinciden en que cuestionar un sistema que
viene funcionando desde 1878, que fue recuperado en la Constitución de
1978 y que ha sido avalado por la Justicia de la UE, es crear un
problema donde no existe, además de restar valor al acuerdo y a una
relación bilateral en una coyuntura como la actual, con la Generalitat
intervenida, en la que habría que tenerlo más en cuenta.
“Punto de soldadura”
El lehendakari defiende en su artículo en El País que el
sistema ha servido para sustentar el equilibrio entre el Estado y el
País Vasco. “La gestión de la relación bilateral se asienta en el
reconocimiento y respeto mutuo, de forma que ninguna de las dos partes
puede imponer a la otra su posición”, señala. Y argumenta que “este
sistema consagra la necesidad de dialogar, negociar y pactar en
beneficio mutuo.
En la práctica, durante todos estos lustros, la
bilateralidad ha establecido un punto de soldadura entre Euskadi y el
Estado”. La unidad de criterio y de actuaciones en torno al Concierto
han granjeado al PNV y al PP duras críticas. En Euskadi, EH Bildu sigue
presionando al PNV para que abandone “la estela del PP”, sobre todo
después de que el partido de Andoni Ortuzar haya pactado los
Presupuestos autonómicos con los populares vascos.
Singularidad financiera
Un sistema foral. El Concierto económico vasco es el marco
que regula las relaciones financieras entre el País Vasco y el Estado
central. La Constitución Española de 1978 reconoce la singularidad de
los dos territorios forales, el País Vasco y Navarra.
Pago por servicios. El Cupo es la cantidad que
el País Vasco tiene que pagar cada año al Estado por los servicios que
este presta en su territorio por las competencias no transferidas en
virtud del Concierto económico. Se revisa y negocia cada cinco años.
Recaudación. Las tres Diputaciones forales son
las encargadas de recaudar todos los impuestos en el País Vasco. El
IRPF, IVA, Sociedades, Especiales... y posteriormente aportan al Estado
por los gastos acordados en el Cupo.