ALCANTARILLA.- Desde aquel lejano 8 de octubre de 1975 que llegó el
primer T12-B “Aviocar” a la Base Aérea de Alcantarilla, para formar
parte del 721 Escuadrón de Fuerzas Aéreas, los cometidos y la
funcionalidad de esta pequeña aeronave pero grande en versatilidad, no
ha defraudado a nadie en el cometido de sus misiones; desde la formación
de paracaidistas hasta el transporte de personal y cargas, así como las
misiones de patrulla marítima del componente de ala fija del Servicio
Aéreo de Vigilancia Aduanera.
En el día de hoy se cumplen cien mil horas
de incesante vuelo del “Aviocar” sobre los cielos de España, que tras
más de 40 años destinado en Alcantarilla no encuentra un relevo a la
altura de sus capacidades.
En un emotivo acto al
que asistieron veteranos pilotos y mecánicos, protagonistas de los
primeros vuelos del “Aviocar” sobre los cielos de Murcia, quienes
presenciaron un desfile aero-terrestre y finalizó con una exhibición de
la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire (PAPEA)
como broche de oro a este día tan especial para el 721 Escuadrón de
FF.AA.
El
origen del 721 Escuadrón de Fuerzas Aéreas se remonta al mes de mayo de
1939, fecha en la que con motivo de la creación del Ejército del Aire
se establece el Grupo de Escuelas de Levante compuesto por: Escuela de
Transformación, ubicada en San Javier; Escuela de Pilotos nº 2, con sede
en El Palmar; Escuela de Pilotos nº 1, posterior 721 Escuadrón de
Fuerzas Aéreas, situado en Alcantarilla.
Durante
los años 1971 y 1972 el Escuadrón sufrió graves problemas de material
debido al continuo esfuerzo al que estaban siendo sometidos los viejos
JU-52. La actividad frenética que existía en la Escuela Militar de
Paracaidistas ocasionó la baja de muchos de ellos, dando lugar a que, a
duras penas se pudieran cumplir las misiones encomendadas al 721
Escuadrón. Una solución a corto plazo, palió estas dificultades con la
adquisición de la aeronave Douglas DC-3 que permaneció en servicio hasta
1976.
Pero fue en 1975 cuando se produjo el
verdadero cambio en el 721 Escuadrón, ya que comenzaron a dar de baja
las siempre fieles "Pavas" (JU-52), que el correr de los años los había
hecho envejecer con orgullo.
La flota de aviones DC-3 continuó
aumentando y lo más positivo de todo fue la llegada del versátil
“Aviocar”, que se incorporó a la plantilla del 721 Escuadrón de Fuerzas
Aéreas el 8 de octubre de ese mismo año.
Además, en mayo de 1977
finalizan las obras de construcción de la pista de asfalto 25/07 que
sustituiría a la antigua, y ya maltrecha, pista de tierra de orientación
norte-sur (conocida coloquialmente esta orientación como: sierra-vía).
La
llegada del T12-B Aviocar recién incorporado a la Unidad, un avión que
por sus características; apto para ascensos rápidos, vuelos nocturnos,
lanzamientos de personal y cargas en todas las modalidades,
entrenamientos de la Patrulla Acrobática de Paracaidistas, así como la
instrucción de los pilotos en Vuelo Instrumental.
El T12-B, aunque
pequeño en tamaño, estaba a la altura y en consonancia con las
necesidades de esta Escuela, notándose rápidamente en la fluidez de los
lanzamientos y en el número total de horas voladas hasta la actualidad.
Destacar el hecho de que este avión emplea diez minutos en realizar una
rotación completa en el lanzamiento de una patrulla de diez
paracaidistas en la modalidad automática (carga de paracaidistas,
despegue, lanzamiento, descenso, aterrizaje y listo para cargar de nuevo
la siguiente patrulla).
Conocido con el
indicativo de “Garza”, no en vano es una garza el emblema e indicativo
del 721 Escuadrón; una majestuosa ave, especie autóctona de la zona que,
con una pata encogida y otra apoyada en el suelo, simboliza los
ascensos y descensos que realiza para efectuar los lanzamientos
paracaidistas.
Más recientemente, a partir de
2014, y en consonancia con la comisión para la Reforma de las
Administraciones Públicas, y por consiguiente del Plan de Acción
Aeroespacial del Estado, el 721 Escuadrón adquiere el compromiso de
realizar las misiones del componente de ala fija del servicio aéreo de
vigilancia aduanera.
Por tanto, los pilotos y mecánicos del 721
escuadrón aseguran la operatividad de las misiones de patrulla marítima y
el mantenimiento de las aeronaves C-212 de la Agencia Tributaria.
Hoy,
tras poco más de cuarenta y tres años con nosotros el T12-B Aviocar ha
alcanzado cien mil horas de vuelo cumpliendo con todas las misiones
encomendadas, destacar que durante todo este tiempo no ha sufrido ningún
accidente, gracias a todo el equipo humano que diariamente vela por la
seguridad y siempre están dispuestos para realizar los cometidos de esta
exigente Unidad.