BRUSELAS/GERONA/MURCIA/MADRID.- Los ministros de Transporte de la
Unión Europea (UE) lograron cerrar un acuerdo hoy de madrugada sobre las
nuevas condiciones laborales aplicables al transporte por carretera,
destinadas a evitar el dumping social entre los conductores de los
distintos países y a reducir las cargas administrativas.
Veinte inmigrantes viajaron como polizones a bordo de un camión murciano de Francia a Reino Unido, según informó hoy Onda Regional de Murcia.
"El acuerdo de hoy facilita reglas más justas para los conductores y
las empresas de transporte y una mayor eficiencia a las autoridades
nacionales de control. Los conductores profesionales tendrán mejores
condiciones laborales y las empresas que trabajan entre países ganarán
en seguridad legal y menos burocracia", dijo el ministro de Transporte
de Austria, Norbert Hofer, cuyo país preside la UE este semestre.
Entre otros aspectos, el Consejo (países de la UE)
acordó que todos los vehículos que lleven a cabo operaciones de
transporte internacional deberán ir equipados para finales de 2024 con
tacógrafos inteligentes que registrarán de manera automática cuándo y
dónde los camiones han cruzado una frontera y localizarán las
operaciones de carga y descarga.
Sobre el cabotaje,
es decir, las operaciones de las compañías de transporte llevadas a cabo
en un mercado nacional pero fuera de su propio país, los ministros
acordaron mantener la regla que permite un máximo de tres operaciones en
siete días.
Para impedir las operaciones de
cabotaje sistemáticas, se introducirá un periodo de cinco días antes de
poder llevar a cabo nuevas operaciones de ese tipo en el mismo país y
con el mismo vehículo.
El responsable de las
operaciones de transporte deberá organizar el calendario de los
conductores de manera que puedan regresar a su domicilio al menos cada
cuatro semanas o, si el conductor decide tomarse dos descansos semanales
reducidos, después de tres semanas en la carretera.
La reforma que los ministros respaldaron clarifica de qué manera deben
los conductores europeos beneficiarse del principio de disfrutar del
mismo salario por el mismo trabajo realizado en el mismo lugar, evitando
así el dumping social.
Las normas respaldadas por
los países forman parte del llamado primer "paquete de movilidad"
presentado por la Comisión Europea en junio de 2017.
El Consejo (países de la UE) deberá negociar en el futuro con el
Parlamento Europeo para la aprobación definitiva de estas normas.
El Consejo ha planteado medidas para poner coto a fraudes como el de las llamadas empresas 'buzón', que son meras sociedades pantalla con una dirección postal ficticia, utilizadas para sortear el cumplimiento de las normas laborales y de las condiciones establecidas por la UE en el tráfico internacional.
Se ha remarcado la importancia de la lucha contra las llamadas empresas 'buzón' y otras formas de fraude en el sector y ha asegurado para el futuro un marco normativo que garantice una competencia leal, dotando a las autoridades de control de los instrumentos adecuados para velar por su cumplimiento y sancionar comportamientos ilegales.
Se ha denunciado la competencia desleal ejercida por estas sociedades ficticias que tienen su sede en países del Este de Europa o en Portugal, cuyo origen les permite trabajar en España, Francia o Italia con salarios de Rumanía o Bulgaria eludiendo la fiscalidad y las cotizaciones a la Seguridad Social que soportan las empresas murcianas.
Esta diferencia resulta muy elevada, dado que un conductor europeo occidental que trabaja en el transporte internacional puede cobrar entre 2.500 y 3.000 euros, mientras que el salario de un chófer búlgaro puede rondar los 900 euros, lo que supone prácticamente la tercera parte.
También se ha marcado la necesidad de unas normas claras, de fácil aplicación y comunes a toda la Unión, de modo que se impida el establecimiento de trabas administrativas injustificadas a las empresas en el transporte internacional, particularmente en un sector que cuenta con muchas pequeñas y medianas empresas.
El adelanto de la fecha de obligatoriedad del tacógrafo inteligente, en su versión más avanzada, dotará a las autoridades de control de un instrumento clave para luchar contra el fraude.
Normalidad en La Junquera
El Consejo ha planteado medidas para poner coto a fraudes como el de las llamadas empresas 'buzón', que son meras sociedades pantalla con una dirección postal ficticia, utilizadas para sortear el cumplimiento de las normas laborales y de las condiciones establecidas por la UE en el tráfico internacional.
Se ha remarcado la importancia de la lucha contra las llamadas empresas 'buzón' y otras formas de fraude en el sector y ha asegurado para el futuro un marco normativo que garantice una competencia leal, dotando a las autoridades de control de los instrumentos adecuados para velar por su cumplimiento y sancionar comportamientos ilegales.
Se ha denunciado la competencia desleal ejercida por estas sociedades ficticias que tienen su sede en países del Este de Europa o en Portugal, cuyo origen les permite trabajar en España, Francia o Italia con salarios de Rumanía o Bulgaria eludiendo la fiscalidad y las cotizaciones a la Seguridad Social que soportan las empresas murcianas.
Esta diferencia resulta muy elevada, dado que un conductor europeo occidental que trabaja en el transporte internacional puede cobrar entre 2.500 y 3.000 euros, mientras que el salario de un chófer búlgaro puede rondar los 900 euros, lo que supone prácticamente la tercera parte.
También se ha marcado la necesidad de unas normas claras, de fácil aplicación y comunes a toda la Unión, de modo que se impida el establecimiento de trabas administrativas injustificadas a las empresas en el transporte internacional, particularmente en un sector que cuenta con muchas pequeñas y medianas empresas.
El adelanto de la fecha de obligatoriedad del tacógrafo inteligente, en su versión más avanzada, dotará a las autoridades de control de un instrumento clave para luchar contra el fraude.
Normalidad en La Junquera
La frontera de La Junquera (Gerona)
ha recuperado hoy la normalidad después de tres semanas de retenciones en la
autopista AP-7 a causa de las protestas del movimiento de los 'chalecos
amarillos' en Francia contra la subida de los carburantes.
Ayer, los manifestantes volvieron a bloquear el paso de vehículos en
la frontera, lo que provocó hasta 17 kilómetros de retenciones en la
AP-7 y largas colas también en la N-II.
Muchos vecinos no pudieron llegar al trabajo o a casa y el ayuntamiento suspendió el transporte escolar.
Además, cientos de camiones tuvieron que esperar durante horas en las
áreas de servicio y polígonos de la zona, hasta que los manifestantes
volvieron a abrir las comunicaciones.
La alcaldesa
de La Junquera, Sonia Martínez, ha explicado que
esta mañana la normalidad ha vuelto al municipio y se ha podido
reactivar el transporte escolar, pero reconoce que han pasado tres
semanas "muy duras".
"Llevamos tres fines de semana y
días como ayer con muchos problemas de movilidad y con las principales
carreteras colapsadas. Los vecinos no pueden más y los más afectados son
los comerciantes", ha detallado Martínez.
De hecho,
el presidente de la Asociación de Comerciantes de La Junquera, Bruno
Comas, ha explicado que calculan que, en las tres últimas semanas, han
perdido un 70 % de la facturación en comparación con las mismas fechas
del año pasado.
"Aquí vienen muchos franceses a
comprar y con las vías de comunicación cerradas y todo el colapso en las
carreteras hace tres semanas que no viene nadie", ha lamentado el
comerciante, que ha recordado que estas son precisamente las fechas en
que se vende más, por lo que la afectación es mucho mayor.
"Faltan tres semanas para Navidad y estas fechas son las que más
solemos facturar. Y la mayoría de comercios han contratado más personal
de refuerzo y las pérdidas económicas han sido muy altas, ya que los
gastos fijos y los sueldos los tienes que pagar igual", ha subrayado.
Unas pérdidas económicas que se sumarán a las del sector de los
transportistas. Ayer entre 3.000 y 4.000 camiones se quedaron atrapados
en áreas de servicio y polígonos industriales, y muchos llevaban días
sin poder viajar.
Este retraso ha ocasionado la pérdida de muchas mercancías que se han estropeado antes de llegar a su destino.
Los 'chalecos amarillos' han estado tres semanas protestando por la
subida de los precios de los carburantes, cerrando y colapsando las
principales vías de comunicación francesas.
Precisamente esta mañana el presidente francés, Emmanuel Macron, ha
anunciado su decisión de aplazar seis meses la subida del impuesto de
los carburantes.
Un anuncio que los vecinos y
comerciantes de La Junquera esperan que sirva para poner fin a las
protestas y poder salvar lo que queda de campaña de Navidad.
Veinte inmigrantes hacen de polizones a bordo de un camión murciano hacia Reino Unido
Se
introdujeron en el vehículo a través del techo, cortando el mismo con
una radial, y allí permanecieron clandestinamente y sin que el conductor
se percatase de nada soportando temperaturas de entre cero y cinco
grados durante las horas que duró el viaje. El autor de las imágenes que
acompañan a esta noticia no puede disimular su sorpresa al verles salir
uno a uno, llegando a compadecerse de ellos.
Esta
es una problemática frecuente, tanto, que Froet lleva un tiempo reclamando medidas de seguridad más
efectivas en las áreas de descanso de toda Europa, y en especial en
Francia, ante "el recrudecimiento de los asaltos a camiones que se
dirigen al Reino Unido". La patronal advierte de que "las mafias están
empleando métodos cada vez más audaces" para introducir a los polizones
en los camiones procedentes de la Región que recorren Francia en
dirección al puerto de Calais para cruzar el Canal de la Mancha.
Froet
asegura que "el número de asaltos a los vehículos se está incrementando
en las últimas semanas, dejando a los transportistas completamente
desprotegidos, pese a las medidas de seguridad que las empresas han
adoptado para evitar precisamente que los polizones se cuelen en los
camiones", tal y como demuestra el presente vídeo.
La
entrada de polizones en los camiones que cruzan desde Francia a Reino
Unido provoca elevadas pérdidas a las empresas de la Región, ya que la
carga de los frigoríficos en los que irrumpen no puede ser entregada en
su destino, porque los destinatarios de las mercancías rechazan la
totalidad de los productos.
A la pérdida de la mercancía, que llega a
alcanzar los 25.000 euros en caso de un flete de lechugas o de bróculi,
se suman los destrozos en los vehículos. «Además, muy pocas las
compañías cubren los riesgo derivados de la presencia de polizones»,
según indica Froet.
Casi 60.000 migrantes han llegado
a España irregularmente en 2018
Un total de 59.048 migrantes han llegado a España de manera irregular en lo que va de 2018, lo que supone un 129% más que el año pasado, cuando se contabilizaron 25.786 entradas por la vía marítima y la terrestre hasta el 30 de noviembre.
Según datos del Ministerio del Interior, la llegada de migrantes por vías irregulares ha crecido un 129% con respecto a 2017. En concreto, a fecha 30 de noviembre de 2018 y a falta de un mes para que acabe el año, han entrado en España unas 33.200 personas más que el anterior.
De hecho, el número total de entradas irregulares en 2018 supera las llegadas registradas en todo 2017, 2016 y 2015 juntos. La suma de las entradas registradas durante esos tres años asciende a 56.636, ya que el año pasado terminó con 25.786 llegadas irregulares; el 2016 con 14.558; y 2015 con 16.292.
Las llegadas de personas en patera a las costas española ya registran un récord histórico: 52.795 migrantes en lo que va de 2018, frente a las 39.180 que alcanzaron España por la vía marítima durante la 'crisis de los cayucos' de 2006, principalmente a través de las Islas Canarias. Hasta ahora, ese año tenía registrado el máximo de llegadas a través de embarcaciones.
Así, las entradas irregulares a través del mar han aumentado un 165% respecto a 2017, de acuerdo a los datos del Ministerio del Interior. De hecho, España ya ha recibido por mar a más personas que en los últimos siete años juntos.
Según los datos oficiales consultados, desde el año 2011 hasta el 2017, algo más de 52.600 migrantes accedieron a costas españolas a través de embarcaciones: unas 5.441 personas en 2011; 3.804 personas en 2012; 3.237 en 2013; 4.552 en 2014; 5.312 en 2015; 8.162 en 2016; y 22.103 en 2017.
Así, la suma de migrantes en patera llegados en este periodo de siete años ni siquiera supera la cifra que ya se ha alcanzado en 2018, con casi 52.000 personas.
En concreto, a las costas baleares y peninsulares llegaron 50.325 personas en 1.818 embarcaciones, un 167% más con respecto al año pasado. La vía marítima que más ha crecido es la de las costas canarias, adonde han llegado 1.263 migrantes en 63 pateras, lo que representa casi un 214% más en comparación al año pasado, cuando lo consiguieron 403 personas en 42 embarcaciones.
También han aumentado más de un 87% las llegadas a costas de Ceuta, con 430 personas en 36 embarcaciones; y un 77,4% a las costas de Melilla, adonde han entrado por mar unas 777 personas en 30 embarcaciones.
Según los datos que maneja la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) actualizados a fecha 4 de diciembre, al menos 114 inmigrantes y refugiados han perdido la vida o desaparecido en el mar mientras intentaban alcanzar las costas españolas durante el mes de noviembre, que se convierte así en el mes más trágico de 2018.
De acuerdo a estas cifras, a falta de un mes para que termine el año, noviembre es el mes que registra más muertes en la frontera sur y el único en el que se han superado el centenar de muertes de momento. Le sigue septiembre (99 fallecidos), octubre (90), abril (89), febrero (75) y agosto (68).
En lo que va 2018, al menos 2.133 personas han perdido la vida en el mediterráneo; 681 de ellas en la ruta occidental camino de España. El número de fallecidos intentando llegar a España es ya más del triple que en el mismo periodo de 2017 y que en todo el pasado año. Hasta el 4 de diciembre del año pasado, la OIM contabilizó 216 muertes, y en todo el año un total de 224 fallecimientos.
La OIM tiene registrada la entrada a España por mar de 53.512 personas en lo que va de 2018. Por su parte, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) ha contabilizado este año 52.796 llegadas en su base de datos. Las entradas irregulares por tierra que contabiliza este organismo ascienden a 6.381; y el total de entradas --suma de la vía terrestre y marítima-- es de 59.177.
Según Acnur, que incluye en su registro las nacionalidades de los migrantes que llegan, el 21,4% de los que han entrado de manera irregular en España es de Marruecos; el 20,9% de Guinea; y el 15,9 de Mali.
Casi 60.000 migrantes han llegado
a España irregularmente en 2018
Un total de 59.048 migrantes han llegado a España de manera irregular en lo que va de 2018, lo que supone un 129% más que el año pasado, cuando se contabilizaron 25.786 entradas por la vía marítima y la terrestre hasta el 30 de noviembre.
Según datos del Ministerio del Interior, la llegada de migrantes por vías irregulares ha crecido un 129% con respecto a 2017. En concreto, a fecha 30 de noviembre de 2018 y a falta de un mes para que acabe el año, han entrado en España unas 33.200 personas más que el anterior.
De hecho, el número total de entradas irregulares en 2018 supera las llegadas registradas en todo 2017, 2016 y 2015 juntos. La suma de las entradas registradas durante esos tres años asciende a 56.636, ya que el año pasado terminó con 25.786 llegadas irregulares; el 2016 con 14.558; y 2015 con 16.292.
Las llegadas de personas en patera a las costas española ya registran un récord histórico: 52.795 migrantes en lo que va de 2018, frente a las 39.180 que alcanzaron España por la vía marítima durante la 'crisis de los cayucos' de 2006, principalmente a través de las Islas Canarias. Hasta ahora, ese año tenía registrado el máximo de llegadas a través de embarcaciones.
Así, las entradas irregulares a través del mar han aumentado un 165% respecto a 2017, de acuerdo a los datos del Ministerio del Interior. De hecho, España ya ha recibido por mar a más personas que en los últimos siete años juntos.
Según los datos oficiales consultados, desde el año 2011 hasta el 2017, algo más de 52.600 migrantes accedieron a costas españolas a través de embarcaciones: unas 5.441 personas en 2011; 3.804 personas en 2012; 3.237 en 2013; 4.552 en 2014; 5.312 en 2015; 8.162 en 2016; y 22.103 en 2017.
Así, la suma de migrantes en patera llegados en este periodo de siete años ni siquiera supera la cifra que ya se ha alcanzado en 2018, con casi 52.000 personas.
En concreto, a las costas baleares y peninsulares llegaron 50.325 personas en 1.818 embarcaciones, un 167% más con respecto al año pasado. La vía marítima que más ha crecido es la de las costas canarias, adonde han llegado 1.263 migrantes en 63 pateras, lo que representa casi un 214% más en comparación al año pasado, cuando lo consiguieron 403 personas en 42 embarcaciones.
También han aumentado más de un 87% las llegadas a costas de Ceuta, con 430 personas en 36 embarcaciones; y un 77,4% a las costas de Melilla, adonde han entrado por mar unas 777 personas en 30 embarcaciones.
Según los datos que maneja la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) actualizados a fecha 4 de diciembre, al menos 114 inmigrantes y refugiados han perdido la vida o desaparecido en el mar mientras intentaban alcanzar las costas españolas durante el mes de noviembre, que se convierte así en el mes más trágico de 2018.
De acuerdo a estas cifras, a falta de un mes para que termine el año, noviembre es el mes que registra más muertes en la frontera sur y el único en el que se han superado el centenar de muertes de momento. Le sigue septiembre (99 fallecidos), octubre (90), abril (89), febrero (75) y agosto (68).
En lo que va 2018, al menos 2.133 personas han perdido la vida en el mediterráneo; 681 de ellas en la ruta occidental camino de España. El número de fallecidos intentando llegar a España es ya más del triple que en el mismo periodo de 2017 y que en todo el pasado año. Hasta el 4 de diciembre del año pasado, la OIM contabilizó 216 muertes, y en todo el año un total de 224 fallecimientos.
La OIM tiene registrada la entrada a España por mar de 53.512 personas en lo que va de 2018. Por su parte, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) ha contabilizado este año 52.796 llegadas en su base de datos. Las entradas irregulares por tierra que contabiliza este organismo ascienden a 6.381; y el total de entradas --suma de la vía terrestre y marítima-- es de 59.177.
Según Acnur, que incluye en su registro las nacionalidades de los migrantes que llegan, el 21,4% de los que han entrado de manera irregular en España es de Marruecos; el 20,9% de Guinea; y el 15,9 de Mali.