Ya pueden ponerse las pilas el CNI y las Fuerzas de Seguridad porque
todo apunta a que Puigdemont pretende entrar clandestinamente en España
para refugiarse en el Parlament catalán, acogiéndose a su condición de
diputado electo y a la inviolabilidad de la Cámara, para burlar a la
Justicia y conseguir la investidura de manera directa y presencial
organizando otro escándalo de dimensión internacional.
Mientras tanto, si Puigdemont sigue huido y jaleando el golpe de
Estado como acaba de hacerlo en Bruselas en compañía de sus compañeros
de lista electoral, y los partidos PDeCAT y ERC continúan en sus
posiciones irreductibles, que se olviden Junqueras, Forn y los dos
Jordis de salir de la cárcel. Ni siquiera para poder votar (también
ellos podrían refugiarse en la inviolabilidad del Parlament). De manera
que, como ya les ha dicho el juez Llanera del Supremo, solo pueden
delegar su voto.
Y lo mismo les ocurre a los prófugos, empezando por Puigdemont porque
el juez del Supremo no les hará la menor concesión (como lo ha
pretendido la abogada de Puigdemont) porque está claro que lo único que
buscan es burlar a la Justicia, provocar escándalo y continuar con el
‘procés’, a pesar de que saben que es imposible e ilegal.
Por eso Puigdemont está pensando llegar clandestinamente a España
para una vez dentro refugiarse en la inviolabilidad del Parlament y,
desde ahí, pilotar su investidura en persona y en directo. Porque ya
está claro que le será imposible ser investido por videoconferencia o
por delegación de su discurso la propia. Una ley catalana de 2008, así
lo deja claro y ello deberá ser subrayado por los letrados de su Cámara
en plazo no lejano.
Aunque miedo da escuchar al ministro portavoz Méndez Vigo diciendo
que no habrá investidura telemática de Puigdemont, porque ya anunciaron
que no habría Consulta del 9-N y la hubo, ni referéndum del 1-O, y lo
hubo, por más que ambos espectáculos no fueran democráticos ni legales.
O sea mucha vigilancia y atención porque se acaban los plazos y
estamos a punto de comenzar el tercer acto de la tragicomedia catalana.
Donde mucho hay en juego para Cataluña y para España. De manera que
vamos a ver si en esta ocasión no se les escapa a los servicios de
inteligencia y a la policía el insufrible a Puigdemont.
Y este fin de
semana puede ser crucial para ver si monta en el Parlament su operación
Assange particular. En la víspera de su fuga a Bélgica desde Gerona ya
advertimos en esta columna que se iba a fugar. Ahora avisamos sobre su
regreso clandestino por lo que pudiera pasar.
(*) Pseudónimo de un veterano y prestigioso periodista cordobés